La risa de PISA
Han saltado todas las alarmas y nuestro sistema educativo está otra vez en entredicho, pues se han publicado los resultados del Informe PISA 2022 y éste confirma que los estudiantes españoles hemos empeorado de forma significativa en matemáticas. ¡Oh, qué horror! ¡A nuestros niños ya no les salen las cuentas!
Pues que no cunda el pánico, porque, como afirma el psicólogo Francisco Villar en su libro Morir antes del suicidio (2022, 218), “la escuela no ofrece únicamente conocimientos, ni solo contenidos curriculares. En ella también existe la vocación de formar personas en muchos otros aspectos (…) La escuela garantiza un escenario de práctica de relación con iguales, de colaboración y de trabajo en equipo (…) el rendimiento académico, hoy en día, es casi secundario”.
Y es que la dimensión cognitiva de la persona, en la que se centra sobre todo el informe PISA, está al mismo nivel que las otras dimensiones personales de nuestros alumnos: volitiva, corporal, afectiva y espiritual. Por eso este informe, al que tanta importancia se le da, es incompleto y, por lo tanto, no puede reflejar el verdadero estado de la educación ni el nivel formativo de los educandos.
Así que menos rasgarse las vestiduras y utilizar los resultados de este informe para sacar rédito político o una simple justificación de la labor sindical, y más centrarse en lo importante: tratar a cada alumno de forma única, singular, y educarle de forma integral, teniendo en cuenta todas las dimensiones de la persona, no sólo la intelectiva, para que sea capaz de sacar adelante su propio proyecto personal de vida.