James Petrie: “El problema del nivel de competencia lingüística no es de aprender, sino de enseñar”
‘The British School of Barcelona’ ofrece una educación internacional, desde Infantil hasta Bachillerato, con la misión de dotar al alumnado de conocimiento, autoestima, resiliencia, valores y habilidades que necesitarán después de su graduación. En él forman a alumnos y alumnas capaces de superar cada reto con confianza y seguridad dando forma a su propio futuro.
El colegio privado ha obtenido la calificación de excelente en todas las categorías, siendo este el más alto reconocimiento que un centro educativo internacional puede recibir. James Petrie, director del colegio, nos cuenta en esta entrevista las claves diferenciales de su proyecto educativo por el que han llegado a ser reconocidos como uno de los mejores colegios británicos del mundo.
¿Cuál es la misión y los valores que transmitís desde vuestro centro?
–Tenemos muchos colegios mission statement. British School es una comunidad educativa comprometida y con elevadas perspectivas. Hay varios valores en esta mission statement, tanto con una visión de parte académica, como parte personal y global.
¿Cuáles son las claves diferenciales de vuestro proyecto educativo con respecto a otros centros educativos internacionales?
–Nosotros somos un colegio internacional pero todavía tenemos como 50-55% de alumnos que son locales, entonces es un grupo un poco interesante. Lo que hacemos como colegio totalmente británico es impartir desde el primer día todas las clases, menos las de castellano y catalán, en inglés. Prometemos excelencia académica.
Al final de cuarto de la ESO y segundo de Bachillerato ofrecemos los exámenes formales británicos. Ofrecemos muchas alternativas durante los cursos para que así los alumnos puedan elegir su propia ruta y su propio viaje.
En Primaria hacen muchos proyectos multidisciplinarios, trabajan mucho en grupos y pueden elegir su propio rol en el grupo. Cuando entran en Secundaria tienen que elegir el idioma extra que quieren estudiar, o francés o alemán, y cuando terminan primero de la ESO pueden elegir unas optativas.
Tenemos un currículo base, pero también hay unas optativas que están atendiendo a este currículo base. Además, en Bachillerato pueden elegir entre A Levels que es el sistema típico de Inglaterra, tres o cuatro asignaturas con bastante profundidad de contenido, o el Bachillerato Internacional con seis asignaturas. Somos el único colegio que ofrece estas dos vías en Bachillerato y por ello decimos que nuestros alumnos pueden ir a estudiar a cualquier universidad del mundo. El rango de destinos ha crecido mucho y lo que nosotros ofrecemos para ir a ellos es algo único.
En Primaria hacen muchos proyectos multidisciplinarios, trabajan mucho en grupos y pueden elegir su propio rol en el grupo
Preparáis a vuestros alumnos para un mundo cada vez más globalizado. En vuestra opinión, ¿cuál es el nivel de competencia lingüística actualmente en España respecto al resto de países europeos?
–Pregunta muy difícil, hablando como inglés que soy, somos los peores en idiomas, en Inglaterra somos muy vagos con los idiomas. Nuestro colegio es un poco diferente respecto a lo que pasa en los colegios públicos. Soy consiente que han intentado introducir muchas fórmulas en los colegios públicos para aumentar y mejorar el inglés. Las cosas están mejorando, lo que pasa es que es aún más difícil encontrar nativos de inglés para dar clases en todos los colegios. Entonces a lo mejor no es un problema de aprender, sino un problema de enseñar.
Tengo la sensación de que ahora hay más gente que habla inglés en España que hace 20 años, cuando vivía en Madrid. En Inglaterra tenemos un gran problema también con los idiomas, en las universidades cada año hay menos gente que tiene carreras de idiomas, no es un problema solamente de aquí a España, es un problema global.
En ese desarrollo personal del alumno, ¿cuál es la manera que tenéis desde vuestro grupo de fortalecer un espíritu de liderazgo entre los alumnos?
–Tenemos los hábitos de aprendizaje, originalmente eran nueve, pero hemos añadido uno, que se llama liderazgo. En los proyectos, por ejemplo, siempre está el rol de líder. En Bachillerato cada miércoles por la tarde colapsamos el currículo para hacer cosas extra, una de ellas es una charla en público, una oratoria, y esto es un elemento de liderazgo.
Es increíble cómo se nota cómo crecen los alumnos en su autoestima, sobre todo los más tímidos. En el mundo de la inteligencia artificial nadie puede confiar ya en las cosas escritas, por lo que hablar en público va a ser cada vez más y más importante.
Además, hacemos cosas como el International Award, donde los chicos tienen que elaborar algo para la comunidad, hay muchos que van para dar clases escolares locales de inglés. Tenemos muchas maneras de cubrir este elemento tan importante y lo que más notamos es cuando salen del colegio con una confianza en sí mismos más alta de lo normal en esas edades.
En el mundo de la inteligencia artificial nadie puede confiar ya en las cosas escritas, por lo que hablar en público va a ser cada vez más y más importante
¿Qué tipo de actividades hacéis y que objetivos perseguís con ellas?
–Tenemos un gran rango de actividades como deportes, arte, teatro… lo que intentamos hacer es que los hábitos de aprendizaje que usamos en las clases del currículo estén reflejados en las extraescolares también. Estas forman parte, no es un extra, se llama extraescolares, pero no es un extra, forman parte del mismo programa. Nos enfocamos en muchas actividades, pero sobre todo en el teatro, creo que es la mejor manera de mostrar su nivel de inglés y su autoestima a la hora de hablarlo.
En el libro ‘Building Learning Power’ de Guy Claxton definís algunos hábitos de aprendizaje. ¿En qué consisten estos hábitos?
–Guy Claxton vino hace cinco años para empezar este nuevo movimiento en el colegio, tenemos esos diez hábitos de aprendizaje como curiosidad, imaginación, sociabilidad… Pero el verdadero cambio ha sido para los profesores. Si tomamos una clase de geografía como ejemplo, en lugar de empezar con el contenido de los volcanes ellos planifican la clase sobre el hábito, si el hábito es curiosidad empezamos con curiosidad aprendiendo el contenido sobre volcanes, en lugar de poner un diagrama los chicos tienen que descubrir por sí mismos cómo funciona un volcán, es otra manera de enseñar basado en el aprendizaje, por eso siempre empezamos con el hábito.
Tenéis un reconocimiento muy potente. De cara a la proyección internacional esto ayuda a los alumnos, ¿en qué sentido?
–El reconocimiento marca la diferencia, y sí, la demanda para puestos en el colegio es muy grande. Además, hemos ganado un premio para el Wellbeing Award, el premio del bienestar, este no es tan reconocido, pero es muy importante también para nosotros porque hemos trabajado mucho. Lo de la inspección de BSB esta enfocada a cosas académicas, entonces ganar este premio para bienestar me parece imprescindible para tener este equilibrio entre las dos cosas.