'Serious games': videojuegos también para formarse

En el debate sobre los efectos del entretenimiento de los menores con pantallas y videojuegos suele centrarse en temáticas cuestionables para la edad del usuario y el posible riesgo de adicción. Frente a esto, los expertos observan el cada vez mayor interés de este mercado por la creación de contenido didáctico.

Es el caso de los serious games, que no son los más populares, pero poco a poco están haciéndose con un hueco en el sector. Lejos de los récords de ventas o de las campañas de publicidad millonarias, sin embargo, los serious games logran poner de acuerdo a críticos y aficionados. Estos videojuegos, como todos, se esfuerzan por atraer al público más joven, pero no con la intención de proporcionarle diversión por diversión, entretenimiento por entretenimiento, sino también educación y formación.

«Cuando se habla de videojuegos no se pueden simplificar los ataques contra ellos al estereotipo de que son los causantes de que haya menores encerrados en casa jugando muchas horas al día, ni tampoco en que su consumo repercuta en un mal comportamiento. Todo lo contrario, los videojuegos ya son parte de la vida de jóvenes y adultos y van a seguir estando presentes, sobre todo con los avances en su desarrollo que hay en la actualidad, lo que les va a aportar más relevancia. Por eso, hay que saber adaptarlos para obtener beneficios culturales y educativos”, explica el experto David Carretero, jefe del área de animación y videojuegos de la escuela de artes visuales LCI Barcelona.

Los serious games pueden ser empleados tanto por escuelas, para sus alumnos, como por empresas que quieran aportar un conocimiento extra a sus trabajadores, por ejemplo, en la formación previa a la incorporación al puesto de trabajo.

“Los serious games pueden aportar muchos beneficios. Para los más pequeños, hay que tener en cuenta que cada vez existen más recursos para desarrollar juegos realistas o con una user experience casi perfecta. Pero también entre los mayores, el hecho de elaborar entornos virtuales cada vez más animados, con gran calidad de imagen, hacen que se lo tomen en serio. Los serious games tienen mucho que aportar”, detalla Carretero.

A la cada vez mayor calidad de los videojuegos se le suman factores como la realidad inmersiva, que, a través del uso de gafas, dará al usuario la posibilidad de moverse en un entorno virtual que facilite el desarrollo de habilidades.

Según los datos de la Asociación Española de Videojuegos, hay más de 18 millones de aficionados a esta rama del entretenimiento. Esta cifra supone que alrededor de un 38% de los españoles son consumidores de videojuegos. El 79% de los niños entre 6 y 11 años juegan y, de 11 a 14 años el porcentaje se eleva al 80%.

La consola supera a tablets, ordenadores y smartphones en frecuencia de uso, con unas ocho horas semanales de dedicación.

Una de las ventajas de los videojuegos es su gran versatilidad. Pueden emplearse tanto para aprender Geografía como para el manejo de pacientes con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).

Es el caso del videojuego The Secret Trail of Moon, desarrollado por el Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda en colaboración con la asociación TDAH Team y Gammera Nest, especialmente enfocado a niños y adolescentes con un diagnóstico de TDAH, y cuyo objetivo es tratar la disfunción ejecutiva y de desregulación emocional.