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Un bodegón con cosas queridas

Con la llegada del otoño solemos ordenar cosas en casa y son muchos los objetos con los que nos reencontramos. Una forma bonita de plasmar su recuerdo es mediante una pintura. Este es un interesante ejercicio que nuestros propios alumnos pueden realizar. Tan solo con pensar cómo y en qué parte del papel van a dibujar los objetos, ya estarán discurriendo una composición.
Isabel Jiménez ArenasLunes, 21 de octubre de 2024
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© MARTA TERON

Planear cómo vamos a disponer los elementos en un diseño, una pintura o una ilustración es siempre un paso necesario. Es decir, la composición es intrínseca a todas las artes visuales.

En la educación plástica, tradicionalmente, nos presentan los bodegones como pinturas de frutas, verduras, tarros y jarros con flores, por nombrar algunos temas basados en objetos inanimados relacionados con lo cotidiano. Pero también, a lo largo de la historia de la pintura, se han realizado composiciones parecidas utilizando objetos muy diferentes. Esta es la razón por la que incluso, no siempre, pero a veces, se distingue entre bodegón o naturaleza muerta, término este último que se refiere a una gama más amplia de objetos.

La siguiente actividad está pensada para alumnos de 5º o 6º de Primaria.

Bodegón con objetos traídos de casa

Para llevar a cabo este trabajo utilizarán un papel de dibujo básico de tamaño A3. Emplearán lápiz y goma para el boceto y el dibujo base. Y luego irán coloreando con ceras blandas.

Aunque sean capaces de utilizar témperas o acuarelas, sería añadir una dificultad innecesaria ya que este ejercicio se centra más en la composición. La cera blanda ofrece muchas posibilidades para la fusión del color y definición de las formas. Y además les ayuda a adquirir confianza porque permite que difuminen el color sobre el papel con sus propias manos. De ahí que el tamaño de papel elegido no sea un A4 o tamaño folio, que les permitiría menos amplitud y supondría más dificultad para extender sus brazos.

Después de reunir los materiales elegirán las cosas que quieren plasmar. El número máximo de objetos será siete y el mínimo cuatro. Puede ser cualquier cosa, no muy grande, que quieran reunir en su bodegón. Lo llevarán a clase en una caja, de modo que puedan enseñarlo a los compañeros.

El día que comiencen la actividad les mostraremos pinturas que les sirvan de inspiración. Como ejemplos de obras señalo las siguientes.

  • Gran bodegón en la playa, 1973. Se trata de una obra en la que varios objetos relacionados con un día de playa, una pelota, un flotador, unos libros, una gorra y unas gafas, están en primer plano. A lo lejos se ve el mar y unos bañistas. Es una obra del pintor alemán Rolf Krause (1908-1982).
  • Bodegón con cuerno para beber, langosta y copas, siglo XVII. En esta composición destaca el color anaranjado de la langosta, junto al limón, la copa y el cuerno de búfalo en una montura de plata. Fue pintado por Willem Kalf (1619-1693).
  • Vanitas, siglo XVII. Es un bodegón formado por una calavera sobre un libro. Al lado hay un pequeño jarrón con una rosa roja. Es del pintor francés Jacques Linard (1600-1645). Dentro de las obras de este artista hay muchos bodegones con conchas y otros objetos que son muy interesantes, por si no se quiere hacer referencia al tema del final de la vida.

A continuación, deberán realizar unos cuantos bocetos en pequeños recuadros para pensar y elegir la colocación de las cosas. También decidirán si van a necesitar un tema para el fondo o no. Luego, dibujarán todos los objetos según esa composición y finalmente pasarán a colorear. Estos serían los pasos:

  1. Reunir el material
  2. Realizar los bocetos
  3. Dibujar la composición
  4. Colorear el dibujo

En la segunda fase, cuando comienzan a realizar los bocetos, podemos mostrarles distintos modos de componer. Ya sea analizando ejemplos de obras conocidas, como las nombradas anteriormente, o haciendo nosotros mismos dibujos, haremos ver a nuestros alumnos y alumnas los siguientes aspectos básicos.

-La relación entre la figura y el fondo.

-La intersección entre líneas verticales, horizontales y diagonales.

-La tridimensionalidad de los objetos.

-La perspectiva en la representación.

 

Una vez hayan terminado sus dibujos deberán elegir la paleta de color. Aquí es conveniente sugerirles que coloreen acercándose a las características reales de los objetos. La razón es que necesitan haber practicado la variación de los tonos según el efecto de la luz, antes de pasar a paletas cromáticas de su invención. Este sería otro interesante ejercicio, pero diferente. En esta actividad les pediremos que se centren en dos cuestiones importantes que son la luz sobre el escenario y la integración del color. Para que todo sea más sencillo, intentaremos ayudarles a distinguir los planos de los objetos que están más iluminados. Con este objetivo les haremos elegir entre la izquierda o la derecha, arriba o abajo, como zona desde la cual se ilumina el bodegón. Es decir, van a concretar una fuente de luz que determinará las zonas más claras y las más oscuras, teniendo que definir las partes parcialmente iluminadas. Así serán más conscientes del claroscuro, que se produce en las zonas en penumbra más alejadas del contraste.

Sin embargo, aunque en la etapa de Primaria distingan entre luz y sombra e intuyan la sombra arrojada de cada objeto, no les exigiremos una representación fiel de la misma. En este ejercicio, dibujarán las partes menos iluminadas de cada elemento como sombras propias, las cuales son más sencillas de percibir. También las sombras que producen unos objetos sobre otros dentro de la composición. Y por último las sombras arrojadas, tratándolas de modo intuitivo y artístico. Así se irán dando cuenta de cómo la luz puede dar forma a los objetos, modelar el espacio y ayudarnos a crear una realidad paralela.

¿Has trabajado con tus alumnos el dibujo o pintura de bodegones? Te invito a dejar cualquier comentario que quieras compartir sobre tu experiencia como docente en el área de Dibujo y Educación Plástica.

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