El ciberacoso con IA, clave en el último observatorio aragonés por la convivencia escolar
La consejera de Educación, Cultura y Deporte, Tomasa Hernández, preside la primera reunión de este curso del pleno del Observatorio Aragonés por la convivencia y contra el acoso escolar. © FABIÁN SIMÓN
«El acoso es violencia y los niños deben ser educados de esa forma, entendiendo la gravedad. Han de estar en sus coles sintiéndose seguros y felices», ha relatado la consejera de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón, Tomasa Hernández, que ha presidido la primera reunión de este curso del pleno del observatorio. Hernández ha detallado que Aragón contará en enero con varios programas destinados a la atención a la infancia y a la adolescencia y prevención del acoso, como el proyecto ‘Henka’, que afecta al alumnado de secundaria, y ‘Rebien’ destinados a los alumnos de Infantil y Primaria, en colaboración con entidades bancarias.
El primero busca alcanzar a medio centenar de centros educativos para prevenir la aparición de problemas de salud mental en estudiantes a partir de 12 años, de manera similar a lo acontecido en comunidades como Cataluña o Madrid. En el caso del programa de los alumnos de primer ciclo de primaria e infantil, este arrancará en 30 colegios y tratará de desarrollar, ,n horario de tutoría competencias socioemocionales.
La consejera también ha reiterado que se seguirá incidiendo en la Unidad Técnica de Salud Mental, en colaboración con Sanidad y la dirección de Salud Mental, que continuará manteniendo un contacto permanente con los centros educativos, y en otros programas lanzados este curso escolar, como ‘Controla tu Red’. «Venimos trabajando ya a lo largo de cuatro cursos con este tipo de procedimientos, específicamente con el de detección de ideación suicida. Aproximadamente solo un 5 o 6 por ciento implican un riesgo real, pero el número es elevado», ha detallado Cristina Abad, miembro de la unidad técnica de salud mental.
Abad ha detallado que el trabajo de esta unidad técnica consiste en «recoger» las demandas de la sociedad para acompañar al ámbito educativo, que ya cuenta con grandes «tareas y cargas fundamentales» y proporcionarles asesoramiento, generando así «una red de intervención más fuerte». «Hay muchas modalidades de acoso, muchas maneras de dañar al otro, pero lo cierto es que quizá las más preocupantes son las más silentes, las que las que no podemos ver a simple vista. Y aquí cogen mucha fuerza las redes sociales y los métodos más digitales, como la inteligencia artificial», ha concluido Abad.