Cunde la decepción entre las filas del PP
Ahora que el rumor ya es un clamor toca contar que el ministro Wert no sólo es criticado duramente por sus adversarios sino que está siendo muy cuestionado por sus próximos. Lo escribo con pena porque celebré la llegada de este sociólogo como la bocanada de aire fresco que necesitaba nuestra Educación, frecuentemente presa de intereses sectoriales o ideológicos. Con pena porque me gusta lo que dice y cómo lo dice, harto como llega a estar uno de tanta demagogia, tanto servilismo político y tanta dependencia de los prejuicios ideológicos.
El caso es que es difícil encontrar en el Partido, instituciones educativas regentadas por el PP o en los gobiernos autonómicos populares alguien a quien le guste el rumbo que ha marcado Wert. Casi todos –por no decir todos– consideran que el anteproyecto de reforma presentado es muy tibio y nada tiene que ver con la reforma en profundidad que ellos mismos prometieron a los electores y, lo que es más sorprendente, con la iniciales intenciones del propio Wert. La ya célebre Comisión de Educación, en la que se ignoraron las aportaciones de las CCAA y por el contrario se les pidió silencio, ha sido la gota que ha colmado el vaso. Pero el vaso ya estaba lleno con la salida del Ministerio, en cuestión de meses, de los tres directores generales que conformaron el equipo inicial: Ordenación Académica, Formación Profesional y Universidades, esta última hace escasas semanas tras serias discrepancias con la Secretaría de Estado. El vaso estaba lleno después de que llegara arriba un suculento dossier en el que se menudeaba con los currículos de una docena de altos cargos de Wert que han ocupado puestos relevantes en los gobiernos de Zapatero y en todo caso vinculados al PSOE.
Casquería aparte y en el terreno de las ideas, los representantes de las comunidades autónomas del PP que se dieron cita en el Congreso de CECE no ocultaron sus críticas al anteproyecto. Valencia echó en falta un Cuerpo de Directores como Dios manda; Aragón, una evaluación del profesorado y autonomía real para los centros que incluye autonomía curricular; Baleares, una revisión a fondo del modelo de conciertos que incluyera el copago o conciertos singulares; Cantabria, tener en cuenta la demanda a la hora de programar, etc.
A ver qué pasa.