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Ordenar el horario de sueño, de comidas y de pantallas "mejora la actitud de los niños"

Regular el tiempo destinado a las pantallas, utilizar una mochila adecuada, retomar el hábito de estudio y, sobre todo, ordenar los horarios de sueño y de alimentación son algunos de los cambios más significativos a los que se enfrentan los más pequeños al finalizar las vacaciones e inaugurar una nueva etapa escolar.
EfeLunes, 16 de septiembre de 2024
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Otro de los temas recurrentes en las consultas de Pediatría tiene que ver con la duda de los padres sobre la mochila más adecuada para sus hijos. ® ADOBE STOCK

Desde el Departamento de Pediatría de la Clínica Universidad de Navarra, cuatro especialistas han compartido sus evidencias médicas habituales en consulta para ayudar a gestionar bien estas fechas con consejos prácticos. Establecer una rutina de sueño, garantizando un número óptimo de horas de descanso nocturno, puede ser uno de los retos más relevantes para que los niños se despierten con energía para afrontar la jornada escolar, según destaca el doctor Unai Díaz-Moreno, neuropediatra de la Clínica.

El especialista ha destacado que los niños de entre 3 y 5 años necesitan dormir alrededor de 10-13 horas al día, y desde los 6 hasta los 12, entre 9 y 12 horas. Para asegurar ese reposo adecuado, el especialista ha destacado la importancia de evitar las cenas copiosas, los alimentos con alto contenido de azúcar y los juegos agitados 2 o 3 horas antes de acostarse. Díaz-Moreno también ha subrayado la importancia del ambiente previo a irse a la cama: «Se prefieren luces cálidas y tenues, y evitar la luz azul de cualquier tipo de pantallas, ya que impide la secreción de la melatonina, que es la hormona natural que nos permite conciliar el sueño. Se trata de conseguir una rutina positiva, tranquila, agradable y persistente en el tiempo”.

Sobre el tiempo infantil aconsejado para el uso adecuado de las pantallas o dispositivos electrónicos, la doctora Cristina Esteve ha comentado que, aunque no existen normas fijas basadas en la evidencia científica, existe un consenso en evitar que las utilicen los menores a 2-3 años, “por el enorme poder de atracción que tienen y porque es preferible fomentar el juego en el mundo real».

Sobre el uso de los dispositivos electrónicos, la especialista ha animado a los padres a educar en el autocontrol y a ser conscientes de la oportunidad de establecer unas normas de tiempo y utilización. Además, ha propuesto poner los medios para seguir potenciando actividades de entretenimiento independientes de la tecnología, que suelen ser más habituales durante las vacaciones, como el ejercicio al aire libre, las excursiones, los juegos de mesa, la lectura y la convivencia en familia.

Mochila cómoda y buena alimentación

Otro de los temas recurrentes en las consultas de Pediatría tiene que ver con la duda de los padres sobre la mochila más adecuada para sus hijos. La doctora Ana Catalán ha destacado que lo ideal es que se adapte a la edad y al tamaño de cada niño, de tal manera que nunca supere el 10 o el 15% de su peso y, en caso de que supere esa cifra, aconseja llevarla con ruedas. Por su parte, la especialista recomienda que las correas de la mochila sean anchas y estén bien acolchadas, al igual que el respaldo. Sobre la colocación, ha subrayado que “debe ir bien sujeta a la espalda y encima de la cintura, a nivel dorsal, nunca lumbar. Así evitaremos dolor en la espalda, en el cuello o en los hombros”.

El doctor José Manuel Moreno considera que la vuelta al colegio es un momento ideal para retomar rutinas y reordenar los hábitos alimenticios en casa. Entre otras cuestiones, ha destacado la importancia de cuidar un desayuno equilibrado que incluya leche, productos ricos en fibra e hidratos de carbono de liberación lenta, que potencian la energía necesaria para afrontar la actividad matutina. Entre sus recetas gastronómicas para el arranque del curso, ha animado a los padres a contar con los más pequeños en la compra y en la preparación de los menús, y ha recomendado las consecuencias positivas para la salud física y mental del niño que tienen “las comidas entendidas como tiempo para compartir en familia”.

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