Montse Julià: "Una escuela pública y de calidad es posible siempre que haya voluntad y se hagan las cosas bien"
Para la experta en educación, Montse Julià, estos múltiples factores que explican el bajo nivel educativo en el país pueden resumirse en siete aspectos clave: «Las sucesivas leyes educativas que cambian a cada gobierno; la distribución desigual de los recursos educativos; la diferente cohesión e implicación de los equipos según la escuela, y la falta de acompañamiento de gran parte de escuelas públicas; la creencia en proyectos nuevos y métodos educativos que son humo y que se han implantado antes de constatar que eran beneficiosos para a la educación de los niños; el uso prematuro de las tecnologías en sustitución de aprendizajes básicos en edades cruciales para la lectoescritura y el cálculo, y, también, la creencia de que aprender es un sacrificio cuando es un gozo que requiere esfuerzo».
Dejar de intervenir políticamente en la educación
“Para que el nivel educativo sea mejor, explica Montse Julià, lo primero que hace falta, entre otros aspectos, es que los sucesivos gobiernos dejen de intervenir de manera política en la educación con leyes que la estropean y que permita a los profesionales trabajar en las mejores condiciones; que los padres entiendan que su rol es educar y, el de la escuela, enseñar; que la relación entre familia y escuela se base en la confianza; que se distribuyan los recursos según las necesidades de los niños, no de manera desigual entre escuelas; que se vuelva a valorar la cultura, la curiosidad y el trabajo; que se entienda que aprender es un disfrute, un descubrir ilusionante, que requiere esfuerzo y trabajo, y que los niños viven este aprendizaje de manera natural como un crecimiento agradable que les hace sentir bien consigo mismos».
La experta educadora ahonda en el por qué intervenir políticamente en la educación es una de las causas del bajo nivel educativo en España. «Cuando un partido llega al gobierno, sea del color que sea, lo primero que hace es modificar la ley educativa y aumentar su burocracia; esto no permite a los equipos directivos y profesores profundizar en el nuevo modelo y en la mejora de la práctica educativa. También ocurre –prosigue Julià– que algunas leyes contradicen lo que realmente debe de hacer un profesional; es como si le dijeran a un médico cómo debe intervenir a un paciente. Además, estos cambios llegan a última hora y sin que el equipo docente tenga tiempo de analizar cómo aplicarlo», explica.
Responsabilidad de las familias
La directora también pide responsabilidad a los padres puesto que “deben de entender que son clave en la educación del niño, que en casa se debe educar y en la escuela aprender y que no se puede pensar que en la escuela lo haremos todo. Es necesario que los niños, las familias y la sociedad comprendan que aprender es un gozo, no un sacrificio, y que es necesario esforzarse y trabajar para hacerlo”, subraya.
Para Julià, “la sociedad debe transmitir estos valores de manera inequívoca y confiar en la idea de que los niños, por naturaleza, desean aprender y que son capaces de superar obstáculos. No puede ser que se pretenda motivar el aprendizaje con recursos de videojuegos, que los niños de siete u ocho años tengan que evaluarse constantemente mientras intentan disfrutar del aprendizaje, porque de este modo se limita el interés de los niños por aprender y descubrir”, arguye la experta pedagoga.
Pobreza infantil, segregación y más
En cuanto a la pobreza infantil y la segregación, factores que algunos gobiernos como el catalán atribuyen a los malos resultados al nivel de educación español en el estudio PISA, la directora de la escuela Montessori-Palau Girona considera que, «está claro que intervienen, pero no es posible que los gobiernos digan que defienden los derechos humanos y los derechos de los niños, y, en cambio, hagan muy poco para solucionarlo. Si los menores van mal nutridos en la escuela o viven en viviendas precarias, está claro que influye de forma negativa en el aprendizaje. Pero, también es decisivo tratar, por ejemplo, la salud mental tanto de padres como de los niños cuando se necesita, pero de eso no se habla”, sostiene Julià.
Para la experta en educación, «la causa principal de la segregación es la mala e injusta distribución de los recursos públicos que crean escuelas públicas de primera y otras de segunda; y, también concertadas, con pocos recursos y otras que parecen privadas». Y, añade: «Hay escuelas concertadas que funcionan con 30 euros al mes por niño, mientras que otros cobran 1.000 euros mensuales por niño. Lo que habría que hacer es estudiar las necesidades reales de cada niño porque uno puede necesitar 2.000 euros al mes y otro, 600. Esto crea grandes diferencias entre escuelas y la segregación es consecuencia de estas diferencias».
Cohesión e implicación del profesorado
Otro de los factores decisivos que, para Montse Julià, influye en el nivel educativo en las escuelas es la formación continua y de calidad así como la cohesión y la implicación de los equipos directivos y profesores de las escuelas. Aquí la diferencia es muy grande entre escuelas públicas y privadas porque en las privadas, «podemos hacer la nuestra, con un sistema de trabajo propio que se mantiene y mejora en el tiempo, lo que hace que los equipos directivos y los profesores estén más cohesionados y puedan profundizar mucho más en cuestiones educativas. En las escuelas privadas, los padres nos exigen mucho más y pueden hablar directamente con el director o profesor. Pero, en la pública, hay muchos cambios en el sistema y en el personal lo que afecta en la cohesión de los equipos y la profundidad en cuestiones educativas. También los padres se encuentran a veces que no hay nadie en el otro lado».
La directora puntualiza que «los resultados PISA son malos a escala mundial desde antes de la pandemia y los profesionales de la educación somos conocedores de esta tendencia. La creencia de que la sociedad mejorará con una educación mejor es tan cierta como vacía de compromiso por parte de la propia sociedad, que no exige a los dirigentes que le dé la prioridad que requiere”.