La lucha del colegio público Perú por las obras del metro llega a la Casa Real
El pasado 5 de enero, la asociación de familias del alumnado (AFA) del colegio público Perú del madrileño distrito de Carabanchel, remitió una carta dirigida a los reyes Don Felipe VI y Doña Leticia, en la que les informaban del impacto de las obras de prolongación de la línea 11 de Metro. A sólo 25 metros del patio del ciclo de infantil las consecuencias para la salud y la seguridad de estos menores son notorias.
En el escrito donde estas familias solicitaban “interés en el tema para que las administraciones involucradas escuchen”, introdujeron dibujos realizados por niñas y niños del colegio en los que expresaban su deseo de no perder el parque de Comillas, el único de la zona con sus características.
“No quiero ruido, quiero escuchar a mi profe” o “no tenemos otro parque para poder jugar”, son algunos de los mensajes de estos pequeños, plasmados en 20 dibujos que el AFA hizo llegar a la Casa Real. Ahora han tenido respuesta, vía correo electrónico firmado por el jefe de la secretaría de despacho, Cristóbal Moreno.
“Sus Majestades me encargan que, en Su nombre, le agradezca su amable invitación y los atentos dibujos que han realizado algunos alumnos de ese colegio, y le envíe un cordial saludo”, se puede leer en dicha respuesta. Además de señalar que el asunto “queda fuera del ámbito competencial de esta Casa, que no puede intervenir en procedimientos administrativos”, y avanza que “siguiendo instrucciones de Sus Majestades, se remite su escrito a la Consejería de Vivienda, Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, para su estudio”.
Ahora se espera la llegada de la tuneladora que excavará el nuevo túnel desde las cercanías del colegio Perú, cuya población escolar de más de 500 niñas y niños de menos de 12 años, algunos con trastorno del espectro autista. Por ello, estos colectivos reclaman que la Comunidad de Madrid regrese a su planteamiento inicial y ubique la tuneladora en el otro extremo de la ampliación de la línea, un solar próximo a la A-3, con mucho menos impacto en la población.
“No estamos denunciando las molestias habituales de una obra. La sola construcción de la nueva estación de metro ya debe conllevar una serie de medidas de protección para el colegio ante los ruidos y la contaminación, pero el trabajo de la tuneladora aumenta los problemas de salud asociados al polvo en suspensión. Por eso pedimos que la tuneladora no acceda desde el parque de Comillas y regrese al emplazamiento inicialmente propuesto”, señalan desde el AFA del colegio Perú.
Cuando hayan finalizado estos trabajos, dentro de 4 años, muchos de estos escolares ya habrán rebasado la edad de uso de los espacios infantiles ahora destruidos.