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Ocio en familia (II)

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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Continuamos con el tema “El ocio en familia” que comenzamos a desarrollar en el artículo del mes de mayo con el deseo de que tanto esa primera parte como ésta que ahora abordamos os sirvan de ayuda en el momento de planificar los tiempos de ocio con los niños.

No todas las alternativas de ocio familiar pasan necesariamente por salir de casa. Hay actividades que son muy adecuadas para compartir con los niños dentro del hogar, dándolas un significado de mayor intimidad y relación más directa padres-hijos.

Una de ellas puede ser cocinar. Es muy positivo y muy divertido introducir a los pequeños en el fantástico mundo de la cocina, sin necesidad -si la edad de los niños así lo aconseja- de acercarse a los fuegos o emplear utensilios potencialmente peligrosos para ellos.

Elegir una receta, reunir los ingredientes y el material que se va a necesitar, dejar que el pequeño nos ayude a batir, amasar, espolvorear, aplastar con una cuchara o tenedor, modelar…. son posibilidades que contribuirán a que pasemos juntos momentos inolvidables (plasmarlos con vuestra cámara de fotos porque le gustará tenerlas como recuerdo cuando vaya dejando de ser vuestro pequeñ@). Al aspecto anterior, esencialmente lúdico, hay que añadir que con esta actividad ayudamos a su desarrollo sensorio-motriz ya que van manejando elementos de muy diferentes texturas que es importante que manipulen (harina, azucar, masas donde hundir suavemente las manos o golpear con fuerza…); van teniendo conciencia de las diferentes pesos, medidas y capacidades de los recipientes; ponen en marcha sus cualidades artísticas dando forma a las masas o afinando su coordinación óculo-manual cortándolas con el cortapastas; trabajan el sentido del tiempo “para que el pastel esté rico hay que tenerlo en el horno hasta que las agujas estén aquí”. A todo esto hay que añadir que podemos aprovechar la circunstancia para irles inculcando pautas alimentarias saludables. Si a todo esto le añadimos que lo que cocinemos nos resulte muy apetitoso y nos lo comamos todos juntos celebrando el trabajo que han hecho ¿qué más podemos pedir a una tarde de ocio en casa?

El juego en los parques con otros niños de su edad. Disfrutar en el parque, al aire libre, ofrece muchas posibilidades de divertimento tanto para los padres como para los niños.

Jugando en los columpios, en los areneros con los cubos y las palas o realizando juegos dirigidos por los adultos como el escondite, la pelota, saltar a la cuerda o simplemente patinando o montando en bicicleta permitirá a los niños desarrollar su destreza y su habilidad motora y descubrirán, sobre todo, que existen “los otros” – tanto los que ya conocen como los amigos nuevos que pueden encontrar y que les ayudarán a poner en práctica recursos sociales para entablar el nuevo contacto (esto último muy útil para niños con personalidades tímidas e introvertidas) – a los que hay que entender, respetar, ayudar..

El juego, para el niño, es una escuela de la vida. El ocio y el tiempo libre proporcionarán la oportunidad de ensayar como debe ser uno: voluntarioso, emprendedor, constante, paciente.

Observando a los hijos en estos momentos los padres los conocen y pueden reorientar personalidades y corregir comportamientos susceptibles de mejorar: al tímido, al mandón, al que pega para solucionar cualquier pequeño conflicto… o aplaudir al generoso, al habilidoso, al que arrastra a los demás organizando juegos…

También en alguna de estas ocasiones es conveniente sacar fotos de estas experiencias y luego, en casa, rememorarla con los niños para que el sentimiento de satisfacción perdure.

Para finalizar el tema, entendemos que lo fundamental será centrarnos en buscar opciones que a la familia le guste y gestionar, con criterio, el tiempo de ocio organizando un plan adaptado a la edad de los niños y a la época del año en la que nos encontremos. Consideramos así mismo muy importante permitir que el niño, de vez en cuando, tenga un tiempo de ocio sin llenar por el adulto y permitir que sea él mismo el agente activo de su propio entretenimiento, que “se aburra” y que este “aburrimiento” de paso a su imaginación y creatividad.

Para ayudar a los papás, en Pecas, al inicio de cada unidad didáctica, enviamos algunas orientaciones para realizar con los pecos@s cuando están con ellos y que guardan relación con el centro de interés que estemos trabajando en el aula. De esta manera ambas actuaciones (la de casa y la de la escuela) se complementan en beneficio del niñ@ que lo percibe muy positivamente al encontrarse con un criterio común en los dos lugares que le tienen que otorgar seguridad: su hogar y su escuela.

La experiencia nos dice que educando con perseverancia en los primeros años y poniendo en marcha planes familiares con recursos lúdicos y emprendedores, los padres son más felices y están más tranquilos cuando llega la adolescencia. Y, en la adolescencia, los padres seguirán haciendo un seguimiento más encubierto pero en la confianza de que sus hijos que se divierten con alternativas de ocio saludables basadas en criterios y valores bien fundamentados.

Con este artículo terminamos nuestra colaboración de este curso. Querríamos contar de nuevo con vuestra lectura a partir de septiembre. Hasta entonces ¡FELIZ VERANO!

Mª Jesús Martínez
Directora CEI PECAS

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