Paula Nieto: “A las mujeres no nos enseñan que cometer errores forma parte de ser unas genias”
Más de la mitad del alumnado universitario en nuestro país está compuesto por mujeres, que, sin embargo, son minoría en las disciplinas STEM –acrónimo en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas–. En la carrera de Informática, por ejemplo, no llegan ni al 20%. Lo mismo ocurre en Formación Profesional, donde las mujeres representan casi el 90% en grados de Imagen Personal o Servicios Socioculturales y tan solo el 3% en grados relacionados con el Transporte, Instalación y Mantenimiento, según los últimos datos del Instituto de las Mujeres del Ministerio de Igualdad.
Solo un 5,5% de las mujeres frente a un 13% de los hombres tiene un empleo STEM, según el estudio Mujeres en STEM. Desde la educación básica hasta la carrera laboral del Centro de Políticas Económicas de Esade. Este estudio señala que ya en 4º de Primaria, las niñas presentan una probabilidad un 15% menor que los niños de considerar las matemáticas como su materia preferida, y entre 8 y 9% menor de considerarse buenas, aprender rápido o disfrutar. Además, a los 15 años, las niñas tienen una probabilidad sustancialmente mayor que los niños (21%) de declarar que se sienten nerviosas o desesperanzadas al resolver problemas matemáticos.
¿En qué momento las niñas empiezan a pensar que las STEM son aburridas y difíciles? ¿A qué se debe? Para averiguarlo en MAGISTERIO hemos hablado con Paula Nieto, ingeniera en Electrónica Industrial y Automática, máster en Estudios de Género y fundadora de Ingenias, la primera escuela de matemáticas con perspectiva de género de España.
¿Puedes contarnos en qué consiste el proyecto Ingenias y cómo surgió?
–Después de estar trabajando durante siete años como ingeniera de sistemas electrónicos para grandes empresas del sector automovilístico en Múnich, quise darle un giro a mi carrera profesional y volver a España. Me intrigaba mucho por qué no había tenido apenas compañeras en un sector que ofrece muchas oportunidades y buenas condiciones laborales. Con el fin de descubrirlo me matriculé en el máster de Estudios de Género en la Universidad Complutense de Madrid y realicé mi trabajo de fin de máster sobre las medidas de atracción y retención de mujeres de las dos universidades politécnicas más grandes de España.
Este estudio fue lo que me inspiró a fundar Ingenias, una escuela con perspectiva de género, formada actualmente por un equipo de siete personas, en la que impartimos clases de apoyo de Matemáticas y Física a chicas a partir de los 11 años y hasta la universidad.
Los siete años que ejercí como ingeniera en Alemania, me encontré en un ámbito laboral prácticamente sin compañeras: éramos una por cada 50 hombres
¿En qué consiste el Método Ingenias?
–El Método Ingenias recoge las recomendaciones de la investigación científica para acercar las matemáticas y las ciencias a las mujeres. Además, las clases de matemáticas se complementan con sesiones exclusivas de crecimiento personal para trabajar en que la autopercepción de las mujeres sea más objetiva, y con ello ganen seguridad y confianza en sí mismas y en sus capacidades.
Y a ti, ¿qué te llevó a estudiar Ingeniería?
–Estudié mi carrera porque siempre me gustó desmontar las cosas para saber qué tenían por dentro; en mi casa me decían que era una «enredadora». Además, mi padre y mi abuelo son ingenieros, lo que seguramente me sirvió de referencia.
¿Alguna vez te has sentido juzgada como mujer ingeniera en el ámbito laboral?
–Los siete años que ejercí como ingeniera en Alemania, me encontré en un ámbito laboral prácticamente sin compañeras: éramos una por cada 50 hombres. Era una extraterrestre para ellos y me encontraba con el prejuicio de que las mujeres no sabemos ni de coches ni de electrónica. Me acuerdo de las miradas de algunos alucinando con que yo tuviera algo que decir en las reuniones.
Y durante tu etapa educativa, ¿te encontraste con mucha gente que te decía que no lo ibas a conseguir?
–El profesorado de los últimos años del instituto y mis compañeros de primer año de carrera. Me acuerdo de un compañero que me dijo que estaba allí para encontrar marido. Madre mía.
Me acuerdo de un compañero que me dijo que estaba allí para encontrar marido. Madre mía
¿Cuál es la autopercepción de las estudiantes frente a las matemáticas durante su etapa educativa?
–Según el informe PISA 2018, el autoconcepto en matemáticas es frecuentemente más bajo en ellas que en ellos. También sufren mayor ansiedad matemática y creen menos en sus propias capacidades matemáticas ante los nuevos retos de la digitalización, según el último informe 2022. Esto influye directamente en su rendimiento y en su interés por esta materia, lo que a su vez repercute en sus proyecciones laborales.
¿Consideras que hay una idea social preconcebida de que las matemáticas son ‘masculinas’?
–Sí, de hecho escribo sobre ello en el primer capítulo del monográfico Nuevas tecnologías, género y coeducación en el siglo XXI. La ciencia se ha estructurado con el modelo del estereotipo masculino, por lo que se ha extendido la idea de que las mujeres no son aptas para el conocimiento científico. Así, creen no tener la suficiente competencia para enfrentarse a las asignaturas como matemáticas o física, en las que tradicionalmente se estima que la capacidad intelectual, el raciocinio y la genialidad, propias de estereotipo masculino, juegan un papel mayor.
¿Qué es lo más importante para motivar a las alumnas?
–Es imprescindible motivar al profesorado para que trabaje con ellas en su autoestima porque esto es precisamente lo que diagnostica la investigación científica como uno de los principales causantes de su desinterés por estos ámbitos.
Para ello, es muy importante que la cultura pedagógica patriarcal actual se transforme, de manera que se empiece a transmitir desde las aulas que ellas también forman parte de estos ámbitos. Esto se puede hacer utilizando referentes femeninos, una lengua e iconografía no sexistas, relacionando las matemáticas a sus aplicaciones sociales, políticas, medioambientales y del ámbito reproductivo y configurando dinámicas de aprendizaje más colaborativas.
Es imprescindible motivar al profesorado para que trabaje con ellas en su autoestima
¿Por qué es importante la incorporación de las mujeres al mundo STEM?
–Si bien la incorporación de las mujeres a estos ámbitos es necesaria por un tema de equidad –al igual que la de colectivos minoritarios y personas negras y racializadas–, también lo es porque las mujeres podemos ser los agentes de transformación clave que modifiquen las líneas de innovación actuales para conducirlas hacia la creación de productos y servicios mejor adaptados a las necesidades de las personas, más respetuosos con el medio ambiente y cuyo diseño contemple la diversidad de realidades.
¿Qué le dirías a una estudiante que siente frustración ante el estudio de las matemáticas?
–Le diría que ejercite lo que se llama la mentalidad de crecimiento. Céntrate en lo que sí puedes controlar, analízalo, prueba si funciona y sigue intentándolo, es decir, fíjate en cómo estás estudiando, analiza los exámenes, y cambia una y otra vez de técnicas y estrategias de estudio hasta que encuentres las que te encajan y hagan conseguir los resultados que buscas.
¿Qué consejo personal le darías?
–A las mujeres no nos enseñan a que cometer errores forma parte de ser una genia, así que cometerlos será un aprendizaje nuevo para tí. Ten en cuenta esto y ten paciencia. Te aseguro que merece la pena intentarlo porque cuando veas que puedes, sentirás que no hay reto que te impida conseguir lo que quieras en los estudios.