2025, Año del Pueblo Gitano en España: Una oportunidad pedagógica
Este 12 de enero se cumplen 600 años de la llegada del Pueblo Gitano a lo que hoy es España. Esto es así porque el primer documento donde se acredita la entrada de un grupo de gitanos a nuestro país es el salvoconducto expedido por Alfonso V de Aragón en Zaragoza, el 12 de enero de 1425, a favor de Juan de Egipto Menor. Supuso una concesión de derechos para que “egipcianos y grecianos” pudieran desplazarse con libertad.
Este documento se conserva en los Registros de Cancillería del Archivo de la Corona de Aragón y puede verse digitalizado en el sitio web de la Diputación de Huesca y en el de la Unión Romaní:
https://ahphuesca.blogspot.com/2021/04/los-primeros-gitanos-en-espana-1425.html
Esta buena acogida inicial hacia el Pueblo Gitano se cercenó a finales de ese siglo XV, cuando “las nuevas corrientes de pensamiento y el debate respecto a los falsos pobres, pusieron a los gitanos en el punto de mira, una vez que ya había caído sobre sobre los judíos y moriscos todo el peso del poder real de los Reyes Católicos”, según señala el historiador Manuel Martínez. En efecto, el 3 de marzo de 1499 los Reyes Católicos firmarían en Madrid la primera pragmática antigitana de nuestro país, que ordenaba acabar con los derechos que se habían concedido a los gitanos como peregrinos y con sus rasgos culturales propios (lengua, vestimenta, trabajos y costumbres): «Mandamos a los egipcianos que andan vagando por nuestros reinos y señoríos […] que vivan por oficios conocidos […] o tomen vivienda de señores a quien sirvan. […] Si fueren hallados o tomados, sin oficio, sin señores, juntos […] que den a cada uno cien azotes por la primera vez y los destierren perpetuamente de estos reinos, y por la segunda vez que les corten las orejas, y estén en la cadena y los tomen a desterrar […]»
A partir de entonces, se promulgaron en España más de 250 disposiciones legales que ordenaban la persecución al Pueblo Gitano, la última de las cuales (los artículos 4, 5º y 6º Reglamento de la Guardia Civil, que criminalizaban al Pueblo Gitano) no se abolió hasta el 7 de junio de 1978.
Esta persecución legal multisecular hacia el Pueblo Gitano ha dejado un poso de marginación en muchos sectores del mismo, así como de prejuicios y estereotipos estigmatizadores hacia las y los gitanos (David Martín Sánchez, 2018).
El pasado martes, 7 de enero de 2025, el Consejo de Ministros aprobó una declaración institucional con motivo del 600 aniversario de la llegada del Pueblo Gitano a nuestro país y declaró el 2025 como Año del Pueblo Gitano en España. En dicha declaración se señala que este hito supone “una oportunidad histórica para reconocer y celebrar la profunda huella cultural, social y lingüística que el pueblo gitano ha dejado en nuestra nación”, y también para “reconocer las injusticias históricas y actuales a las que se enfrenta el pueblo gitano”, asegurando que este es “un paso ineludible” en el objetivo de “garantizar una vida en igualdad y libertad para ellos y ellas, y para toda la ciudadanía”.
En la declaración posterior al Consejo de Ministros, el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, declaró: «Con motivo del 600 aniversario de la llegada del Pueblo Gitano a España, el Consejo de Ministros ha aprobado una declaración institucional celebrando la contribución del pueblo gitano a la vida de este país. No entenderíamos este país sin la contribución social y cultural de los gitanos y las gitanas en España. Y también para reconocer las profundas desigualdades estructurales que siguen afectando a la vida cotidiana de las comunidades gitanas en España. Por tanto, el Gobierno se ha comprometido a profundizar tanto en el reconocimiento al papel que el pueblo gitano ha jugado y juega en la historia de este país como con el fortalecimiento de las políticas públicas para remover todos los obstáculos y las desigualdades que siguen afectando en el día a día.»
Así pues, el Gobierno de España asume este aniversario como un acto de memoria histórica, pero también como un compromiso institucional para “combatir las desigualdades que aún persisten” y para “actuar con mayor determinación en la construcción de una sociedad más inclusiva, igualitaria y democrática”. A este respecto, el Ejecutivo reconoce que “estas desigualdades son el resultado de siglos de rechazo, racismo, discriminación y marginación” y recuerda que muchas personas gitanas siguen enfrentándose, todavía hoy, a “importantes barreras” en áreas claves como educación, empleo, vivienda y salud. “La discriminación estructural y los prejuicios no solo limitan sus oportunidades, sino que perpetúan la exclusión social y económica”, se manifiesta en el documento.
La exclusión histórica sufrida por el Pueblo Gitano provocó que todavía a finales de los años 70 del siglo pasado sus estándares de vida fueran dramáticos. Así se puso en evidencia de un modo empírico en 1978 en el primer estudio sociológico realizado sobre el Pueblo Gitano en España (Instituto de Sociología Aplicada (1978): Libro Blanco de los Gitanos Españoles), que concluye: “En general, los gitanos españoles presentan, todavía hoy, una situación socio-económica de subdesarrollo generalizado en la mayoría de los casos […] expresión de un entorno ambiental caracterizado por una fuerte y persistente marginación casi total, lo que conlleva una discriminación”. Este “hecho sociológico gravísimo de discriminación y marginación a una minoría étnica” abarcaba todas las dimensiones sociales y tanto a “la situación actual de los gitanos españoles” como a “la imagen que de ellos tiene la sociedad paya”. Baste señalar que en este estudio se comprobó que la esperanza de vida de los hombres gitanos era de 64,8 años y la de las mujeres de 69,5 años (9 años inferior a la del conjunto de la población española de aquel momento) y que el grado de analfabetismo en el Pueblo Gitano en España era del 68% y solo estaban escolarizados el 55 % de las niñas y niños gitanos en edad escolar… Se hacía evidente que la exclusión social, económica y escolar formaban una espiral de discriminación que se retroalimentaba.
En estas casi cinco décadas de democracia se han logrado avances notables en todos los estándares vitales, también en el Pueblo Gitano; si bien, en el debe de la democracia pesan los procesos inmisericordes de segregación urbanística y escolar sufridos por amplios sectores de la población gitana española.
En el campo educativo los logros son palpables en cuanto a la escolaridad plena de la infancia gitana, el aumento del tiempo de permanencia en el sistema educativo y la erradicación del analfabetismo entre las generaciones jóvenes. Pero, pese a ese impulso en los niveles escolares básicos, entre el alumnado gitano persisten unas altísimas tasas de fracaso escolar (no llega a una quinta parte los que titulan en ESO) y, a pesar de cierta mejoría, sigue siendo muy escasa la presencia de estudiantes gitanos en educación secundaria postobligatoria y en la universidad (Fundación Secretariado Gitano, 2024). Y, unido a ello, hoy cerca de la mitad del alumnado gitano se encuentra escolarizado en centros guetizados (en los que solo hay alumnado gitano o de otras minorías étnicas). Este fenómeno de “huida” de los centros educativos con estudiantes gitanos es una manifestación más del antigitanismo. El gueto conlleva ausencia de convivencia con otros escolares no gitanos y carencia de referentes de alumnado con aspiraciones de continuidad escolar y tiende a alimentar la desconfianza de esas familias hacia el sistema escolar.
Además, una parte sustancial del alumnado gitano se ve sometida a segregación intra-centro, por la vía de la repetición de curso o la ubicación en “grupos de apoyo” o de “educación compensatoria”, etc., fuera de las aulas ordinarias. Lo cual denota también un sesgo de clasismo y antigitanismo y bajas expectativas sobre este alumnado, con la consiguiente profecía negativa. Así lo señala un informe de la OCDE de 2014: “La repetición y la segregación no solo son ineficaces para ayudar al alumnado con bajo rendimiento a superar sus dificultades en la escuela, sino que contribuyen a reforzar las desigualdades socioeconómicas”. El informe PISA 2019 indica que “la mitad de los alumnos de origen social desfavorecido repiten” y que “el alumnado de origen social desfavorecido repite cinco veces más”.
Considero que este hito histórico del VI centenario de la presencia del Pueblo Gitano en España constituye una oportunidad de reparación histórica y social y también pedagógica, y así lo están reclamando las entidades gitanas y el Consejo Estatal del Pueblo Gitano.
Centrándonos en el campo educativo, la celebración de este VI centenario de la presencia del Pueblo Gitano en España supone una ocasión para la reflexión en nuestros centros escolares y para que nos replanteemos cómo intensificar y hacer más efectivos nuestros esfuerzos en el doble reto de impulsar el éxito y la inclusión escolar de las nuevas generaciones gitanas y de hacer presente la historia y cultura del pueblo gitano en nuestras aulas.
Jagoba Arrasate, maestro en excedencia y actual entrenador del R.C.D. Mallorca, en unas recientes declaraciones ha señalado: “Para transmitir algo, debes estar convencido” (EL PAÍS, 09/01/2025). Aplicado al tema que nos ocupa, considero clave que el profesorado nos sintamos interpelados ante la desigualdad y la segregación que sufre una parte notable del Pueblo Gitano después de seis siglos en nuestro país y de cinco décadas de democracia: ¿por qué el silenciamiento y la ausencia de su historia y cultura en nuestros centros educativos?, ¿hemos analizado qué estrategias y enfoques se han demostrado más eficaces para propiciar el éxito y la continuidad escolar del alumnado gitano?
En nuestros días muchas familias gitanas se hallan en una situación de encrucijada: les encantaría un futuro mejor para sus hijos e hijas y que siguieran estudiando; pero, dadas sus condiciones socio-económicas y de estigmatización social y segregación y de falta de tradición académica en su medio social y, sobre todo, los frecuentes malos resultados escolares de sus menores, lo ven improbable y se desalientan. Sin embargo, no debemos obviar que esas familias pueden inclinarse por la continuidad en los estudios si comienzan a percibir en la práctica que sí que es viable el que su hijo o hija estudie con aprovechamiento. La aspiración de continuidad escolar es relacional, encarnada. El deseo de estudiar no es una variable independiente ni que surja por generación espontánea en los aprendices y/o en su familia, sino una dimensión condicionada por el contexto interpersonal y por los logros que se van obteniendo. El punto de inflexión estriba, en definitiva, en sentirse vinculado (social y académicamente) y esto se ve propiciado cuando alguno(s) de los agentes educativos proyecta altas expectativas sobre el estudiante. Y también cuando éste constata éxitos. La adquisición de logros y la percepción de vinculación social y académica genera auto-confianza en el aprendiz y alimenta dinámicas de implicación y buenos resultados, así como un proyecto de continuidad académica.
Hay varias estrategias o líneas de actuación, confluyentes, que se han evidenciado eficaces en potenciar la vinculación del alumnado que parte de unas condiciones socio-económicas desfavorables y, en concreto, del alumnado gitano:
1) Evitar segregaciones: Ausencia de apoyos y de grupos segregados y de medidas desvinculadoras (sustituirlo por desdobles heterogéneos y docencia compartida, tutorización individualizada, apoyos extraescolares, etc.)
2) Trabajo cooperativo: Situaciones de aprendizaje basadas en la vinculación social y el aprendizaje dialógico, así como actividades de ocio y complementarias grupales.
3) Vivenciar éxitos escolares cotidianos cada alumn@: El percibir avances constituye una motivación fundamental para la implicación académica.
4) Potenciar la acción tutorial.
5) Clima relacional valorizante: Relaciones cordiales, afectivas y potenciadoras de autoestima (afecto unido a exigencia).
6) Evaluación al servicio de la mejora: No centrada en el examen y la calificación, sino en el seguimiento y ayuda individualizados.
7) Extensión del tiempo de aprendizaje y de convivencia interétnica.
8) Propiciar la vinculación con las familias y su participación en el centro: Mimar las comunicaciones que se les envían (cartas, mail, notas…); hacer llegar a los padres mensajes alabando los logros de su hijo/a; hacer todo lo posible para que participen en las celebraciones del centro educativo; pedir a las familias y a asociaciones gitanas su colaboración para la planificación y celebración del Día Internacional del Pueblo Gitano; etc.
9) Potenciar su competencia digital y el que cuenten con dispositivos digitales.
10) Coordinación del equipo docente y con otro profesorado que trabaja con este objetivo: Llegar a acuerdos sobre las estrategias a implementar y quedar periódicamente para evaluarlas; organizarnos como seminario de formación para este objetivo; etc.
11) Contar con referentes y promotores o mediadoras escolares gitanas.
12) Incluir la historia y cultura del Pueblo Gitano y el sentido crítico frente al antigitanismo en el aula.
Pienso que sentirnos interpelados por la situación del alumnado gitano implica plantearnos en qué podemos mejorar en nuestra práctica pedagógica en cada una de estas vías de actuación.
La nueva propuesta curricular que establece la LOMLOE (Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre, por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación) señala como prescriptivo el estudio de la historia y cultura del Pueblo Gitano y la crítica a los prejuicios y estereotipos racistas. El artículo 92 de la LOMLOE (texto consolidado) estipula que: “en el currículo de las diferentes etapas de la educación básica se atenderá al aprendizaje de la prevención y resolución pacífica de conflictos en todos los ámbitos de la vida personal, familiar y social” y que entre “los valores que sustentan la democracia y los derechos humanos y prevención y resolución pacífica de conflictos” se debe incluir “el estudio y respeto de otras culturas, particularmente la propia del pueblo gitano y la de otros grupos y colectivos, contribuyendo a la valoración de las diferencias culturales, así como el reconocimiento y la difusión de la historia y cultura de las minorías étnicas presentes en nuestro país, para promover su conocimiento y reducir estereotipos”.
Además, el Real Decreto 157/2022, de 1 de marzo, por el que se establecen la ordenación y las enseñanzas mínimas de la Educación Primaria recoge específicamente que uno de los saberes básicos a desarrollar en el alumnado en el área de Conocimiento del Medio Natural, Social y Cultural ha de ser “valorar la diversidad cultural” y “las distintas etnoculturas presentes en el entorno” y la “Historia y cultura” del “pueblo gitano”. Y el Real Decreto 157/2022, de 1 de marzo, por el que se establecen la ordenación y las enseñanzas mínimas de la Educación Secundaria Obligatoria recoge específicamente que en el área de Geografía e Historia se contemple “la realidad multicultural en la que vivimos”, la “diversidad social, étnico-cultural y de género”, así como la “Historia y reconocimiento del pueblo gitano”.
Por otra parte, el enfoque competencial del currículum que propugna la actual legislación educativa posibilita la inclusión de la historia y cultura del Pueblo Gitano en muy diversas situaciones de aprendizaje. Trabajar la historia del Pueblo Gitano, sus manifestaciones culturales y el antigitanismo constituyen vías privilegiadas para que todo nuestro alumnado fomente la capacidad de análisis y el pensamiento crítico, así como la aplicación de los aprendizajes a la práctica.
Para facilitar el estudio de la historia y cultura del Pueblo Gitano en los centros educativos el Ministerio de Educación, en colaboración del Grupo de Educación del Consejo Estatal del Pueblo Gitano, ha editado unos estupendos materiales:
- VV. (2020). Materiales didácticos sobre el pueblo gitano para Educación Primaria: https://www.libreria.educacion.gob.es/libro/materiales-didacticos-sobre-el-pueblo-gitano-para-educacion-primaria_180997/
- VV. (2022). Materiales didácticos sobre Historia y Cultura del pueblo gitano para Educación Secundaria. Educación frente al Antigitanismo: https://www.educacionfpydeportes.gob.es/prensa/actualidad/2022/02/20220203-materialespueblogitano.html
- VV. (2024). La historia y cultura del pueblo gitano. Breve guía de orientaciones para su inclusión en el marco curricular LOMLOE: https://www.libreria.educacion.gob.es/libro/la-historia-y-cultura-del-pueblo-gitano-breve-guia-de-orientaciones-para-su-inclusion-en-el-marco-curricular-lomloe_184546/
A su vez, la Asociación de Enseñantes con Gitanos ha elaborado la Exposición Historia y cultura del pueblo gitano (2021 y 2024), con diversos materiales para trabajar en las aulas: https://www.aecgit.org/exposicion/historia-y-cultura-del-pueblo-gitano.html
En cada uno de estas publicaciones, a su vez, se pueden encontrar numerosas referencias a otras publicaciones y enlaces de estudios, materiales didácticos y páginas web de entidades gitanas.
La conmemoración de esta efeméride de los 600 años de la llegada del Pueblo Rom a España constituye un aldabonazo para el conjunto de la sociedad española y también para nuestros centros educativos.
- José Eugenio Abajo Alcalde. Maestro y orientador jubilado. Miembro de la Asociación de Enseñantes con Gitanos y de la Asociación Presencia Gitana y asesor del Grupo de Educación del Consejo Estatal del Pueblo Gitano.