Tan cerca y tan lejos: diferencias regionales en PISA 2022
Un sistema educativo de calidad requiere no solo la obtención de buenos resultados académicos de los estudiantes, sino lograrlo de forma equitativa, asegurando la igualdad de oportunidades para todos ellos. Es decir, alcanzar el máximo desempeño académico posible y que, a su vez, el mismo dependa exclusivamente de las capacidades y del esfuerzo que realicen los estudiantes, y no de las circunstancias determinadas por su origen social, cultural y/o económico (Roemer, 1998).
En España, las competencias educativas han sido traspasadas a las comunidades autónomas (CC.AA.) y, por tanto, son éstas las responsables del proceso de producción educativo y del diseño de la mayor parte de políticas. Como consecuencia, conocer la realidad del sistema educativo español requiere analizar y comparar la realidad de cada una de sus regiones. El análisis de los resultados de la edición 2022 del Programme for International Student Assessment (PISA) por CC. AA. pone de manifiesto la existencia de importantes diferencias tanto en términos de rendimiento como de equidad educativa (1) . La tabla 6 muestra el rendimiento por competencias del alumnado español desde 2003, primera ola de PISA para la que se dispone de muestras representativas para diversas CC. AA. 2015 fue la primera ola para la que se dispuso de dichas muestras para todas las CC. AA.
En 2022, España se situó en la media de la Unión Europea (UE) en Matemáticas (473 puntos). Las CC. AA con un mejor rendimiento fueron Castilla y León, Asturias y Cantabria, mientras que las que obtuvieron puntuaciones más bajas fueron Canarias, Andalucía y Extremadura. La distancia entre Castilla y León (primera) y Canarias (decimoséptima) fue de 52 puntos en la escala de PISA, brecha que representa aproximadamente un curso y medio de diferencia. Estas diferencias son aún más acusadas si se tiene en cuenta la brecha entre regiones en el porcentaje de alumnos que no alcanza el nivel 2 de la escala de desempeño en Matemáticas (pobreza educativa), definido por PISA como el umbral mínimo de competencias para poder desenvolverse adecuadamente en la vida cotidiana. En este caso, el porcentaje en Canarias (38%) más que duplica el de Castilla y León (17%).
Las heterogeneidades regionales se observan tanto en términos de rendimiento como también de equidad educativa
El rendimiento de las CC. AA. no difiere solo a nivel medio, sino también en su tendencia. Así, respecto a 2018, los resultados de España en Matemáticas cayeron 8 puntos. Durante ese mismo período, el rendimiento aumentó 8 puntos en Madrid, mientras que cayó 21 puntos en Cataluña. Si revisamos la evolución desde 2009, llama la atención la mejora, desde puntos de partida modestos, de las dos regiones insulares, mientras que Cataluña y País Vasco empeoran notablemente (casi 30 puntos, lo que equivale a un curso académico). En cuanto a la evolución de la pobreza educativa en Matemáticas, el mayor aumento respecto de la edición de PISA 2018 se observa en Canarias y Cataluña (8 puntos), mientras que en Madrid se reduce en 4 puntos.
Las heterogeneidades regionales se observan tanto en términos de rendimiento como también de equidad educativa. Al analizar el efecto que el nivel socioeconómico de los estudiantes tiene sobre su rendimiento educativo, se encuentran diferencias sustantivas entre regiones (MEFPD, 2023) (2) . Mientras que en Cantabria el nivel socioeconómico explica de media un 7,5% de la varianza en los resultados de Matemáticas (muy por debajo de la media de España de 14,2%), en Asturias dicho porcentaje asciende al 17,7%. Asimismo, las divergencias entre regiones son considerables si se compara el rendimiento en Matemáticas del alumnado ubicado en el primer cuartil de nivel socioeconómico con el alumnado más favorecido en términos socioeconómicos (último cuartil). En este caso, la brecha en Cantabria es de 60 puntos, mientras que en Cataluña asciende a 96 puntos.
El efecto del nivel socioeconómico de los hogares varía a nivel regional
Las brechas de rendimiento y equidad entre CC. AA. obedecen a múltiples factores, algunos de los cuales se comentan a continuación. Una primera explicación podría estar relacionada con el nivel de renta per cápita. Sin embargo, a pesar de existir una correlación positiva entre el nivel de renta y el rendimiento educativo de las CC. AA. (con un R2 de 0,32, en Matemáticas, y 0,18, en Lectura), esta variable difícilmente puede explicar los motivos por los que algunas CC. AA. con un elevado nivel de renta, como Cataluña, tienen un rendimiento reducido.
Tal y como se ha comentado, el efecto del nivel socioeconómico de los hogares, muy relacionado con el nivel de renta, varía a nivel regional. En efecto, las características del alumnado entre CC. AA. resultan diversas no solo por nivel socioeconómico, sino también, por ejemplo, por el tamaño de los municipios de residencia u origen de los hogares. Y las respuestas de política educativa para atender a este alumnado diverso también difiere por CC. AA., dado el elevado grado de descentralización en esta materia. Ello apunta a que, en buena medida, las brechas educativas entre regiones no son explicadas solamente por las distintas características del alumnado escolarizado sino a las decisiones políticas, más o menos exitosas, tomadas a lo largo de más de una década. Así, por ejemplo, la proporción de alumnado escolarizado en Educación Infantil en el curso 2009-2010, cuando el alumnado participante en PISA 2022 tenía dos años de edad, divergía por CC. AA. entre un máximo de 94,4% en el País Vasco y un mínimo de 6,1% en Extremadura.
La aplicación de la repetición de curso, una política educativa de efectos cuando menos controvertidos, también difiere entre CC. AA. En PISA 2022, el 31% del alumnado de 15 años de Castilla-La Mancha había repetido al menos un curso, mientras que dicha cifra era de tan solo el 7,4% en Cataluña. Otro ejemplo más reciente en la heterogeneidad de políticas regionales ha sido la respuesta frente a la pandemia de la COVID-19, con cierres escolares de duración diversa y estrategias alternativas para reducir el impacto sobre los procesos de aprendizaje.
Otro factor que difiere entre regiones es el tamaño del sector privado en la provisión de la educación. En 2022, el porcentaje de alumnos participantes en PISA matriculado en centros privados alcanza el 51% en el País Vasco, mientras que en Castilla-La Mancha es del 15%. Relacionado con este punto, el grado de segregación escolar también podría contribuir a explicar las brechas educativas regionales, en especial en términos de equidad (Murillo y Martínez-Garrido, 2018).
Finalmente, resulta también llamativo el bajo rendimiento en competencia lectora del País Vasco (466) y Cataluña (462), dos CC. AA. con políticas lingüísticas distintas al resto de regiones. En ambos casos destaca, de hecho, no solo el reducido nivel de competencias en 2022, sino la tendencia negativa, ya que hasta 2012 ambas se situaban por encima de la media nacional. Esta caída ya venía anunciada en cierta medida por los resultados negativos de ambas CC. AA. en la evaluación de la Comprensión Lectora a los 10 años de edad -es decir, para alumnado de una cohorte similar- realizada en PIRLS 2016.
Es importante remarcar que la lista de factores mencionados anteriormente son solo algunas de las posibles causas que podrían explicar las diferencias regionales en rendimiento y equidad educativa, pero para los cuales existe escasa evidencia que mida su impacto causal. El principal motivo es la falta de evaluaciones de diagnóstico estandarizadas a nivel nacional. Por ello, las evaluaciones internacionales como PISA son, actualmente, la única fuente de información disponible para ello. Contar con evaluaciones de impacto rigurosas resultaría clave para mejorar el diseño de políticas educativas diferenciadas a nivel regional y así optimizar el rendimiento y la equidad educativa en España.
Este artículo forma parte del informe Indicadores comentados sobre el estado del sistema educativo español. Este es el octavo de los informes anuales con que la Fundación Ramón Areces y la Fundación Europea Sociedad y Educación recogen y ofrecen, desde 2015, una selección de datos descriptivos sobre la situación y evolución del sistema educativo español. Este instrumento de consulta al servicio del sector educativo analiza abundante información procedente de fuentes estadísticas y estudios nacionales e internacionales para ordenarla, clasificarla y organizarla empleando, siempre que es posible, una perspectiva comparada y actualizada a 2022.
Notas:
(1) Las evaluaciones internacionales en las que España participa con muestras ampliadas a nivel regional son actualmente la única información disponible en términos de rendimiento educativo, ya que no se dispone de evaluaciones de diagnóstico estandarizadas a nivel nacional.
(2) Para aproximar el nivel socioeconómico de los hogares, la OCDE construye el Índice Social, Económico y Cultural (ISEC) a partir de la información recabada en el cuestionario de alumnos de PISA en relación con el nivel educativo y ocupación de los padres, y la disponibilidad de recursos educativos en el hogar (para mayor detalle ver OECD, 2023).
Referencias:
- MEFPD (2023) PISA 2022. Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes. Informe Español. Madrid. Depósito Legal: M-32873-2023.
- Murillo, F. J. and C. Martínez-Garrido (2018). Magnitud de la segregación escolar por nivel socioeconómico en España y sus Comunidades Autónomas y comparación con los países de la Unión Europea. Revista de Sociología de la Educación-RASE 11(1): 37-58.
- OECD (2023), PISA 2022 Results (Volume I): The State of Learning and Equity in Education, PISA, OECD Publishing, Paris, https://doi.org/10.1787/53f23881-en.
- Roemer, J. (1998). Theories of distributive justice. Harvard University Press. Cambridge, Massachusetts.