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Ausencia de educación afectiva en las peleas de parejas

Llucià Pou Sabaté
Teólogo
2 de septiembre de 2024
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Las películas Sr. y Sra. Smith (2005) y La Guerra de los Rose (1989) ofrecen un espejo distorsionado pero revelador sobre cómo el amor puede convertirse en odio cuando la lucha de egos toma el control de una relación. A través de una narrativa llena de acción, comedia negra y dramatismo, ambas películas muestran cómo la falta de comunicación, la rivalidad y el orgullo pueden transformar una relación inicialmente amorosa en un campo de batalla.

El amor convertido en guerra: dos enfoques cinematográficos

En Sr. y Sra. Smith, vemos a Jane Smith (Angelina Jolie) y John Smith (Brad Pitt), una pareja de asesinos a sueldo que lleva una vida aparentemente normal hasta que descubren que han sido contratados para eliminarse mutuamente. Este giro lleva a una explosión de violencia y estrategia entre ellos, donde el amor y la lealtad quedan relegados frente a la necesidad de sobrevivir y la competencia por ser el mejor. La película utiliza la acción y el humor para reflejar la guerra interna que puede desatarse cuando las parejas dejan que el orgullo y la rivalidad se interpongan.

Por otro lado, La Guerra de los Rose lleva este concepto a un extremo más sombrío. Barbara y Oliver Rose (Michael Douglas y Kathleen Turner), una pareja que comienza siendo feliz, termina enfrascada en un brutal conflicto por su hogar y las pertenencias compartidas. Lo que comienza como una disputa por un divorcio se convierte en una batalla despiadada, que culmina de manera trágica con ambos personajes colgando de una lámpara de araña, símbolo de la opulencia que una vez compartieron, y muriendo debido a su incapacidad para ceder o reconciliarse. Esta película es una sátira sobre cómo el amor puede volverse destructivo cuando las diferencias no se resuelven.

La estupidez de la agresividad en las relaciones de pareja

Ambas películas subrayan la inutilidad y el peligro de la agresividad en las relaciones. Si bien las situaciones extremas retratadas en estas películas son ficcionales y exageradas, sirven como un poderoso icono que advierte sobre los riesgos de dejar que el orgullo, el ego y la agresividad tomen las riendas de una relación. En la vida real, estas batallas pueden no terminar en la muerte física, pero sí pueden causar la muerte emocional de la relación, dejando a ambos miembros devastados.

El conflicto es inevitable en cualquier relación, pero la manera en que se maneja ese conflicto es crucial. La mediación, el diálogo y la educación emocional son herramientas que pueden evitar que las diferencias se conviertan en guerras. La mediación familiar, por ejemplo, ofrece un espacio seguro donde las parejas pueden resolver sus disputas con la ayuda de un tercero neutral, evitando que los problemas se agraven.

La necesidad de una educación emocional

Estas películas también destacan la necesidad de una educación del corazón, es decir, de un control emocional y una inteligencia emocional que permita manejar los conflictos de manera sana. El control emocional no es solo reprimir las emociones negativas, sino también entenderlas y manejarlas de manera que no perjudiquen la relación. Aprender a comunicar de manera efectiva, a empatizar con la pareja y a negociar soluciones, son habilidades clave que pueden salvar una relación antes de que se destruya.

En conclusión, Sr. y Sra. Smith y La Guerra de los Rose nos ofrecen una visión oscura pero instructiva sobre lo que puede suceder cuando el amor se convierte en una guerra de egos. Estas películas, aunque exageradas, son un recordatorio de la importancia de resolver los conflictos de manera pacífica y de la necesidad de una educación emocional que permita a las personas manejar sus relaciones con sabiduría y compasión. La agresividad puede ser tentadora en medio de un conflicto, pero la verdadera fuerza radica en la capacidad de conciliar, de dialogar y de construir juntos, incluso en los momentos más difíciles.

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