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Inglés visual con 'flashcards': ¡'Flashcards' para todos!

Los niños necesitan estímulos para aprender que despierten su atención y, en general, a edades tempranas lo que más capta su interés llega por la vista o por el oído. Puesto que en artículos anteriores ya hablamos de bailes, movimiento y canciones, hoy nos centraremos en los estímulos visuales aplicados a la enseñanza del inglés en Infantil y Primaria, concretamente en las conocidas como 'flashcards', cuyo uso en el aula está ampliamente extendido en estos niveles. ¡Abrid bien los ojos!
Javier MolláViernes, 7 de junio de 2024
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'Flashcard' personal creada con Canva.

Aclaremos primero qué es una flashcard, por si alguien desconoce este recurso. Son básicamente tarjetas, normalmente por pares, en que una de ellas tiene una imagen y la otra, su palabra o frase correspondiente. Por hacer un juego de palabras, son una card que produce un flash, por lo que hacen que el inglés llegue a nuestro cerebro como el destello de una cámara de fotos por nuestros ojos. Sencillo, ¿verdad? Y visual. Pues algo tan simple se puede convertir en una herramienta básica para el aprendizaje del inglés. Veamos cómo.

Una propuesta para Infantil

En esta primera etapa, los recursos que destacan elementos visuales funcionan especialmente bien, porque es un período en el que a los niños los colores, los dibujos y las formas les resultan muy llamativos. Lo que no significa que sólo usemos este tipo de materiales en la clase, sino que podemos combinarlos con otros más auditivos, como, por ejemplo, las canciones.

Una propuesta de rutina

Es importante que los niños tengan una rutina de trabajo, así asocian cada materia a unos actividades que se repiten con frecuencia y saben qué hay antes y qué vendrá después. Por eso, para empezar la clase, una buena manera es un canción de saludo. Ponemos un ejemplo de uno de los canales ya citados anteriormente en esta sección:

Una vez despiertos y animados, pasamos al tema del día, el que sea en cada caso: el tiempo, los colores, los animales, etc., el que cada profesor estime oportuno. El tema también se puede introducir con otra canción, para luego pasar a las flashcards. Una manera de usarlas aquí consiste en mostrar las tarjetas y pronunciar la palabra para que los alumnos la repitan a continuación. Tras este paso, las colocamos encima cualquier superficie  (mesa, suelo, etc., dependiendo del aula) y damos una instrucción del tipo «toca…», para que los niños toquen la imagen correcta.

Este sería el procedimiento, que podemos repetir con cada tema de vocabulario que queramos enseñar.  Así tendremos clases en las que los alumnos reciben estímulos visuales y auditivos, y además se mueven y se divierten. No hace falta añadir que, a mayor nivel educativo, mayor es la cantidad de flashcards que podemos introducir.

En caso de que percibamos cierto aburrimiento ante tanta rutina, podemos intercalar algún tipo de juego relacionado con el tema que estemos tratando, o actividades como colorear los propios flashcards.

Una propuesta para Primaria

Ya desde los primeros ciclos de Primaria podemos cambiar un poco la metodología empleada para Infantil. Vamos a seguir utilizando las flashcards, pero de otra manera, puesto que las características de la clase son diferentes.

Cada día podemos empezar pasando a los alumnos el vocabulario en el que queremos focalizar el aprendizaje y que consideremos más importante en ese nivel (números, el abecedario, animales, etc.), a lo que añadiremos otros de manera más esporádica dependiendo de lo que queramos trabajar ese día. Y a  partir de este segundo elemento podemos introducir las variantes en la rutina de la clase y enfatizar el estudio de una u otra habilidad en cada ocasión. Por ejemplo, con las flashcards también podemos hacer que escriban las palabras que van aprendiendo.

Esta metodología es más conveniente en los tres primeros años de la etapa de Primaria. En los últimos, la clase se vuelve más una clase ordinaria de idiomas y ya se empiezan a aprender cuestiones gramaticales y otras partes del idioma. Sin embargo, esto no implica dejar de usar las tarjetas como herramienta de aprendizaje, pues mantiene su utilidad como recurso para cualquier etapa educativa y edad de los alumnos, incluido adultos. Lo que cambia es la manera de usarlas y su importancia dentro del desarrollo del curso. Podemos decir que en los niveles que hemos abordado en este artículo, las flashcards constituyen el hilo conductor de las clases según nuestra propuesta, mientras que en otras etapas educativas pensamos que deben pasar a usarse simplemente como complemento a otro tipo de materiales.

Páginas web con 'flashcards'

Es muy sencillo encontrar tarjetas de inglés en internet. En cualquier búsqueda que hagas aparecerán centenares de enlaces, imágenes y recursos. Por recomendar algunas gratuitas y que nos parece que ofrecen unas flashcards útiles, fácilmente descargables e imprimibles  con buena calidad de imagen, vamos a citar algunas:

Sin olvidar Canva, la web de plantillas de todo tipo que permite crear y personalizar tus propias flashcards, como puedes ver en la imagen que ilustra este artículo.

Esperamos que el artículo os haya resultado interesante y os animamos a usar este tipo de recurso si es que hasta ahora no lo hacíais. Y una última sugerencia: las flashcards son también un material que puede salir del aula para viajar a casa. Quizá sería una buena idea animar a los padres que puedan hacerlo a jugar un poquito con estas tarjetas con sus hijos en casa para reforzar las cosas que van aprendiendo. Seguro que esto hará que los niños retengan con mucha más facilidad las palabras. Así que flashcards para todos: para niños, y para profes y padres. ¡Flashcards por todas partes!

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