Las comunidades difieren en el concepto y el tipo de asignaturas suspensas

El ministro, José Ignacio Wert, sigue lanzando propuestas de cara a su anunciada reforma del sistema educativo. La última la conocimos la semana pasada y tiene que ver con las condiciones en las que los alumnos obtienen el título de la ESO. En declaraciones a la agencia Efe, el ministro aseguraba que no se podrá titular en la ESO con materias suspensas. Sin embargo, unos días después, matizó sus palabras: “No tiene sentido o parece una anomalía el que se consiga, con un efecto académico exactamente igual, titular en ESO con suspensos que sin suspensos”.

Por eso anunció que “el Ministerio está estudiando que los alumnos que aprueben completamente la ESO tengan un reconocimiento por ello, pero sin dificultar ni posibilitar que quienes consigan un resultado académico inferior prosigan itinerarios formativos superiores”. Se trata, a su juicio, de “marcar la diferencia con quienes aprueban todo”, pero aclaró que “no se ha decidido cuál será el número máximo de materias no aprobadas para que se dé por superada la etapa educativa básica”.

La LOE, en su artículo 31, recoge que “obtendrán el título los alumnos que al terminar la ESO hayan alcanzado las competencias básicas y los objetivos de la etapa”, y para los que no lo consigan “recibirán un certificado de escolaridad en el que consten los años cursados”. Después, las comunidades autónomas, en sus respectivas órdenes de evaluación, desarrollan este artículo de la LOE y establecen que, para obtener el título de la ESO, los alumnos deben superar todas las materias de la etapa o tener evaluación negativa en una o dos materias, y excepcionalmente en tres, “siempre que el equipo docente considere que la naturaleza y el peso de las mismas no les ha impedido alcanzar las competencias básicas y los objetivos del conjunto de la etapa”.

El problema que se presenta con esta redacción, y con su escasa concisión, es qué se entiende por materia suspensa. La orden sobre evaluación en Secundaria publicada en el BOE dice textualmente que “en el cómputo de las materias no superadas, a efectos de promoción y titulación, se considerarán tanto las materias del propio curso como las de cursos anteriores”. Nada dice, por tanto, de que las materias con la misma denominación se computarán como una sola. De hecho, algunos decretos de evaluación autonómicos aclaran este punto afirmando que “a efectos de titulación, las materias evaluadas negativamente en cursos anteriores computarán como una sola materia si tienen la misma denominación en los distintos cursos”. Esto lleva a que los alumnos puedan conseguir el título de la ESO no sólo con dos o tres materias suspensas en el último curso, sino con algunas más que arrastren de cursos anteriores y que tengan la misma denominación.

Pero no es el único inconveniente. Tampoco hay consenso dentro de las órdenes de evaluación en cuanto al tipo de asignaturas que se pueden suspender para obtener el título. La mayoría atribuye esta decisión al equipo docente, que puede contar con el asesoramiento del Departamento de Orientación del centro.

Sin embargo, algunas comunidades sí que especifican que la excepcionalidad de obtener el título con tres asignaturas suspensas no se puede aplicar a los alumnos que tengan pendientes materias instrumentales como las Matemáticas y la Lengua y Literatura, dada su relevancia para el aprendizaje.

Diversidad de opiniones
Desde el punto de vista de los expertos en Educación, hay diversidad de opiniones con respecto al anuncio del ministro. El catedrático de Sociología de la Educación de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Julio Carabaña, advierte sobre los peligros de poder titular con materias suspensas en la tribuna que publicamos en esta misma página. Sin embargo, Mariano Fernández Enguita, también catedrático de Sociología de la UCM, afirma en su blog (enguita. info) que se trata de una “marcha decidida hacia el desastre”.

Según Enguita, “con el procedimiento actual de evaluación global, se quedan sin título tres de cada 10 alumnos, y aunque no existen estadísticas sistemáticas, se estima por datos de algunas comunidades autónomas que la proporción de alumnos que lo obtienen con asignaturas suspensas ronda o supera el 20%”. Por tanto, a su juicio, la aplicación a día de hoy de la propuesta de Wert supondría aumentar el fracaso en la enseñanza obligatoria al 50%”.

Enguita se pregunta “¿por qué no se iba a poder superar una etapa sin superar todas y cada una de las asignaturas? ¿Acaso no se supera una asignatura sin superar todos y cada uno de los temas del programa? ¿O no se supera un tema sin superar todos y cada uno de sus apartados o preguntas?”. A su juicio, “Wert y compañía no quieren entender que la ESO es una etapa obligatoria y común, y que por ello mismo lo lógico y lo justo es que sea objeto de una evaluación global”.

LO QUE DICEN LAS NORMATIVAS

• El cómputo global de las materias no superadas

La orden sobre evaluación en Secundaria, publicada en el BOE de 6 de septiembre de 2007 dice textualmente que “en el cómputo de las materias no superadas, a efectos de promoción y titulación, se considerarán tanto las materias del propio curso como las de cursos anteriores”. Nada dice, por tanto, de que las materias con la misma denominación se computarán como una sola.

• La posibilidad de acumular suspensos en la ESO

La mayor parte de las comunidades apuntan en sus órdenes de evaluación que “a efectos de titulación, las materias evaluadas negativamente en cursos anteriores computarán como una sola materia si tienen la misma denominación en los distintos cursos”.

• La excepcionalidad de las materias instrumentales

Algunas comunidades, como Castilla y León, Madrid, Comunidad Valenciana, Murcia o La Rioja, especifican en sus decretos de evaluación que la excepcionalidad de obtener el título con tres asignaturas suspensas no se puede aplicar a los alumnos que tengan pendientes materias instrumentales como las Matemáticas y la Lengua y Literatura, dada su relevancia para el aprendizaje.

• La decisión final se le encarga al equipo docente

Extremadura habla incluso de de que, además de la naturaleza de las materias con evaluación negativa, hay que tener en cuenta la diversidad de capacidades, la actitud y esfuerzo del alumno hacia el conjunto de las materias cursadas y el grado de consecución de las competencias básicas, además de los criterios basados en los proyectos curriculares de los centros.