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¿Eres sistemático o edificante?

Descubre si eres sistemático o edificante con el siguiente test basado en la obra del filósofo pragmatista Richard Rorty.
Ársel ÁlvarezMartes, 8 de octubre de 2024
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© ADOBE STOCK

¿Qué quiere decir ser pragmatista en filosofía?

En lenguaje llano, si decimos que alguien es pragmático es porque lo consideramos una persona práctica, que fija sus objetivos y delimita un camino para alcanzarlos sin desviarse con excesivas cuestiones teóricas. Una persona que mira hacia adelante. De la misma manera, en filosofía, la corriente pragmática se caracteriza por atender a las consecuencias más que a las causas.

Su fundador Charles Sanders Peirce propuso que para conocer algo debemos comprender sus efectos prácticos. El sentido de aquello que queremos investigar está en sus efectos prácticos sobre nuestras vidas. A esto se le llama la máxima pragmática. Por ejemplo, para saber si conocemos lo que es el agua, podemos anticipar una serie de situaciones y cómo se comportará el agua en ellas (así: si la temperatura baja de los 0º se congelará, si la bebemos nos saciará la sed, si frotamos con ella una superficie nos ayudará a limpiar…). Y lo mismo ocurre con los conceptos filosóficos. Por ejemplo, para conocer lo que es la amistad, el pragmatista no buscará definiciones elaboradas sino una lista de los efectos que debe tener la frase “Juan es mi amigo” sobre la vida de quien lo dice.

Richard Rorty

Sistemáticos y edificantes

Rorty en su libro La Filosofía y el espejo de la naturaleza escribe:

“Los grandes filósofos sistemáticos son constructivos y dan argumentos. Los grandes filósofos edificantes son reactivos y presentan sátiras, parodias, aforismos. Saben que su obra perderá vigencia cuando pase el período contra el que estaban reaccionando. Son intencionalmente periféricos. Los grandes filósofos edificantes destruyen en beneficio de su propia generación. Los filósofos sistemáticos quieren colocar su materia de estudio en el camino seguro de la ciencia. Los filósofos edificantes quieren dejar un espacio abierto…, que haya algo nuevo.”

Un ejemplo de filósofo sistemático sería Spinoza, pues elaboró su filosofía con un orden lógico que partía de definiciones y axiomas, para derivar sus afirmaciones y demostrarlas. Un ejemplo de filósofo edificante sería Nietzsche, pues reacciona contra la moral de su tiempo, y a través de máximas, aforismos, relatos y un lenguaje poético, su filosofía agita al lector para que elabore sus propias interpretaciones.

Pero la distinción no está clara. Pues hay filósofos que cuando tomas una sola parte de su obra obtienes un sistema que pareciera bien definido. Esto pasa por ejemplo con Platón. Cuando lo estudiamos a partir de los manuales pareciera totalmente sistemático, sin embargo, cuando leemos sus diálogos resulta distinto. En sus textos encontramos argumentos incompletos que se pierden en el diálogo de los personajes, o incluso afirmaciones sobre las que no podemos estar seguros de si van en serio o son chistes. Además, la escritura para algunos filósofos no fue más que un apoyo para la práctica filosófica, como fue el caso de Platón en la academia. Y también ocurre que filósofos que han tratado de realizar una explicación sistemática de la realidad, como Karl Marx, son muy reactivos y han generado mucho diálogo en torno a su obra.

Entonces la distinción no puede ser muy precisa, y de hecho es así porque no es una distinción sistemática, sino una herramienta para el diálogo. En lugar de permitirnos clasificar con claridad a los filósofos nos invita a dialogar sobre su obra. Es una distinción edificante. Incluso nos permite investigar si nosotros mismos tendemos a ser sistemáticos o edificantes.

Un test para descubrir si eres sistemático o edificante

El siguiente test está elaborado con afirmaciones de Richard Rorty en su libro La filosofía y el espejo de la naturaleza. Algunas de ellas son propias de una filosofía sistemática mientras que otras lo son de una edificante. En realidad es posible hacer un diálogo filosófico a partir de todas ellas, pero este formato de test nos permite «tomarnos el pulso» saber un poco qué tipo de autores nos gustarán más, o que forma de filosofar es más cercana a nosotros.

  1. Si las reglas funcionan no hay razón para cambiarlas (Sí= sistemático)
  2. En la mayoría de los asuntos es imposible decir algo que será verdad definitivamente y para siempre (Sí= edificantes)
  3. Lo que decimos es verdad si se corresponde con cómo son las cosas (Sí= sistemático)
  4. Al conocimiento se llega sobre todo a través de la ciencia (Sí= sistemático)
  5. Para llegar a conocer verdaderamente algo no sirven los manuales (Sí= edificante)
  6. Para decidir cómo actuar hay que partir del conocimiento pleno de la situación (Sí= sistemático)
  7. Las ideas anormales dan la oportunidad de comprender de otra manera las cosas (Sí= edificante)
  8. Es imposible pensar bien sin conocer con precisión y medida de lo que se habla (Sí= sistemático)
  9. Tener opiniones claras y definitivas es algo propio del filósofo (Sí= sistemático)
  10. La filosofía no realiza investigaciones en busca de una verdad, sino conversaciones en las que surgen pluralidad de opciones (Sí= edificante)
  11. Que sepamos muchos hechos objetivos sobre nosotros no implica que nos conozcamos mejor (Sí= edificante)
  12. Aunque ahora no se conozca, tiene que haber una forma de explicar por completo la realidad (Sí= sistemático)

El test puede, por supuesto, servir para tranquilizar nuestra curiosidad y saber qué nos diría Rorty. Pero también puede ser una herramienta para el pensamiento en grupo, fomentar la pluralidad de perspectivas, nuevas preguntas, que nos inviten a introducir conceptos nuevos. En definitiva, es una herramienta para continuar con las herramientas del pensamiento crítico que puedes conocer en este otro artículo.

Puedes usar el test con tus estudiantes, o con tu grupo. ¡Comparte tu experiencia!

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