Islam y no violencia

El pasado viernes 23 de agosto, por toda España, grupos de senegaleses celebraban el Grand Magal de Touba.

Se trata de una festividad en la que honran la memoria del fundador del muridismo, Amadou Bamba, un líder sufí. En nuestro país se celebra con copiosas comidas y cánticos rituales, como se puede ver en este evento en Oviedo.

El sufismo se ha popularizado a medida que lo ha hecho la búsqueda espiritual que caracteriza a los países occidentales, y que han ganado peso las corrientes new age que han tomado a alguno de sus autores como referencia. Son famosos, por ejemplo, Rumi, de quien se encuentran abundantes citas en la red incluso en forma de memes; o Khalil Gibran, cuyos cuentos cortos y poemas han servido de inspiración o copia a autores muy leídos.

Pese a la deriva mainstream, se trata de una corriente que nace dentro del islam como vía para acceder a la espiritualidad que une a todos los seres humanos. Con el tiempo se ha ido consolidando su tendencia a buscar la verdad en el interior de uno mismo y el servicio a los demás. Estos dos son valores en los que coincide con otras corrientes de varias religiones, y a los que hay que sumar la reflexión e interpretación de los textos del Corán, así como de filósofos, escritores místicos y líderes espirituales.

Las palabras del filósofo sufí del siglo XII y nacido en Murcia, Ibn Arabi, nos pueden servir de orientación para comprender un precepto fundamental de esta corriente espiritual:

Mi corazón se ha hecho capaz de adoptar todas las formas. Es pasto de gacelas, y convento de monjes cristianos, y templo de ídolos, y la Ka’aba de los peregrinos, y las Tablas de la Ley, y el libro del Corán. Yo milito en la religión del amor, cualquiera que fuere el sendero que hallaren sus camellos.

Teniendo en cuenta que Ibn Arabi vivió además en una época de guerras religiosas (“las Cruzadas”) ¿no te parece un texto muy significativo para nuestra época?

Ahmadou Bamba fundó el muridismo y la ciudad de Touba, lugar de encuentro de los muridíes cada 23 de agosto. Se celebra el exilio que sufrió con la persecución de las autoridades coloniales francesas en 1895, tras ser acusado de organizar una yihad por la liberación de Senegal de su condición de colonia.

A partir de ahí comienza el periplo del místico por diferentes lugares, en torno al que crece su producción de escritos con enseñanzas y poemas místicos, y luego, tras su muerte, un conjunto de relatos de sus hazañas, en algunos casos milagrosas.

Los valores principales de meditación interior y de compromiso con los demás (que vimos en este artículo sobre el autor cristiano San Agustín), también los encontramos en los textos del islámico Ahmadou Bamba. Aquí te traigo algunos fragmentos de su obra con los que podremos reflexionar:

Me habéis deportado con la excusa de que soy un adorador a Dios que lleva a cabo la yihad.

Tenéis razón, mi yihad es por amor a Dios.

Pero mi yihad es con las armas del conocimiento y la piedad en mi posición de adorador de Dios y servidor del Profeta.

[…]

Y si los enemigos poseen armas y son temidos,

mis armas son las que ya he mencionado.

Así es como llevo a cabo mi yihad.

Este texto y la actitud con la que acompaña su proclama independentista lo emparenta con figuras importantes de la historia como Ghandi en la India o Martin Luther King en Estados Unidos. De hecho, es frecuente presentar al senegalés como un precedente de los movimientos de liberación que unían su activismo con la no violencia. Poco tiene que ver esta comprensión de la yihad con la que nos hemos acostumbrado a ver en las noticias.

La mejor yihad consiste en poner límites al alma para que no se ocupe de lo que no le incumbe. Es lo más difícil y quien no lo ponga en práctica fuera de su oración tampoco podrá ponerlo en práctica dentro de ésta.
Reflexiona sobre la tierra, el cielo, los astros, el sol, la luna, los árboles, el fuego, las piedras, la noche y el día, así alcanzarás la certeza de corazón y también la luz.

Es fácil apreciar aquí el compromiso que hace con la libertad del otro. Ahmadou Bamba no pide en este texto que se extienda el islam, sino que se limite la acción, la práctica, a lo que a uno le incumbe. Si nos preguntamos que es lo que incumbe al muridí, el místico propone elementos de reflexión que no afectan solo al islam. Y si aun tenemos dudas sobre la liberación política que incumbía también a los senegaleses, podemos considerar el texto anterior en el que respondía a la acusación de las autoridades coloniales francesas.

Y cuando las criaturas se debatirán entre la angustia y la tristeza, un pregonero público gritará: «¿Dónde están los que se han puesto al servicio de las criaturas?» Y a los que respondan: «¡Nosotros!», se les ordenará entrar rápidamente en el hogar de las delicias, diciéndoles: «Entra en el Jardín sin pena ni obstáculos». Da, pues, tus preciosos servicios a todos por amor exclusivo a Dios, sin descanso ni palabra de queja.

A través de este texto podemos analizar la importancia que tiene el servicio desinteresado. Tomando como base el islam, la recompensa vendrá por la entrada en el jardín de las delicias. ¿Es pues entonces desinteresada la ayuda? Lo podemos proponer como debate. Pero debemos considerar también que el pertenecer a ese “nosotros”, formado por una comunidad de gente que se ayuda unos a otros sin esperar nada a cambio es en sí mismo un paraíso. Puesto que la interpretación y la reflexión está en la base del sufismo animémonos a reflexionar estos temas con nuestro grupo.

La mayoría de los defectos humanos tienen su origen en el miedo a las críticas y en el amor a los elogios.

Podemos llevar esta enseñanza a nuestro propio contexto, ya sea nuestro entorno laboral, nuestra familia o comunidad… Podemos aplicarlo a nosotros mismos, ¿en qué situaciones nos hemos fallado a nosotros mismos sea por miedo a ser criticados o por deseo de aprobación? Desde luego, proponer este texto a nuestro grupo dará para que cada uno pueda reflexionar sobre su lugar en él.

¿Cuál es el papel de la religión en nuestras sociedades y en la política actual? Esta pregunta, que da para intensos análisis, y diferentes posturas, la podemos actualizar en el tema que tratamos aquí.

En el contexto geopolítico de Senegal el muridismo tiene, según algunos autores, un papel importante. Para algunos, la moral muridista es un medio de contención frente a la expansión de tendencias extremistas del islam que se extienden cada vez más. Para otros, aun reconociendo este papel, la autoridad con que se reconoce al líder en Touba, descendiente directo de Ahmadou Bamba, es algo a superar para alcanzar la separación Iglesia-Estado que caracteriza la razón occidental.

Senegal, es frontera con Mali y Mauritaria, regiones por las que se extienden conflictos por la extensión de doctrinas salafistas que abogan por una autoridad islámica que imponga una ley basada en su interpretación del Corán. Muchos de los inmigrantes que tenemos en Europa, para los que en España se proponen dispositivos de ayuda humanitaria, son de esta región. A Senegal llegan malienses y mauritanos escapando de la violencia generada por las corrientes que buscan radicalizar el islam. Algunos son también muridistas, forman una comunidad que una vez más se ve convocada a resistir.

Igual que durante la colonización francesa el muridismo propuso una resistencia pacífica, ¿podrá ofrecer un alto a la expansión de la violencia apelando a la conciencia, a los valores de servicio y reflexión personal, a un islam no autoritario?