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Desayunar en familia

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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La obesidad infantil constituye un problema importante en España, donde ha alcanzado cifras preocupantes, que apuntan ya que cerca de un 30 % de la población infantil sufre en mayor o menor medida sobrepeso.

El dato es sobrecogedor porque nos pone de manifiesto una realidad que en nuestro país nos resistimos a reconocer y, sin embargo, es una cuestión seria. Hablamos de niños gorditos como algo tierno y gracioso, en sentido cariñoso, pero los pediatras y nutricionistas nos advierten que se trata de un grave problema de salud que hay que atajar cuanto antes.

En esta batalla contra la obesidad infantil, las familias tenemos una enorme responsabilidad, porque somos las verdaderamente capaces de generar el cambio de hábitos necesario para frenar este problema que afecta a los niños españoles. Somos los padres los que inculcamos los buenos hábitos de alimentación, los que marcamos los tiempos de las actividades sedentarias -TV, consolas…- que deben tener su espacio como parte del ocio, pero debe estar medido. Somos también las que podemos motivar para la práctica de determinadas actividades, las que fomentamos o facilitamos que nuestros hijos descubran y disfruten con el deporte.

El papel de la familia es fundamental y lo es porque es la principal escuela de valores, donde se adquieren los hábitos y costumbres que van a marcar nuestra forma de pensar y de vivir. La alimentación es una importante asignatura en esta "escuela de valores", porque no se trata de comer, sino de comer bien, disfrutando de los alimentos y usándolos para mejorar nuestro bienestar físico y mental. Comer en familia es vital para ello, porque sólo podremos inculcar y enseñar a nuestros hijos buenos hábitos de alimentación si esos buenos hábitos son también los nuestros. Si nosotros comemos fruta, ellos también la comerán; aunque se resistan al principio, verán la fruta como algo habitual en la mesa y seguirán esa rutina cuando tengan su propia vida.

Comer en familia nos da además momentos muy interesantes para la comunicación, para hablar padres e hijos, hacer partícipes a todos de nuestras alegrías y preocupaciones del día. Los actuales horarios laborales hacen difícil que a diario se pueda comer en familia, pero sí podemos desayunar en familia, empezar el día haciendo juntos la primera comida, la más importante según los nutricionistas. Esta es la verdadera asignatura pendiente en muchos hogares, donde nos pueden las prisas matutinas, llegar a clase, salvar el atasco… pero es cuestión de voluntad y de pensar que es realmente importante y que se trata sólo de 15 minutos menos de sueño. A cambio estaremos sembrando para que nuestros hijos crezcan más sanos, tengan un mejor rendimiento intelectual y sean, seguramente, un poquito más felices.

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