Uno de cada cinco niños en España vive en situación de hacinamiento
España es el cuarto país de la Unión Europea con más niños, niñas y adolescentes que sufren sobrecarga en el coste de la vivienda. ©Hortigüela
La Plataforma de Infancia ha presentado su último informe sobre la situación de la vivienda en España desde la perspectiva de la infancia, la adolescencia y sus familias. Dentro del estudio, la red de más de 70 instituciones pone el foco en la interrelación que existe entre la pobreza infantil y la vivienda con el fin de llegar a propuestas que comunicar a políticos en cara de esta nueva legislatura.
La entidad defiende que, para comprender la interrelación existente entre la pobreza infantil y la vivienda resulta fundamental dimensionar la realidad de la pobreza –especialmente la infantil– dentro de España. Esto debido a que, de acuerdo con los resultados encontrados por el estudio, son los niños, niñas y adolescentes quienes soportan los niveles más altos de pobreza y/o exclusión social. En el año 2022, el 32,2% de los componentes de este sector se encontraba en riesgo de dicha realidad; cifra superior a la del porcentaje del global de la población (26,3%).
A nivel europeo, España destaca como el país con el mayor nivel de pobreza infantil y tercero con mayor tasa de riesgo de pobreza y/o exclusión social en la infancia, solo superado por Bulgaria y Rumania. En consonancia con cuan elevados valores aparece la poca inversión de España para combatir esta problemática, puesto a que España sólo dedica un 1,6% de su PIB en solucionar este asunto, cifra menor que el 2,5% de la media europea. Además, las transferencias sociales sólo alcanzaron al 8% de la población infantil, consiguiendo, según datos de la ECV, la reducción de la tasa de pobreza en 7,5 puntos.
Otro dato que arroja el informe es que para 2021, el 20,5% de los niños, niñas y adolescentes en el mayor nivel de pobreza vivía en situación de hacinamiento. Es decir, disponían de un espacio menor a 15 metros cuadrados para vivir. De mayor gravedad resulta que le 5,3% de la población infantil se encontraba en estado de hacinamiento severo, con una superficie por persona menor a los 10 metros cuadrados.
El informe denota el nivel de pobreza como factor clave para relacionar la pobreza infantil y la vivienda. Esto se debe a que el 18,9% de la población infantil que habita en viviendas con falta de espacio se sitúa en el umbral de la pobreza. Esta situación se agrava en familias monoparentales y en familias numerosas.
Por ejemplo, el 10,7% de las familias compuestas por un adulto con al menos un niño o niña dependiente, y el 15,7% de aquellas compuestas por dos adultos y 3 o más niños, niñas o adolescentes, reside en viviendas con falta de espacio. El estudio además señala que los menores de 18 años viven, en mayor proporcionen hogares con falta de espacio, el 9,8%, frente al resto de la población, 12,1%. La falta de espacio se asocia con un peor estado de la salud física y mental, aumenta el riesgo de sufrir accidentes domésticos y dificulta mantener relaciones con amigos y/o familiares.
También resulta llamativo que, mientras mayor sea el gasto del presupuesto familiar dedicado a la vivienda, mayor es el nivel de pobreza en la infancia. España es el cuarto país de la Unión Europea con más niños, niñas y adolescentes residiendo en hogares que dedican más del 40% de sus ingresos a pagar la vivienda y demás costes relacionados. En relación con ello, el 37,6% de los niños, niñas y adolescentes que habita en hogares en situación de pobreza viven en familias que destinan más del 40% de su renta a los gastos de la vivienda. Dicho indicador se eleva hasta el 89,9% cuando hay un sobreendeudamiento.
Además, este estudio arroja que el 52,1% de los jóvenes habita en hogares en los que se manifiesta tener problemas para llegar a fin de mes. Si se tiene en cuenta el coste de los servicios, el 12,7% habita en hogares que sufren retrasos en el pago de las facturas los suministros. Igualmente se destaca un incremento histórico en pobreza energética, siendo un 16,1% de la población infantil la que sufre la incapacidad de mantener la vivienda a una temperatura adecuada.
Ante la casuística estudiada dentro del informe, la propia entidad ha detallado una serie de medidas para las administraciones públicas mediante las cuales atacar la pobreza infantil y las consecuencias provenientes de dicha realidad.
“Este informe pone de manifiesto la necesidad de impulsar políticas públicas que aborden los diversos problemas asociados a la vivienda que enfrenta la infancia más vulnerable. Es esencial que los líderes políticos adopten medidas que estén dirigidas a mejorar las ayudas a las familias vulnerables, especialmente las monoparentales y numerosas, y a fortalecer el apoyo que se brinda a las familias que se enfrentan al desahucio por dificultades financieras”, explica Ricardo Ibarra, director de la Plataforma de Infancia.
Es esencial que los líderes políticos adopten medidas que estén dirigidas a mejorar las ayudas a las familias vulnerables, especialmente las monoparentales y numerosas, y a fortalecer el apoyo que se brinda a las familias que se enfrentan al desahucio por dificultades financieras
"En primer lugar, propone la ampliación del parque de viviendas sociales, o la creación de una Estrategia estatal de erradicación de la vivienda insegura con el fin de establecer una alternativa habitacional digna y adecuada para las personas que habitan en chabolas o infraviviendas.
Además, en consonancia con la idea del gasto del presupuesto familiar dedicado a la vivienda, señalan que es necesario crear una prestación especial para evitar el sobrecargo de la renta para las familias con niños, niñas y adolescentes a su cargo en situación de vulnerabilidad social, así como modificar los criterios de concesión de las ayudas para que estas tengan en cuenta las características específicas de cada tipo de familia y su grado de pobreza y/o exclusión social.
“Debemos desarrollar políticas sociales para dar respuesta a la problemática de la vivienda desde la perspectiva de la infancia que se encuentra en riesgo de pobreza y/o exclusión social”, concluye Ricardo Ibarra, director de la Plataforma de Infancia.