Los programas de arte y escuela, piezas clave de impacto positivo para el desarrollo humano y social

Con motivo de la Semana de la Educación Artística –que se celebrará del 20 al 26 de mayo del presente año– la Fundación Daniel y Nina Carasso quiere poner en valor la importancia del arte para el desarrollo de las personas y la sociedad. Mucho más allá de las manualidades o el dibujo, cuando el arte se integra como lenguaje y herramienta escolar transversal puede convertirse en un factor de desarrollo personal y social, así como en eje vertebrador del cambio y abordar los retos actuales de la sociedad.

La Semana de la Educación Artística, proclamada por la UNESCO y celebrada cada cuarta semana de mayo desde 2011, es una oportunidad para recordar los impactos positivos que la enseñanza de la cultura y las artes tienen en el desarrollo integral de los estudiantes, así como su alcance como elemento de cohesión social. En ese marco, España vive un momento trascendental que aúna voluntad política con demanda social, para integrar todo ello en el sistema educativo y en contextos de aprendizaje.

“Son muchas las evidencias del papel decisivo de la presencia del arte en el sistema educativo. Su papel en el desarrollo de las personas y de nuestra sociedad está reconocido internacionalmente”, expresa Pepa Octavio de Toledo, responsable de la línea de Arte Ciudadano de la Fundación Daniel y Nina Carasso. “Nos encontramos en un momento trascendente para contribuir a su integración en los diferentes ámbitos educativos y contextos de aprendizaje”.

Dentro de la Fundación Daniel y Nina Carasso se impulsan numerosos proyectos de arte y escuela con prácticas transversales capaces de generar cambios positivos en el alumnado, el profesorado y los agentes sociales próximos a los centros educativos. Entre ellos, con motivo de la Semana de la Educación Artística, se presenta una selección de proyectos que ejemplifican cómo las artes generan una mayor conciencia ciudadana y hacen posible abordar, mediante diversidad de recursos los retos actuales que afrontan las sociedades.

Entre aquellas iniciativas aparece Planters, de la Asociación ConArte Internacional. Esta es una iniciativa que trabaja con pedagogías para reducir tensiones producto de la diversidad cultural e introduce procesos de aprendizaje vinculados a las artes de la mano de artistas y docentes en los centros educativos de Cataluña.

Las escuelas e institutos que forman parte del proyecto Planters realizan una hora semanal de artes escénicas, danza o música (orquesta de cuerda o conjunto de ukeleles) con un equipo formado por docentes y artistas en activo que trabajan de manera coordinada. Los participantes de este grupo realizan un ciclo de dos años, durante los cuales se comparte públicamente el proceso creativo en el que el alumnado, el profesorado y los artistas son cocreadores.

Por otra parte, también destaca el proyecto Vibras. Surgido de la alianza entre la Fundación Tomillo y la Asociación Kubbo, busca generar un espacio de desarrollo comunitario en los barrios madrileños de Usera y Carabanchel a través de la creación artística; indiferentemente de si es de carácter musical, freestyle, danzas urbanas y la escuela de la musicalidad.

De esta manera, se incide en el trabajo con los y las jóvenes en competencias transversales como el pensamiento crítico, el trabajo colaborativo, el autoconocimiento o la ciudadanía activa.

Otro proyecto al que puede aludirse es al LÓVA. El acrónimo tiene por significado “La Ópera, un Vehículo de Aprendizaje” y es un proyecto que busca convertir las aulas de Educación Primaria en compañías de ópera a lo largo de un curso completo, en el que el alumnado asume las diferentes funciones de una producción de este género musical. Durante el año académico, se encargan de crear y estrenar su propia en funciones en las que no cuentan con la ayuda de adultos.

LÓVA se hace siempre durante el horario lectivo, se integra dentro del currículo y tiene como objetivo el desarrollo de competencias clave. Si bien es cierto su principal etapa de desarrollo es la Educación Primaria, no limita su realización únicamente a este nivel, contando con presencia en todas las etapas educativas y también en entornos sociales diversos como asociaciones culturales, centros de día o prisiones.

Por su parte, también resulta de gran importancia aludir a The Cross Border Project. Surgido en Nueva York como proyecto personal de la dramaturga y directora de escena Laura Miranda, busca formar a docentes a través de proyectos artístico-pedagógicos en las aulas de sus centros educativos.

Está conformada por un grupo de artistas que trabajan en el ámbito teatral, la educación y la transformación social, es una acción de innovación cultural y social, compuesta por una compañía de teatro, una escuela de teatro aplicado y una cocina.

Dentro de la Fundación, uno de los proyectos más consolidados en el ámbito de la Educación artística es PLANEA, red de arte y escuela. Se encuentra integrada por centros educativos, agentes e instituciones culturales que se comprometen a utilizar las prácticas en la escuela pública de manera transversal, situada en los territorios y con vocación de generalización y permanencia. Dentro de los múltiples proyectos que se están llevando a cabo en los centros piloto pueden destacarse:

“El cole patas arriba” es una propuesta desarrollada en el centro educativo La Vereda de Güejar Sierra (Granada), que plantea transformar sus espacios en lugares que inviten a la creación artística por medio de la arquitectura, el diseño, las artes plásticas y la comunicación emocional, y lo consiguen gracias a metodologías que convierten en protagonista a la comunidad educativa en el diseño y mejora de nuevos espacios de juego.

“Adolescencia Móvil” se desarrolla en el Instituto de Secundaria Bovalar de Castellón, que brinda un espacio seguro para que el alumnado explore y reflexione sobre su relación con la tecnología y mediante la creación de un archivo visual que documenta sus percepciones y sirve como testimonio de la complejidad de esta etapa vital.

De ese modo y desde diferentes enfoques y disciplinas, escuela y arte se unen para el desarrollo y el enriquecimiento de la vida de niños y jóvenes, por lo que las instituciones, el sector educativo, la comunidad cultural y la sociedad deben colaborar para lograr una educación artística que responda a los retos actuales del mundo. Estas prácticas serán protagonistas en la próxima cumbre Mondiacult 2025 en Barcelona.