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“Nuestro sistema no es ineficiente; ya hacemos más que otros por menos”

Este investigador de la Economía de la Educación critica el “carácter ideológico” del axioma ‘de moda’ “hagamos más por menos” y el “elitismo” del Ministerio, y sostiene que el problema del abandono es difícil de revertir a medio plazo.

Paloma Díaz SoteroMiércoles, 20 de marzo de 2013
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Es uno de los investigadores de referencia para el PSOE en materia de Educación. Le encontramos en el Congreso de los Diputados, en una jornada sobre el Estado de Bienestar organizada por los socialistas, impartiendo una conferencia sobre los efectos de los recortes en la Educación pública y sugiriendo “alternativas progresistas” para mejorar el sistema educativo. Jorge Calero incide en la necesidad de que los poderes públicos se comprometan a evaluar las políticas y los programas que ponen en marcha, una asignatura pendiente sin la cual no podemos mejorar nuestro sistema educativo, y mucho menos de manera eficiente.

Tener a la mayoría de alumnos en los niveles medios-bajos de PISA es, para unos, exitosa equidad; para otros, mediocridad y fracaso. ¿Cómo lo analiza usted?
España tiene los resultados relativamente concentrados en el centro de la distribución. En las colas, a derecha e izquierda, se sitúa un porcentaje menor de alumnos. La buena noticia es que nuestro sistema atempera las desigualdades sociales previas, no las amplifica como otros países. La mala noticia está en la zona de competencias elevadas, donde tenemos muy pocos alumnos. Es un precio que hay que pagar por un sistema más igualitario, pero que hay que intentar rebajar paulatinamente.

¿Usted encuentra alguna parcela en la que se pueda o se deba recortar?
En un sistema tan extenso como el educativo podemos encontrar algunas zonas de ineficiencia. Sin embargo, no es verosímil basar en esas ineficiencias una política de recortes. El argumento de que tenemos margen para recortar porque, al fin y al cabo, el sistema funciona de forma ineficiente y es posible hacer ‘más por menos’ es un argumento ideológico. De forma agregada, nuestro sistema no es ineficiente: ya hacemos más por menos o, al menos, igual por menos cuando nos comparamos con otros países que invierten más en Educación y obtienen resultados similares a los nuestros en las evaluaciones.

Desmienta el eslogan de que el recorte no tiene por qué afectar a los resultados…
Ese eslogan proviene de una serie de investigaciones en Economía de la Educación que han identificado que los recursos humanos y materiales tienen un efecto casi nulo sobre los resultados, en comparación con otros factores como la familia de los alumnos. Sin embargo, esas investigaciones, cuyo autor más conocido es Hanushek, comparan situaciones en las que los recursos humanos y materiales presentan pocas diferencias y los entornos institucionales son similares, pero no son capaces de predecir qué sucede cuando nos enfrentamos a caídas significativas de los recursos. Por otro lado, estudios de Victor Lavy, en Israel, demuestran que los recursos sí inciden sobre los resultados.

¿Qué beneficios tangibles nos trajo la reducción de ratios por aula o docente que teníamos hace 20 años para que no deban volver a subir?
Hace 20 años nos enfrentábamos a una expansión de la escolaridad obligatoria que produjo, y sigue produciendo, grandes tensiones en nuestro sistema. Sin la reducción de ratios, el proceso habría sido todavía más complicado. Sin embargo, en nuestro país casi nunca disponemos de evaluaciones rigurosas de los impactos de las políticas públicas. Medidas importantes y muy costosas, como la reducción de ratios, son aplicadas y mantenidas sin contar con una idea muy precisa de sus efectos.

Usted tiene una investigación sobre desigualdades en el sistema educativo. ¿Cuáles destacaría?
Nuestro sistema educativo tiene un importante problema de segregación educativa, que tiene su base en una segregación urbanística importante. El sistema de financiación de la escuela privada mediante conciertos es parcialmente responsable de este problema. Desde el año 2000, adicionalmente, la llegada de población inmigrante ha agudizado los procesos de segregación y polarización. Otra desigualdad importante se da en los resultados, entre la población que fracasa o abandona y la que continúa estudios. Se trata de una desigualdad que afecta de forma radical las oportunidades y las trayectorias vitales de las personas.

¿Las diferencias de oportunidades para los chavales son muy diferentes según la comunidad en la que vivan?
Pueden llegar a ser muy importantes, sí. La incidencia del abandono prematuro es muy diferente entre las comunidades autónomas. Estas diferencias tienen mucho que ver con la trayectoria educativa de las generaciones anteriores, y con el tipo de tejido productivo y el mercado de trabajo en cada autonomía. De este modo, las comunidades con menor tradición de proseguir estudios y con un tejido productivo menos exigente en términos de capital humano (producción de menor valor añadido) son las que más abandono prematuro acumulan. Los dos factores que he mencionado tienen una gran inercia, por lo que las diferencias son difíciles de revertir en el corto y medio plazo.

¿A cuánto pueden ascender las pérdidas económicas del abandono escolar prematuro acumulado durante tantas décadas?
En el estudio Los costes del abandono escolar prematuro, publicado por el Ministerio de Educación en 2011, distinguíamos entre dos tipos de costes. Los puramente monetarios, causados por pérdidas en el mercado de trabajo (empleos y salarios) se estimaban en una cuantía mínima del 4% del PIB anual. Los no monetarios se estimaron de forma diferenciada en diversos ámbitos. Para dar un ejemplo, los costes no monetarios provocados por pérdidas en la salud de los ciudadanos se estimaron en una cuantía equivalente al 1% del PIB anual. Ambas son cuantías sumamente relevantes, más todavía si consideramos su efecto acumulativo.

¿Está bien gestionado, y de manera justa, el dinero público en becas?
Nuestro sistema de becas necesitaba una importante reforma, pero en la línea opuesta a la que ha desarrollado el Gobierno, que ha reforzado la perspectiva asistencial y ha introducido innecesariamente elementos de “excelencia”. No debe confundirse un instrumento que permite que los estudiantes, con independencia de su origen social, hagan un favor a la sociedad estudiando, con la recompensa a una supuesta excelencia. La vinculación de las becas al rendimiento debería ser la menor posible, justo la necesaria para garantizar que el estudiante aprueba los créditos en un tiempo razonable.

¿Cómo valora el proceso de elaboración de la Lomce?
El proceso de elaboración ha empezado con mal pie, con muy poca voluntad de alcanzar un consenso. La vida que le auguro es más bien conflictiva y presumiblemente corta.

¿Qué le disgusta de la ley?
Lo que menos me gusta es la recuperación de elementos de selección, como son las reválidas. Se trata de una vuelta a la Educación selectiva y elitista, que se corresponde con el sistema educativo de hace 50 años. Esa visión resulta incompatible con las necesidades de una sociedad democrática y de una economía productiva intensiva en capital humano.

¿Por qué es incompatible?
Con una Educación selectiva y elitista, en la década de 1970 alcanzaba la Educación superior el 10-15% de la población. Esos porcentajes son totalmente insuficientes para las necesidades de los sistemas productivos actuales. Recordemos que uno de los objetivos de la UE para 2020 es que al menos el 40% de la población adulta tenga un título universitario.

-Economía y Educación
Jorge Calero es catedrático de la Universidad de Barcelona, en la Facultad de Economía Aplicada y Hacienda Pública. Es doctor en Ciencias Económicas y Máster en Sociología. Su especialidad es la Economía de la Educación y el análisis de Políticas Educativas y del Estado del Bienestar. Es un experto conocedor de los informes PISA y de la influencia socioeconómica y cultural en sus resultados, así como de la financiación de la Educación y la gestión del gasto público. Es autor o coautor de 16 libros. Ha confeccionado estudios para el Ministerio de Educación durante mandatos socialistas y es activo colaborador de las Fundación Alternativas, vinculada al PSOE. Fue presidente del Consejo de Evaluación de Cataluña y ha participado en diversos comités internacionales de la OCDE, entre ellos la junta de Gobierno de PISA.

-Palabra d e experto
En su última conferencia, en el Congreso de los Diputados, advirtió de la “huida de las clases medias” de la escuela pública que se avecina con los recortes y de la fractura social que ello conllevará. Además, incidió en la urgencia de evaluar los programas y las políticas públicas que se ponen en marcha; reclamó evaluaciones al alumnado, pero no para comparar centros, y aconsejó a los políticos que eviten la repetición de curso.

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