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Creciendo como políglotas

Quien crece en un entorno multilingüe tiene un tesoro, porque desde muy joven será políglota, y nadie discute que este hecho será un ventaja para él en muchos ámbitos de la vida. Pero, ¿por qué un cerebro de dos o tres años ya es capaz de gestionar tres o cuatro idiomas a la vez, y el mío, que lleva como diez años intentando aprender inglés, todavía no lo domina? No tenemos una respuesta unívoca a esta pregunta, pero en su defecto, hoy vamos a hablar de qué hacen los padres cuyo idioma materno no es el mismo para criar a sus hijos en un entorno multilingüe, porque es un gran ejemplo del que podemos beber tanto los profesores de inglés y de otras segundas lenguas, como los padres que tengan la capacidad de usar los recursos y las estrategias que vamos a mencionar.
Javier MolláMartes, 18 de junio de 2024
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Los políglotas saltan de un idioma a otro sin apenas esfuerzo.

El tema de las personas políglotas es complejo y puede admitir criterios variados a la hora de definir los conceptos, pero vamos a simplificarlo un poco. Pongamos para empezar que consideramos que una persona es políglota cuando puede usar sin problemas tres idiomas o más (y dejemos a los bilingües un poco fuera hoy, pues es una realidad mucho más frecuente en el mundo, aunque estrictamente hablando también podríamos decir que son políglotas).  Entonces, ¿cómo hay niños de apenas tres o cuatro años que ya tienen esa capacidad? ¿Qué hacen? ¿Son necesariamente superdotados? La realidad es que no. Simplemente, crecen en un entorno cuyo resultado es ese. Tan sencillo como eso.

¿Cuál ese ese entorno pues? Uno en el que el padre tiene un idioma nativo y la madre otro distinto y ambos, por ejemplo, tienen una buena competencia en inglés, puesto que en ese idioma se conocieron por primera vez y se comunicaban, y con la ayuda del inglés se enamoraron, y etc., etc., así llegó ese bebé que no levanta un palmo del suelo y ya habla tres idiomas (mejor que sus propios padres el idioma no materno ).

La parte curiosa de estos casos que nos interesa hoy es que, normalmente, estos padres, conscientes de que viven en un entorno multilingüe, tienden a reforzar este aspecto de la educación de sus hijos más allá de la escuela. ¿Y qué hacen para que sus hijos mejoren su inglés, por ejemplo?

Veámoslo.

Leerles en inglés

No es necesario ser un hablante nativo de inglés para leerle a tu niño o niña historietas o cuentos desde que son muy pequeñitos. Basta con tener un nivel aceptable del idioma para hacer esto al principio. Mejor que se encargue de esta tarea la persona en el hogar con mayor nivel, eso sí.

La conclusión extrapolable es obvia: exponer a una persona muy pequeña a un estímulo auditivo con una voz reconocible y con la que tiene un vínculo afectivo parece que funciona muy bien. Probablemente lo más relevante aquí sea el vínculo afectivo, que despierta la mente hacia el nuevo idioma y la haga más permeable y receptiva al mismo.

Algunas recomendaciones para leerles

Colección editada por niveles y con los más variados temas, pero muchos sobre animales  y naturaleza.

Muy orientados para ser usados en educación. Colección subdividada en etapas, edades y niveles, para ajustarlo lo más posible a nuestras necesidades.

Libros para niños sobre las historias de Elmer, un vistoso elefante de colorines que es ya todo un clásico.

Otra animación, en este caso un ratoncito, que ha servido para crear libros y todo tipo de materiales.

Series en inglés para niños

De vez en cuando y durante poco tiempo. Quizá sea bueno en momentos en los que les ayuden a relajarse, de modo que lo vinculen a algo positivo para ellos de alguna manera. Algunos padres les dejan ver algunas de estas series durante 10 minutitos antes de ir al colegio, mientras ellos se preparan también para llevarles. Seguro que algunos de estos nombres os suenan:

  • Peppa Pig, la más famosa de los animales angloparlantes.
  • Simon, el súper conejo.
  • Puffin Rock, un pajarillo con cara de triste, útil compañero en el viaje del inglés de los niños.
Khan Academy

Esta aplicación fue desarrollada por una organización sin ánimo de lucro (aunque se pueden hacer donaciones) y tiene recursos para estudiantes de inglés de todas las edades. Hay una sección para padres con buenos materiales para que los niños jueguen y aprendan. Puede ser una buena opción para esos ratos en los que uno está muy ocupado y quiere entretener a su hijo con algo, pero también es útil para profesores como banco de recursos para el aula. No se trata, sin embargo, de darle la tablet y dejarlo ahí el máximo de tiempo posible. El tiempo de exposición a este tipo de recursos en edades tan tempranas debe ser muy limitado tanto para que sea efectivo en cuanto al aprendizaje, como para no obviar que a edades tan tempranas hay otros estímulos que los niños necesitan más que la tecnología. Por otra parte, la web no sólo tiene recursos para inglés, sino para materias tanto ciencias y tecnología como de humanidades.

Entender el hecho del poliglotismo mejor nos ayuda a comprender los procesos de aprendizaje de lenguas y, por tanto, a ser mejores profesores y aprendices. Por eso, seguro que en alguno de nuestros próximos artículos volveremos sobre este tema. ¿Y vosotros, también conocéis pequeñajos que hablen tres o cuatro idiomas, o que simplemente hablen inglés como los ángeles de Buckingham Palace? Con lo que a los demás nos cuesta…¡qué envidia!

 

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