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La especialización y el proyecto propio, claves para la supervivencia de los centros

Los participantes en el nuevo coloquio organizado por MAGISTERIO abogaron porque sean las propias familias las que configuren la Educación que quieren para sus hijos.
Adrián ArcosMartes, 29 de octubre de 2013
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“La clave para que un colegio subsista es que un padre esté enamorado de un proyecto educativo, porque el bien final es la construcción de la persona”. Así lo aseguraba Juan Ramón de la Serna, director del Colegio Internacional “J. H. Newman”, un centro concertado de Madrid. Fue una de las soluciones propuestas a las dificultades económicas por las que están atravesando los centros y que se pusieron de manifiesto durante el nuevo coloquio organizado el pasado día 22 por MAGISTERIO en colaboración con Cospa&Agilmic, dentro del ciclo Mesa de expertos: La Educación a debate. En esta ocasión, el coloquio trató sobre Estrategias para garantizar la viabilidad económica de las organizaciones educativas, y contó con la participación de seis responsables de centros que ofrecieron su visión sobre la situación económica actual.
“En la medida en que tengamos un proyecto educativo atractivo e ilusionante, aunque las crisis nos va a afectar, las familias serán capaces de involucrarse en un proyecto educativo y ser conscientes de que hay que sacarlo adelante entre todos, y esa involucración se materializa estando presente en el centro pero también colaborando económicamente”, explicó Jesús Mª Ezponda, director del Colegio “Miravalles-El Redín” (Pamplona). Para Javier Ibáñez, gerente del Colegio “Zola” de Las Rozas (Madrid) “hay muchas oportunidades que no estamos teniendo en cuenta, como todo lo que tiene que ver con la Educación on line y que supone una oportunidad para el sector educativo, ya que las empresas ajenas al sector se están posicionando muy bien en este ámbito”.

Ibáñez también abogó por “trabajar con empresas que puedan facilitar la especialización, porque es fundamental que el cliente pueda configurar él mismo la Educación de sus hijos (Educación trilingüe, musical, deportiva…)”. A su juicio, “son vías de ingresos extras para los centros, ya que las familias que quieran tener a sus hijos en esas secciones comprenderán que tienen que realizar aportaciones extra”.

En la enseñanza pública, sin embargo, los centros todavía necesitan dar el paso de la especialización y del carácter propio. Francisco Gabriel Díaz, director del CP “Madre Teresa de Calcuta” de Parla (Madrid), indicó que “los centros públicos empiezan a realizar proyectos educativos propios, que afortunadamente demandan las familias” y aseguró que “en el nuestro queremos que ese proyecto sea la seña de identidad de todo el centro y de los docentes que forman parte de la comunidad educativa”. De esta forma, señaló que “también en la Pública, cada vez se tiende más a la especialización, a unas señas propias de identidad y a que la familia que lleva a su hijo a un colegio determinado lo haga convencida, independientemente del criterio de cercanía, porque realmente se identifique con ese colegio”.

Para Juan Ramón de la Serna, “lo que va a marcar el futuro de los centros es que sean capaces de crear un proyecto educativo de calidad, y van a tener más posibilidades de sobrevivir aquellos que sepan distinguirse y encontrar su nicho propio (idiomas, Educación personalizada, innovación educativa, TIC…).

De esta forma, según el director del “J. H. Newman”, “los padres participan económicamente sin tener que realizar la aportación voluntaria, sino pagando directamente los servicios por los que están interesados, ya que ven que está germinando una construcción humana que no quieren perder de cara a la Educación de sus hijos”.

De la Serna también recomienda a los centros que desa-rrollen más los servicios en doble línea para los propios alumnos y a las familias, por ejemplo “ampliando en la medida de lo posible la utilización de instalaciones, uniéndolo al proyecto educativo, de forma que se ofrezcan servicios interesantes e inteligentes”.

Acuerdos con empresas
El director del “J. H. Newman” advierte de que “en España se ha explorado muy poco la búsqueda de sinergias y de acuerdos con agentes aparentemente externos al ámbito escolar, como son las empresas que quieran formar a alumnos para luego contratarlos”. En definitiva, él apuesta porque “los colegios se hagan valer y vayan adquiriendo un prestigio, de forma que sean avalados con pequeñas esponsorizaciones de empresas y se vayan especializando”.

El director del “Zola”, sin embargo, advirtió de “las dificultades que propicia el sistema de financiación, y que hace que los colegios no puedan elaborar una buena estrategia, reformar sus instalaciones o renovar sus servicios”.

Las fórmulas mixtas pública-privada también presentan problemas en la enseñanza pública. Según Francisco Gabriel Díaz, “la iniciativa privada se está introduciendo, pero en los colegios públicos suele llevar tiempo, ya que depende de las negociaciones y de ajustar al máximo los presupuestos”. El director del colegio público aboga por “tratar de ser lo más eficiente posible dentro de los recursos que disponemos”.

LAS DIFICULTADES DE LA CONCERTADA
­­­- Coste del puesto escolar
Jesús Mª Ezponda, director del Colegio “Miravalles-El Redín” (Pamplona) recordó que “la Educación Concertada ya viene de un desequilibrio en el coste del puesto escolar desde hace muchos años, que se materializa en que el coste de este tipo de enseñanza respecto a la pública es de un 37% más, dependiendo de las comunidades autónomas y según los datos del Ministerio de los tres últimos años” .
­­­- Retrasos en los pagos
Según Ezponda “es indudable que los colegios concertados, con las ayudas que recibimos de la Administración por el concierto (pago delegado y las ayudas a otros gastos de funcionamiento), no podemos cubrir el coste”. Además, aseguró que “se están produciendo muchos retrasos en los pagos que se hacen por gastos de funcionamiento (partida de otros gastos), lo que está obligando a los centros a acudir a la financiación externa –sobre todo a los bancos– con todo lo que supone de gastos financieros”.
­­­- Ayudas a las familias
Ezponda también indicó que “la LOE permite que las familias realicen aportaciones, pero al mismo tiempo pone de manifiesto que no se puede obligar a ello” y denunció que “en este momento de crisis, los centros concertados incluso tienen que conseguir otros recursos externos para ayudar a algunas familias a financiar los servicios de comedor y transporte”, por lo que están viviendo una situación muy crítica. Y es que son muchas las familias que no pueden realizar esas aportaciones o donativos para sostener a los centros, y además tienen que ser ayudadas por los propios titulares para los servicios de comedor y transporte. De hecho, Ezponda aseguró que, “aunque depende de cada centro, las aportaciones voluntarias han caído en torno al 30% o 40%”.

  • Enseñanza subsidiaria

Para Juan Ramón de la Serna, director del Colegio Internacional “J. H. Newman”, “el problema es que el modelo concibe la enseñanza concertada como subsidiaria de la estatal, de forma que allí donde no puede llegar la enseñanza estatal, se permite la concertada, y entonces es cuando se consiente y se le otorga una serie de subvenciones”. De la Serna lamenta que no se entienda que “el titular de la Educación no es la administración sino la propia sociedad”.

  • Dinero para las familias

Además, De la Serna advierte de que “reivindicar siempre más dinero para la Concertada supone caer en la trampa, ya que habría que abogar porque sea la familia la depositaria del dinero y, de esta forma, pudiera escoger el centro que quisiera”. El problema, a su juicio, es que “la legislación favorece una debilidad en la gestión, en lugar de que sean las familias quienes empleen el dinero como quieran y favorecer así la competencia educativa y de que cada centro cree el mejor modelo de educar a las nuevas generaciones”.

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