Detrimento sí o no: el fin de las clases en inglés de Geografía e Historia en Madrid
En diciembre de 2023, la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid anunció que, a partir del curso 2024-25, las asignaturas de Ciencias Sociales en Educación Primaria y Geografía e Historia en Secundaria y Bachillerato se impartirán en español en todos los centros bilingües públicos.
Una medida enmarcada dentro del Plan para la Educación Libre, Plural y de Calidad de la Comunidad de Madrid, la estrategia del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso para revocar las medidas más polémicas de la ley Celaá, que surge tras evidenciar científicamente que impartir Historia en inglés produce “un detrimento” de los conocimientos del alumnado “tanto en Historia como en inglés”, según Emilio Viciana, consejero de Educación, Ciencia y Universidades.
De ser aprobada esta propuesta, hasta ahora solo expresada de forma oral en un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum, se pondría fin en la Comunidad de Madrid a los 20 años de bilingüismo impulsados por Esperanza Aguirre. La expresidenta de la Comunidad de Madrid ha asegurado “no estar de acuerdo” con dicha medida, la cual afectará a un total de 400.000 alumnos de colegios e institutos públicos bilingües.
“No hay ningún estudio publicado en los últimos 20 años en revistas científicas de Educación que demuestre que enseñar Geografía e Historia en una lengua extranjera perjudique el aprendizaje de los alumnos. Por lo tanto, es una afirmación falsa desde el punto de vista científico”, asegura Rodrigo García López, profesor de Geografía e Historia del IES Jorge Manrique de Tres Cantos y uno de los participantes en la petición a la Consejería de no aprobar dicha medida.
Las horas de idioma extranjero resultantes de comenzar a dar estas asignaturas en español se destinarán a impartir asignaturas optativas en inglés, adaptadas al nivel individual de cada alumno y enfocadas en la expresión oral.
Serán seleccionadas por los centros educativos, pero en ningún caso podrán incluir las de refuerzo de lengua o matemáticas. Además, el inglés se incorporará junto con Geografía e Historia en las pruebas diagnósticas llevadas a cabo en 4º y 6º de Primaria, así como en 2º y 4º de la ESO, según la Consejería.
Aunque son muchos los que se oponen a esta medida, existen quienes piensan que el bilingüismo no es necesario. “Con el bilingüismo los contenidos muchas veces se ven adaptados e incluso reducidos para hacer accesible la asignatura a los alumnos, sobre todo a aquellos con un nivel bajo”, opina una profesora de Primaria que prefiere no ser citada.
De acuerdo con esta afirmación está Alessia Rocío Mera, estudiante en un colegio público madrileño de 3º de Secundaria, que cuenta como el inglés le dificulta el aprendizaje de Ciencias Sociales y que preferiría que este tipo de asignaturas “más complejas” fuesen en español.
“La enseñanza bilingüe es fundamental para el futuro profesional de nuestros jóvenes; aprobar esta medida afectaría de forma negativa a los alumnos más vulnerables y crearía una brecha por razones socioeconómicas”, asegura Xavier Gisbert, presidente de la Asociación Enseñanza Bilingüe, que denuncia la falta de evidencia por parte de la Consejería de Educación para respaldar la medida.
Desde la Asociación aseguran que “estudiar una materia en inglés no produce detrimento alguno ni en la materia ni en el inglés”. Es más, aseguran que, en la prueba de selectividad, la nota en Historia de los alumnos escolarizados en centros bilingües es superior a la media de la región y a la de los alumnos que la estudian en español.
Por otro lado, Gisbert señala el “esfuerzo adicional” que han realizado los profesores bilingües en términos lingüísticos y metodológicos, así como los problemas de gestión que surgirían al tener que cambiar todas las materias en los centros y espera que “haya sensatez y se rectifique la medida”.
La enseñanza bilingüe afecta al 50% del alumnado de la Comunidad de Madrid. “Es discriminatorio, y no tiene cabida en un Plan por una Educación Libre, Plural y de Calidad, que en Madrid se pueda estudiar Historia y Geografía en francés o en alemán, pero no en inglés”, añade Gisbert.
Dentro del Plan para la Educación Libre, Plural y de Calidad, y a través de un convenio que se quiere cerrar con la Real Academia de la Historia, Viciana también ha expresado la intención de la Consejería de modificar el currículo de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) e incluir en la asignatura de geografía e historia contenidos relacionados con la Constitución o la responsabilidad penal, entre otras.
“Hay ciertas cosas que como ciudadanos todos deberíamos saber”, opina Álvaro Castejón, profesor de Historia en el colegio Raimundo Lulio en Vallecas de 1º y 2º de Secundaria, que aprueba la introducción de contenidos relacionados con la Constitución al ser “aprendizajes primordiales que los alumnos utilizarán a lo largo de su vida”.
Además, opina que el currículo de la asignatura de Historia peca a veces de ser “demasiado generalista” y que “se debería profundizar en algunos temas que se pasan por encima, como la transición o los gobiernos más recientes”.
“Está muy bien que los alumnos sepan inglés, pero si no controlan su propio idioma y no conocen su historia, no vamos a ningún lado”, sentencia.