Fisioterapia ocular
¿Quién dijo que el leer rápido está reñido con entenderlo todo? Ahora la empresa Programa Integral de Lectura trabaja para involucrar a toda la población, especialmente a los niños y jóvenes para que aprendan a leer nada menos que unas 2.000 palabras por minuto y, lo que es mejor, consigan entenderlo todo.
Entender todo lo que leemos, el 100 por cien, es cuestión de aprender buenos hábitos. Ángela Suau, portavoz del Programa Integral de Lectura (PIL) explica que su objetivo es “formar lectores profesionales”. ¿Y cómo lo consiguen? Pues entrenando los ojos a través de lo que Ángela denomina como una especie de “fisioterapia ocular”.
El programa tiene una duración de cuatro semanas aunque basta hacer los ejercicios en casa unos 30 minutos diarios y asistir una vez por semana a una tutoría para desarrollar las habilidades que, según Ángela, todos tenemos y que nos permitirían leer unas 2.000 palabras por minuto, ganando tanto rapidez como comprensión y retención de lo que leemos. El PIL está recomendado para niños a partir de 8 años y, por supuesto, también funciona con adultos. Porque el “truco” está en no leer palabra por palabra como estamos acostumbrados, sino evitando esos pequeños espacios entre las palabras que parecen a simple vista una nimiedad pero que en nuestra mente se hacen enormes y nos hacen distraer la atención de lo que estamos leyendo.
Aunque hemos tenido alumnos de más de 70 años como María Luisa, Ángela explica que el proyecto que ya lleva tres años en marcha, pretende sobre todo en esta ocasión llevar a cabo pruebas de comprensión lectora en distintos centros educativos de la Comunidad de Madrid (públicos y privados), de forma gratuita, con el fin de ofrecer una herramienta más al equipo docente.
Y es que muchas veces los alumnos sufren fracaso escolar precisamente, no porque a lo mejor no sepan resolver una ecuación de segundo grado, sino porque leen el enunciado de un problema pero no llegan a comprenderlo. Quizá por eso esta campaña ha tenido muy buena acogida. E incluso en algunos centros han implementado este método, que consiste en eliminar los malos hábitos, aumentar la velocidad, (leyendo un mínimo de 2.000 palabras por minuto), y la comprensión (al 100%), mejorando así la retención de los escolares y reduciendo el fracaso escolar.