¿Qué podemos esperar del próximo Informe PISA?
Como referente mundial en pruebas educativas, los resultados de PISA son muy esperados cada tres años. Para esta nueva edición, cuyos datos se presentarán el próximo 5 de diciembre, los exámenes originalmente estaban planeados para 2021, pero la situación causada por el Covid-19, incluyendo los cierres de escuelas, obligaron a que la evaluación se pospusiera un año. A pesar del retraso, 690.000 estudiantes realizaron la evaluación en 2022; como representantes de aproximadamente 29 millones de jóvenes de 15 años en 81 países y economías. Entre los participantes por primera vez se encuentran alumnos de Camboya, El Salvador, Guatemala, Jamaica, Mongolia, la Autoridad Palestina, Paraguay y Uzbekistán.
Como siempre, las pruebas evaluaron el rendimiento de los estudiantes en matemáticas, lectura y ciencias. Además, como consecuencia de la pandemia, también se preguntó a los directores de escuela sobre su experiencias durante este período. Esto ha permitido a PISA recopilar la más amplia de información global sobre las experiencias de los jóvenes durante este período desgarrador y examinar su impacto en el aprendizaje.
Y, ¿qué podemos adelantar de lo que revelan los resultados? ¿Cómo fue el desempeño de los estudiantes y cómo afectó la pandemia a la equidad? El primer volumen de PISA 2022, El estado del aprendizaje y la equidad en la Educación, evalúa los rendimientos en matemáticas, lectura y ciencias y cómo han evolucionado estos resultados antes y después de la pandemia. ¿El rendimiento ha cambiado repentinamente entre 2018 y 2022 o seguirá igual? ¿Existen tendencias a largo plazo que han continuado en esta nueva edición de PISA o ha cambiado drásticamente de dirección? El equipo PISA ha examinado estas cuestiones y a grupos de estudiantes específicos, como los socioeconómicamente favorecidos y desfavorecidos, los niños y las niñas y los estudiantes inmigrantes y no inmigrantes, entre otras cuestiones.
En este sentido será interesante ver qué qué sistemas educativos mostraron más resiliencia. El segundo volumen de PISA 2022, Aprender durante –y desde– la disrupción, va más allá de lo académico y examina el bienestar de los estudiantes. En este volumen se identificarán los “sistemas educativos resilientes” que mantuvieron o promovieron el aprendizaje, la equidad y el bienestar de los estudiantes en medio de la perturbación causada por el Covid-19, independientemente de los perfiles socioeconómicos de sus alumnos, manteniendo o potenciando su sentido de pertenencia a la escuela.
Para descubrir qué hace que los sistemas educativos sean resilientes, el volumen II también analizará aspectos comunes como: aprendizaje durante el cierre de escuelas, vida escolar y apoyo en el hogar, el camino de los estudiantes a través de la escuela, inversiones en educación y gobernanza escolar. Por ejemplo, en estos sistemas resilientes, cuánto tiempo se cerraron las escuelas durante la pandemia así como la calidad de las experiencias de aprendizaje durante este período. Este capítulo irá más allá de experiencias específicas de la pandemia y examinará la estructura fundamental, entorno de aprendizaje, recursos y gobernanza de los sistemas educativos. Y también examinará si aumentó el acoso, si se distrajeron los estudiantes con los teléfonos móviles? Y si los directores estaban preocupados por los materiales y por sus alumnos durante ese periodo. Y cuánta autonomía tenían las escuelas respecto a sus recursos y contenidos educativos.
Como en otras ediciones, PISA se centra específicamente en una competencia. En este caso la del razonamiento matemático, con lectura, ciencia y pensamiento creativo como áreas de evaluación menores. En este caso, PISA 2022 considera los cambios sociales a gran escala, como la digitalización y las nuevas tecnologías, como marco de referencia de la competencia matemática, el uso de datos en las decisiones personales y cómo la globalización ha redefinido el significado de ser matemáticamente competente y bien equipado para participar plenamente en el siglo XXI.
La competencia matemática no trata solo de ser capaz de reproducir procedimientos rutinarios. Se refiere más bien al uso del razonamiento matemático; pensar matemáticamente para resolver problemas complejos de la vida real en una variedad de contextos modernos. PISA siempre ha evaluado el razonamiento matemático, pero en 2022 desarrolla y utiliza una nueva subescala de matemáticas para medir esta dimensión. El razonamiento matemático no requiere necesariamente emplear matemáticas avanzadas, pero es necesario tener una comprensión sólida de los conceptos fundamentales. Se trata de pensamiento independiente, lógico y creativo para abordar tareas del mundo real que no se pueden realizar fácilmente. Para fomentar el razonamiento matemático, las escuelas y los sistemas educativos deben ir más allá de la enseñanza y evaluar procedimientos matemáticos rutinarios de los estudiantes, que deben estar preparados para abordar situaciones desconocidas y desafíos del mundo real y utilizar herramientas matemáticas de manera innovadora. Es un cambio exigente en la educación, que promete resultados emocionantes.
