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La formación para la transformación digital en la empresa

La digitalización y transformación digital en las empresas españolas es uno de los objetivos prioritarios en la asignación de los fondos europeos de la Nueva Generación, que han destinado 70.000 € para este fin en los próximos años. Estos fondos, cuidadosamente supervisados ​​por la Unión Europea, buscan impulsar un cambio profundo en la estructura y funcionamiento de las empresas, pero la realidad en la ejecución ha dejado ver importantes desafíos.
Llucià Pou Sabaté
Teólogo
28 de octubre de 2024
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Digitalización en la Administración Pública: progresos y limitaciones

La administración pública ha avanzado en su digitalización, pero estos avances presentan notables fallos operativos que afectan la vida de los ciudadanos y generan frustración. Un ejemplo significativo es el caso de los estudiantes que, debido a limitaciones en los sistemas, ven sus trámites bloqueados al intentar acceder a programas de doctorado. Este tipo de problemas muestra que, sin un contacto humano adecuado y sin un personal capacitado que pueda intervenir cuando surgen incidencias, la tecnología por sí sola no logra resolver las necesidades del ciudadano. La combinación de herramientas tecnológicas con la atención personalizada sigue siendo esencial para un servicio público eficaz.

Desafíos en la implementación del Kit Digital: partners tecnológicos y falta de planificación

En el ámbito empresarial, los fondos de la Nueva Generación han fomentado el surgimiento de socios tecnológicos para gestionar herramientas como el Kit Digital y el Kit Consulting, que deben facilitar el proceso de digitalización en las pymes. No obstante, la realidad muestra que, en muchos casos, las empresas han utilizado el Kit Digital sin una estrategia clara o una consultoría adecuada, terminando con páginas web que funcionan únicamente como escaparates y no como plataformas que apoyen una transformación real. No había dotaciones para el Kid Consulting (y aún ahora solo las hay para las empresas pequeñas y autónomos). Esto ha generado un desperdicio de recursos y una falta de alineación entre las soluciones tecnológicas y las metas de negocio.

Ahora, las empresas empiezan a entender que, antes de implementar cualquier herramienta, es esencial definir qué objetivos quieren alcanzar con ella, y formar los equipos de las empresas, con asesoramiento de agentes digitales. La transformación digital, cuando está bien planificada, puede aportar un incremento del 20-30% en los beneficios, además de otras ventajas como una mayor eficiencia y competitividad. Sin embargo, para que estos resultados se materialicen, las empresas necesitan no sólo tecnología, sino también una estructura que incluya equipos bien formados y una visión clara de los objetivos.

Formación de Agentes Digitales: cursos, sinergias y prácticas profesionales

La capacitación de futuros agentes digitales es otro pilar de la transformación digital, pero se enfrenta a barreras en cuanto a la aplicación práctica de estos conocimientos. Existen cursos específicos para formar a directivos y autónomos en competencias digitales, lo cual es un paso positivo. Sin embargo, no se ha incentivado lo suficiente para que los estudiantes de los cursos de Agentes digitales puedan aplicar sus conocimientos en empresas a través de prácticas, generando un vacío que limita el impacto real de esta formación en el mercado laboral. No hay dotaciones ni planes para el paso de la formación de esos Agentes a su realización en la empresa. Esta falta de conexión entre formación y práctica profesional reduce el valor de la inversión en capacitación, especialmente cuando se prioriza a jóvenes, mujeres y personas desempleadas, quienes podrían ser un motor clave en la digitalización de pequeñas y medianas empresas.

El papel del Consultor en la Transformación Digital: estrategia y cultura

Un aspecto crucial en la transformación digital es el papel del consultor, que debe guiar el proceso no solo a nivel técnico, sino también a nivel cultural dentro de la empresa. La digitalización no debe ser vista como una simple implementación de tecnología, sino como un proceso integral que transforma la manera en que las empresas operan y compiten. Esto requiere un cambio de mentalidad dentro de la organización, similar a cómo trabaja una orquesta en conjunto para crear una sinfonía. Los ERP y otras herramientas de gestión deben funcionar de manera armoniosa, permitiendo que todas las partes de la empresa se integren en un solo sistema que optimiza los procesos y potencia la innovación.

La misión del consultor es, en este sentido, estratégica: ayudar a las empresas a evitar errores comunes, como son tomar decisiones desde fuera de un contexto determinado, como invertir en infraestructuras innecesarias (recordemos los aeropuertos vacíos o tranvías sin pasajeros en algunas ciudades de España). En lugar de simplemente adoptar tecnología, el consultor debe trabajar con la empresa para identificar qué soluciones digitales realmente añaden valor y cómo implementarlas de forma efectiva y sostenible.

Sinergias entre Consultorías y Empresas: aprovechando el potencial de los fondos Europeos

El papel de los agentes digitalizadores es clave en este proceso, pero actualmente no se les está dando el reconocimiento que merecen debido a una falta de planificación adecuada. Los fondos europeos podrían utilizarse de manera más efectiva si se promueven sinergias entre consultorías, empresas y agentes digitales. Crear estas sinergias no solo optimiza el uso de los recursos, sino que además garantiza que la formación recibida en los planes formativos de esos cursos tenga un impacto tangible en el desempeño y crecimiento de las empresas.

Enfoque en la imagen corporativa y el conocimiento del cliente

La transformación digital también implica una adaptación al nuevo perfil del consumidor. Las generaciones actuales realizan casi todas sus actividades a través de dispositivos móviles, por lo que las empresas deben enfocar sus esfuerzos de marketing en el ámbito digital. Por poner un ejemplo de estos cambios en las nuevas formas de negocio, la imagen corporativa (como la “G” de Google, la “N” de Netflix, o los de Amazon o Nike) se ha vuelto esencial en este contexto, y se reconocen enseguida, yendo asociadas a una manera de ser, una cultura del negocio.

Por poner otro ejemplo, las empresas necesitan contar con herramientas de análisis de mercado que les permitan entender su entorno competitivo, identificar tendencias y anticipar las necesidades. de sus clientes. Además, es fundamental establecer estrategias de “storytelling” y crear embudos de conversión que acompañen al cliente desde el interés inicial hasta la compra o adquisición de servicios, transformando los datos en insights valiosos que impulsan la toma de decisiones.

Conclusión: un proceso gradual y estratégico de digitalización

En última instancia, la digitalización de las empresas españolas debe ser un proceso gradual, planificado y consciente. No se trata de apresurarse a gastar los fondos europeos en tecnología sin un propósito claro, sino de analizar qué necesita cada empresa para luego implementar las herramientas adecuadas, con una visión de largo plazo. La transformación digital es como una metamorfosis en la que la organización, como un gusano, se convierte en mariposa. Es un proceso, no una función, y requiere una combinación de planificación, capacitación y apoyo estratégico para asegurar que cada paso contribuya al crecimiento sostenible y al éxito en el entorno competitivo actual.

Para ello, se requiere no solamente gastar un dinero en que se hagan cursos, sino en crear un valor formativo para esta transformación efectiva, la conexión entre educación y realidad empresarial. De esta forma, los fondos europeos pueden cumplir su propósito: apoyar a las empresas a adaptarse a las nuevas realidades, maximizando su eficiencia y fortaleciendo su posicionamiento en el mercado, sin desperdiciar recursos en soluciones que no generan un valor real.

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