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Los jóvenes españoles están ahora más implicados en lo social

Estudio sobre la evolución del pensamiento juvenil
María García Hdez.Martes, 9 de septiembre de 2014
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Saber cómo ha evolucionado el pensamiento joven en la última década ha sido el objetivo fundamental del nuevo estudio del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud, Jóvenes y valores sociales. Ignacio Calderón, director general de la FAD, de quién depende el centro, destaca que “es fundamental conocer en profundidad y con exhaustividad la realidad del mundo joven”.

Los jóvenes españoles de 14 a 25 años son cada vez más conservadores –reivindican valores y virtudes tradicionales como el esfuerzo, el ahorro, la honestidad o la prudencia– y cada vez se muestran más implicados o dispuestos a implicarse con lo colectivo. Son las dos conclusiones principales del estudio, que interpreta que en los últimos años, quizá a causa de la crisis, los jóvenes españoles se han hecho más ortodoxos, formalmente correctos, más proactivos frente a lo comunitario, más implicados en los común, y mucho más preocupados por el orden y la seguridad. Por el contrario, los valores asociados al presentismo o el hedonismo y usados como seña de identidad del estereotipo del joven pasota o del joven ni-ni, parecen haber perdido importancia para los adolescentes actuales.

El estudio analiza, entre otras cosas, el grado de confianza de los jóvenes en las instituciones –partidos políticos, fuerzas armadas, medios de comunicación, sindicatos, etc–, su interés por lo público, sus prioridades vitales o su posicionamiento moral con respecto a diferentes comportamientos –aborto, suicidio, vandalismo, pena de muerte, etc–.

La investigación analiza, a través de 1.000 entrevistas a jóvenes de 15 a 24 años, cuáles son las prioridades vitales de éstos, sus posturas morales, cómo se perciben, qué les preocupa de sí mismos y de la realidad social, o cuáles son sus principios éticos o sus propuestas de convivencia.

Tener personas en quién confiar, tener buenas relaciones familiares, ganar dinero o tener éxito en el trabajo, son considerados muy importantes por más del 90% de los jóvenes españoles de 14 a 25 años.
“Es muy significativo que, de toda la batería de valores finalistas propuesta, sólo el interés por la política y la religión no alcanzan el nivel medio de importancia en la escala”, subraya Eusebio Megías, director técnico del Centro Reina Sofía de la FAD.

El estudio también ha indagado acerca de qué recursos consideran los jóvenes que, pese a las dificultades, no se deberían reducir. Más de la mitad de menciona las partidas destinadas a la sanidad y la Educación como las prestaciones centrales y básicas del Estado de bienestar en las que no cabe reducción.

Más tolerante
Los jóvenes españoles son más tolerantes ahora que hace unos años. Hacia comportamientos que se ven como pertenecientes al ámbito privado –derechos de los homosexuales, aborto, eutanasia, etc–, y en menor medida frente a los que se refieren al ámbito público –romper señales de tráfico, conducir bajo los efectos del alcohol, etc–.

Uno de los datos más preocupantes del estudio, según sus autores, es que el ítem que más incrementó su admisibilidad, en la estela de una evolución que viene desde hace años, es la aplicación de la pena de muerte por delitos graves. “Sería la punta de lanza de un movimiento social que parece reivindicar las posturas más sancionadoras y que muestran mayor intolerancia frente a cualquier comportamiento que agrede al orden público y la seguridad colectiva”, explica Megías.

Defínete y defínele
Estos jóvenes se ven a sí mismos de manera positiva, según el estudio. Una autoimagen muy identificada con valores que son deseables individualmente y se adaptan a un “deber ser” socialmente aceptado. Los rasgos más potentes son aquéllos que definen elementos de desempeño personal –trabajador, honrado, responsable, etc– y ligeramente menos los que implican valores y actitudes con respecto a lo colectivo –solidario, tolerante, etc–.

Estableciendo una comparación con el análisis que se hizo en 2006, entonces referido a la atribución de rasgos a “la juventud en general”, la autoimagen actual de los jóvenes está mucho más caracterizada por rasgos positivos.

Javier Elzo, catedrático emérito de Sociología de la Universidad de Deusto y codirector del estudio, fue el encargado de presentar la tipología de los jóvenes españoles según sus valores, que se desprende de los resultados del estudio.

El grupo más numero-
so –28,2%– es el de los “Despreocupados por lo ajeno: instalados en el presente”, que no son conflictivos, que se agarran al presente y se cierran en un concha protectora de despreocupación, pero que quieren proteger lo que tienen. Por detrás, con un 22%, se sitúan los “Conservadores por la integración”, bien anclados en los valores tradicionales y que quieren entornos seguros donde se garanticen la ley y el orden.

Los “Rebeldes con causa y un tanto confusos” –21%–, los “Incívicos despreocupados: los que sostienen el tópico” –14,4%– y los “Conservadores altruistas: de escasos recursos y religiosos” –8%–, completan los grupos y tipologías.

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