Proyecto VIRION: Realidad Virtual para adquirir competencias asociadas al currículo
Los simuladores y la realidad virtual encierran un sinfín de posibilidades. También en educación. Para presentarnos un proyecto que no solo aplica la realidad virtual, sino que lo hace para lograr una mejor adquisición de las competencias asociadas a las asignaturas STEM (pero no solo), y lo hace en colaboración con centros de Secundaria en un proyecto europeo en el que también participan institutos finlandeses, alemanes y búlgaros, para contarnos qué es VIRION, nos acompaña parte de su equipo: los profesores de la Facultad de Comunicación de la URJC Ricardo Roncero y Victoria Mora.
¿Qué es VIRION?
–Ricardo Roncero: Se trata de un proyecto que lo hacemos en colaboración con otros tres países y cuatro entidades diferentes: una empresa productora de piezas en realidad virtual, una escuela y dos universidades en Finlandia, Alemania y Bulgaria, y lo que hacemos es testear la tecnología de la realidad virtual como herramienta docente. Hemos diseñado según la demanda del profesorado cuatro piezas para asignaturas STEM donde se ha testeado qué tipo de vinculación se crea, qué tipo de dificultades existen por parte del profesorado para utilizar esta tecnología y qué parte de la tecnología es interesante a partir de la percepción que el alumno tiene de de ella.
¿Cuándo nace VIRION y en qué fase se encuentra?
–Victoria Mora: VIRION lleva dos años y medio, estamos ya en la recta final. Ya hicimos los prototipos, los testeamos y hemos recogido las conclusiones de todo el proyecto.
¿Para qué puede servir llevar la realidad virtual a las aulas?
–R. R.: Por un lado, hay un foco de atención exclusivo en la aplicación, porque es lo único que puedes ver, pero no creo que sea el gran logro de esta tecnología. Sobre todo, lo que nos permite hacer es desarrollar entornos tridimensionales interactivos, dentro de los cuales el alumnado puede participar e interactuar. Imagínate, por ejemplo, que el alumnado tiene que trabajar en un laboratorio de química sin que exista un riesgo de manejar ciertos productos o porque el colegio no tiene acceso a esos utensilios, ese aparataje, esos químicos, esta tecnología nos permite recrear estas circunstancias para que el alumnado pueda interactuar de la manera más real posible teniendo acceso a ese entorno, manejando los los aparatos, los químicos, con sus manos. Este es simplemente un ejemplo de lo que esta tecnología nos podría aportar.
¿Cómo ha sido la relación con los institutos participantes?
–V. M.: Cuando empezamos el proyecto nos pusimos en contacto aquí en España con tres institutos, en Bulgaria con cuatro y en el resto de países participantes con tres también. En los institutos españoles el coordinador TIC es la figura de referencia, la persona con la que nosotros hablamos y que nos permite coordinar la experiencia con todos ellos. ¿Cómo lo hemos hecho? Tuvimos una reunión, un primer face to face donde dimos información práctica a los profesores sobre cómo funcionaba la tecnología y cómo se debería implementar en función de una metodología que diseñamos, y luego ellos los trasladaron al colegio y tuvieron que formar también a dos profesores más de cada uno de los centros. Entonces, en función de todo eso, organizamos un calendario de trabajo y cedimos las diferentes gafas, en este caso 15 gafas, y se produjo la experiencia, el pilotaje de las piezas.
¿Y la relación con las otras universidades?
–R.R.: Totalmente estrecha y muy directa y continua. Durante estos dos años y medio hemos tenido reuniones tanto de manera individual como con todos los partners, con todos los socios, de manera mínimamente bimensual. Y cada partner, cada socio, está encargado de ciertas tareas, por así decirlo, que contribuyen al conjunto del proyecto, de manera que si un socio no funciona, el proyecto se desmorona. Eso es muy interesante y nos hace que tengamos que estar trabajando todos al unísono, remando en una misma dirección para poder alcanzar el objetivo concreto. Es importante destacar que la fase de testeo no solo se realiza en España, también se ha realizado en Finlandia, en Bulgaria y en Alemania. Con nuestros tres colegios y 50 estudiantes por cada colegio. Por lo tanto, tenemos que ir todos en coordinación para hacer ese testeo de manera simultánea con los mismos parámetros para obtener resultados que puedan ser comparables.
El hecho de que tenga el sello de cofinanciado por la Unión Europea y de que sea un proyecto Erasmus+ supongo que lleva mucho trabajo detrás.
–R.R.: Muchísima burocracia y muchísimo trabajo. Primero tienes que presentar un proyecto largo, extenso, según las pautas que el portal de Erasmus+ o de la propia entidad da, es un proyecto que sale por concurso, ganan aquellos que la Comisión Europea considera que son más interesantes y a medida que el proyecto avanza hay que estar justificando mediante una serie de informes todo el trabajo que se está haciendo. De hecho la fase de preparación del informe final, que también es un trabajo largo, es muy interesante y muy importante, porque en este informe final es cuando empezamos con la diseminación de esas conclusiones, cuando los resultados salen a la luz para que todos los centros educativos, profesorado y personas interesadas en este tipo de tecnología puedan acceder de manera gratuita a ellos y utilizarlas. Las piezas que se han hecho, las cuatro piezas están a disposición de quien las quiera utilizar de manera gratuita y de descarga en la página web del proyecto. Una de las cosas más importantes de los proyectos Erasmus+ es que generan conocimiento, y ese conocimiento tiene que estar al alcance de manera gratuita para todos los interesados que quieran acceder a él, y de manera sencilla. Os invitamos también a que a que entréis en el portal de Erasmus+, una fuente de información importantísima, y que visitéis nuestros proyectos anteriores.
Proyectos en los que os centráis en la alfabetización mediática, fundamental en nuestros días.
–R.R.: Sí, y en nuestro campo mucho más. Hay que tener en cuenta que estas tecnologías aportan, pero no nos tenemos que dejar llevar ni por modas ni por fascinaciones tecnológicas absurdas. En medio del debate que tenemos ahora sobre las pantallas en los colegios, la realidad virtual podemos decir que es la pantalla más absorbente que existe, ya que te vinculas con el entorno mediante una pantalla únicamente, pierdes la noción de realidad que tienes a tu alrededor. Entonces, es importante saber cuándo y en qué utilizarla, que es una de las cosas en que el Proyecto VIRION se ha centrado más. No creemos que se deba utilizar la realidad virtual como herramienta docente así como así. De hecho, la gran demanda que los profesores nos hacían es que sirva como una herramienta importante y contribuya a los objetivos de una clase determinada. No tiene ningún sentido que los estudiantes vean un contenido en las gafas de realidad virtual que pueden ver mediante un monitor bidimensional o mediante un libro. No tiene absolutamente ningún interés, al menos de nuestra parte. Lo interesante es cuando se aprovechan esas posibilidades que tiene esta tecnología para crear un acceso directo a una etapa de conocimiento y a un proceso de conocimiento que no se tendría de otra manera. Como hemos comentado anteriormente, por hechos económicos, por ejemplo, físicos, etcétera. Eso es lo que realmente nos interesa a nosotros.
Planteáis su introducción a partir de una determinada edad, los 14 años, y no sé si creéis necesario restringirla a unas asignaturas concretas, como Química, Física, Matemáticas, Biología.
–R.R.: El tema de la edad sí que es importante. No creo que sea adecuado que un menor de 14 años empiece con ese tipo de tecnología, porque, entre otras cosas, los fabricantes de las gafas así lo aconsejan, y creemos que es importante. Con el tema de las asignaturas STEM es un punto de partida, pero creo que es fundamental para otro tipo de asignaturas como puede ser Historia, como puede ser Arte, etcétera. De hecho, es una demanda también de los profesores. Un profesor de Toledo nos decía que le interesaba mucho esta tecnología para su asignatura de Filosofía, por ejemplo. Sería muy interesante desarrollar un software concreto para utilizar y mezclar temas abstractos con históricos, etcétera.
O sea, que este puede ser solo el principio.
–R.R.: Estamos convencidos. Lo que hemos hecho ahora es abrir este campo. Por supuesto que hay muchísimo más para poder trabajar. Y, como hemos comentado, el campo de la Historia y del Arte me parecen campos muy interesantes también para trabajar con con ellos.
¿Cómo veis la unión de realidad virtual con inteligencia artificial?
–V.M.: Al final todo lo que tenga que ver con las tecnologías, si suman, pueden ser una herramienta que unida con el currículum de las diferentes asignaturas, aporta un conocimiento más personalizado. Siempre es un plus para el alumno y para el profesor que imparte la asignatura.