Ser historia, ser esencia, ser evangelio y ser samaritano: desafíos de la escuela católica en el XVII Congreso de EC

Gabriel García de Oro, filósofo, escritor y creador de la escuela Fantástica Storytelling School, realizó una bonita narrativa de lo que significa ser educador y que no es otra cosa, según sus palabras, que “acompañar a nuestros alumnos a protagonizar su propio viaje del héroe”. Para ello, animó a recuperar el relato siendo conscientes de que “estamos hechos de historias”, y de que las historias tienen el poder de conectar emocionalmente con el otro, con los alumnos.

Recordó que nuestro cerebro se implica de forma diferente cuando explicamos historias porque al hacerlo producimos cortisol, dopamina y oxitocina, por lo que si queremos producir resultados en nuestros alumnos debemos contar historias, conocer en qué momento de sus historias están cada uno de ellos y cuál es el relato de sus emociones.

El economista, filósofo, escritor y asesor de gestión empresarial en Strategyco, David Cerdá reflexionó en su intervención sobre la esencia del ser humano, para él una combinación de dignidad y sentido, y aportó las claves para llevar ambas a los centros. Para ello considera necesario que la escuela analice qué estilo de liderazgo desarrolla y cómo es la cultura del centro y, además, debe fomentar el pensamiento crítico, la motivación intrínseca y la esperanza entre el alumnado.

Recordó a los presentes que en educación se cultivan personas que, al igual que las plantas, crecen recias con un tutor, con flexibilidad, pero firmes, y que necesitan ser regadas con el mejor alimento, en sus palabras “el bien y la verdad”.

Rosa Ruiz, teóloga y responsable del Departamento de Investigación del Centro de Humanización San Camilo, expuso en su intervención qué significa ser Evangelio en la actualidad a través de 10 claves. Para ella ser buena noticia es ser humano, en el sentido de reconocer ser frágil, temporal, vulnerable; es ser espirituales, con talante abierto; es ser lúcidamente valientes, como lo fueron Jesús y sus seguidores; es atravesar el fracaso, aprender a gestionarlo; y no ser ideología, no expulsar lo distinto.

Ser Evangelio es para Ruiz, además, ser impertinentes, huir del empeño “de encajar”; es ser amables, es cuidar el trato con los demás; es curar y expulsar demonios, siendo fuente de salud para otros; es luchar contra el mal y denunciarlo; y es ser ‘tú’, y que todos tus ‘tús’ valgan, porque si no -aseguró- perdemos la credibilidad.

En el panel Ser samaritano, Silvia Rozas y Pedro José Gómez debatieron sobre la relevancia del buen samaritano en la sociedad y su impacto en la educación actual. La conversación, moderada por el periodista José Beltrán, generó un diálogo inspirador sobre cómo los valores de compasión y solidaridad pueden integrarse en el ámbito educativo, promoviendo un compromiso profundo con el bienestar común. Dieron claves para ser samaritanos a través de las sandalias de Jesús, entendiendo que “ser samaritano es el objetivo prioritario de nuestra escuela”.

Silvia Rozas, periodista y secretaria general adjunta de CONFER, aseguró que ser samaritano es más que ser solidario, está en el ADN de la escuela católica, es vivir en el amor, hacernos cargo del dolor de cada persona, teniendo muy presente que la escuela católica no puede estar cerrada al mundo, “no podemos ser escuelas burbuja”, sino que tenemos que saber ver las marcas de las heridas de nuestros alumnos y docentes y transformarlas en buena nueva.

En esta línea, señaló también que el reto de la escuela católica no es solo que los colegios respondan a los desafíos de hoy, sino también que cultiven la “projimidad y la solidaridad universal”, haciéndose presente en cada ciudad, sin ser competencia entre ellos, sino formando juntos una escuela nueva.

Por su parte, Pedro José Gómez, teólogo, economista y profesor de la UCM, profundizó en la idea de que ser samaritano es una manera de ser, una manera de vivir que se tiene que cultivar en la escuela, educando la mirada para detectar las necesidades del mundo actual, sin olvidar que para educar hay que tocar todos los elementos de la persona, pasando de los sentidos a los sentimientos y de ahí a la acción: “si no me conmuevo no me muevo”, aseguró.

Durante el diálogo, José Beltrán dedicó unas palabras a recordar a todos los fundadores de las congregaciones que fueron samaritanos, que marcaron su impronta y contagiaron su pasión por educar.

La jornada concluyó con una nota de asombro y entretenimiento, gracias a la divertida actuación de magia de Jose Ruiz, reconocido con el Premio Magia Joven en el Festival Toledo Ilusión y participante del concurso Got Talent, quien sorprendió y deleitó al público con su talento y creatividad. Su espectáculo aportó un momento de distensión y alegría que dejó a los asistentes con una sensación de inspiración y entusiasmo para el resto del Congreso.

Para más información consultad la web del Congreso y redes sociales con el hashtag #SerEstarEducar.