Algunas claves para elegir colegio (1)
En estas fechas abundan las consultas sobre colegios. Se ha abierto el plazo de matriculación en la mayor parte del país y la movilidad se ha incrementado notablemente en los últimos años. La pérdida de ingresos de las familias de clase media y alta está provocando un trasvase de alumnado de la escuela privada a la concertada y de ésta a la pública.
Otros dos factores han revolucionado el mercado (con perdón) aunque en menor medida. La irrupción de la llamada “nueva concertada” fundamentalmente en Madrid y el descenso de la natalidad aunque no tanto y me explico. Según reflejamos en el “Estudio de Mercado de la Enseñanza Privada” que presentamos recientemente en la Convención de Acade, la caída de la natalidad impacta exclusivamente a las clases bajas y fundamentalmente a los inmigrantes y de éstos, en la privada hay pocos. Otro factor que en estos tiempos están incidiendo en la movilidad escolar es la movilidad laboral. Se ha hecho habitual que durante el curso un par de alumnos de cada clase abandonen el colegio porque su familia tiene que cambiar de ciudad o de país. Todos estos factores y otros están
En definitiva y en línea con los tiempos, también la escolarización se ha vuelto un poco más liquida y el concepto de “mi colegio” parece pesar menos que antes. Una escolarización más liquida y también mucho más competitiva y abierta. Los tiempos de las listas de espera de los que colegios de campanillas son cosa del pasado y quien te diga que no, has de saber que está haciendo marketing del bueno. Apenas los colegios británicos se salvan de la quema y no todos.
Un mercado más competitivo es siempre una oportunidad para los usuarios que ahora podemos ser más exigentes. No hay mal que por bien no venga, la crisis está sirviendo para empoderar algo más a las familias y hacer buena la mítica frase del director del elitista Eton College: “Lo único que quiero de las familias de mis alumnos es que sean puntuales en el pago de las facturas”. Ahora más que antes, podemos elegir pero no es suficiente. Se trata de hacer un buen uso de esa libertad de elección de centro, de acertar o de equivocarnos poco, de tener información y criterio. A eso dedicaremos las próximas entregas.