Algunas claves para elegir colegio (4)
Después de decir algo sobre los rankings de centros por resultados académicos, seguimos con otras tres claves intangibles pero medibles a la hora de elegir colegio.
En primer lugar, las otras familias del colegio. Ojo, no confundir con el factor clase social, o sea, pasta, del que ya dimos cuenta al enumerar las claves tangibles. Aquí hablamos de afinidad en términos de ideario o proyecto educativo, de compartir criterios pedagógicos o, incluso, una cierta visión de mundo, principios generales, etc. Mi posición es que es bueno que el niño o la niña se sienta cómodo en un entorno de valores compartidos. Suficientes sustos se va a llevar sin buscarlos (ambientes, redes sociales, medios de comunicación…) como para enfrentarle a riesgos innecesarios. Pero, ¿eso no es educar en una burbuja? A mí lo de la “burbuja” siempre me ha sonado a no sé qué complejos paternos mal digeridos y prefiero no seguir… ¿Realmente en estos tiempos de redes sociales de nombres impronunciables y de series infantiles con más sarcasmo que inocencia existe el riesgo de la “burbuja”? Quizá en otro tiempo, ahora más que nunca necesitan referencias, entornos seguros.
Una tercera clave intangible pero medible se refiere al equipo de dirección del centro. En alguna ocasión he comentado que si tuviera que adoptar una medida eficaz y fácilmente implementable para mejorar la Educación sería contar con un director competente al frente de cada colegio. De modo que, señores padres y madres en busca de colegio, conozcan al director o directora del futuro colegio de sus hijos y entrevístenle ustedes a él. Pregúntenle qué piensa sobre tal o cual tema, qué valores considera prioritarios, observen cómo se desenvuelve y cómo sonríe.
El cuarto criterio de este tramo es el proyecto educativo del centro, el alma del centro. Los padres deben conocer el proyecto educativo y exigir su cumplimiento, como quien exige a la otra parte el cumplimiento de un contrato.
Como observará el atento lector, los criterios van cobrando importancia y profundidad a medida que avanzamos por este interminable serial. Por tanto, paciencia, sólo queda una entrega. Hablaremos de dos claves intangibles y no medibles, pero que son las realmente esenciales.