fbpx

Orgullosos de nuestros profesores y familias

Martes, 4 de febrero de 2014
0

Gregorio Luri tiene libro nuevo (“Mejor educados”) y vuelve a poner el dedo donde duele, tirando de sentido común y arrasando en medio de un debate educativo cada vez más complicado, más turbio. Si educar fuera lo que nos dicen pedagogos y psicólogos –a los los que se han añadido últimamente neurocientíficos–, estaría al alcance de muy pocos y sería difícil explicar cómo han podido educar generaciones pasadas, etc.

Luri se atreve incluso con Robinson y Gardner, tótem de la que denomina “escuela progre”. En una entrevista reciente en el diario ABC señala: “Me fascina que una teoría como la de las inteligencias múltiples sea tan poco respetada por los neurólogos y tenga tanto éxito entre los pedagogos. ¡Si hasta le hemos dado a Gardner un Príncipe de Asturias! Pienso que hay que tener mucho cuidado con esta teoría, o con lo que promulga Sir Ken Robinson. Sólo porque sean innovadoras no significa que vayan a tener resultados. La innovación es simplemente una etiqueta”.

Hay que ir de puntillas si uno se atreve a ir en contra de las modas pedagógicas, a menos que busque ser arrollado. Y nada más lejos. Pero es cierto que a veces se confunde el progreso con el avance, con el seguir adelante hacia no se sabe muy bien dónde, hacia esa entelequia que hemos denominado “la escuela del futuro”. Más que dirigirnos hacia un lugar mejor pareciera como si huyéramos de una realidad que no nos gusta.

Algunos empezamos a estar cansados de ese permanente mamporreo a la escuela que tenemos. Como si todo se hubiese hecho rematadamente mal hasta ahora, educando industrialmente, en recintos cerrados, como a gallinas ponedoras, con horarios rígidos… y demás caricaturas a las que los Robinson y compañía saben sacar tanto partido. Dice Luri: “Soy consciente de que la escuela es un sistema imperfecto y frágil, que no acaba nunca de estar satisfecha consigo misma, pero de ahí a criticar lo que hay y proponer una alternativa ideal sin comprobar… Lo que ocurre es que criticar a la escuela es de ‘buen tono’”. Tendremos que empezar a sentirnos orgullosos de nuestras escuelas, profesores, familias y alumnos. Los de hoy, mañana ya veremos.

0