El nivel educativo de los mayores en España, entre los más bajos de Europa
Así lo pone de manifiesto el informe "Por el fomento de la formación tras la jubilación", que ha elaborado la Unión Democrática de Pensionistas (UDP) dentro de su campaña "Doce causas para 2012" con motivo de la celebración del Año del Envejecimiento Activo. El estudio, que recopila datos de fuentes oficiales como el Instituto Nacional de Estadística y del Imserso, indica que el 38,7 por ciento de las mujeres y el 29,7 por ciento de los hombres mayores de 65 años sabe leer y escribir, pero no tiene estudios.
De hecho, el 17,8 por ciento de los hombres y el 14,6 por ciento de las mujeres de más de 65 años completaron los estudios primarios, en tanto que solo el 1,8 por ciento de las mujeres de esa franja de edad había cursado educación superior, frente al 5,3 por ciento de los hombres. Según el INE, con datos de 2007, que recoge en el informe la UPD, tan solo el 3,79 por ciento de los hombres mayores de 65 años tenía intención de seguir aprendiendo, porcentaje que se eleva hasta el 6,85 por ciento en el caso de las mujeres.
De media, el 88,7 por ciento de los mayores de 65 años ni había participado, ni querían participar en actividad educativa alguna y el motivo que principal para un 49 por ciento era la edad o la salud y para un 13,32 por ciento el no disponer de tiempo al tener que ocuparse de responsabilidades familiares. El 78,14 por ciento de la población de entre 55 y 64 años tampoco tenía la intención de continuar con su aprendizaje.
El informe recoge datos de Eurostat que indican que la tasa de participación de las personas mayores de entre 55 y 64 años en cualquier tipo de aprendizaje alcanzó de media en torno al 30 por ciento. Así, la UDP reclama, entre otras propuestas, aumentar la cultura de la formación y la cualificación de los trabajadores en las empresas al considerar que ésta contribuye a un aumento de la competitividad, así como usar el potencial de las personas mayores como formadores de otros mayores. Mejorar la calidad del personal docente dedicado a la Educación de adultos, facilitar el acceso a la Educación Superior a las personas que carezcan de los títulos de acceso tradicionales, e insistir en la Educación como forma de enriquecimiento personal son otras recomendaciones de esta organización.