Un cóctel frío para poner a prueba la creatividad

Para ello han contado con un colaborador habitual de la Fundación, el chef estrella Michelín Jesús Sánchez, que ha capitaneado los seis equipos de cinco personas que sólo dos horas antes de la clausura se han puesto manos a la masa para presentar el ágape. El desafío estaba en "rechazar lo obvio" y lo que a priori parece más fácil sin perder de vista la creatividad, el hilo conductor que ha llevado a todos a este brete.

En el comienzo, pese al tono distendido, latía en cierto modo el gusanillo de la competición, con preguntas cuyos acertantes han podido elegir determinados ingredientes. Y dentro de los productos facilitados no han faltado los ingredientes "canalla", que algunos no necesitaban pero otros sí, y que estaban obligados a usar para, al final, poder valorar no sólo el sabor, sino la presentación o la originalidad.

El resultado no ha decepcionado en algunos casos, con pinchos con denominaciones tan evocadoras como "piruleta de sensaciones", que pretendía tentar al paladar con un producto tan cántabro como la anchoa.

Entre el alumnado que se ha puesto el delantal en la sede de la Fundación Botín abundaban las mujeres jóvenes y en general todos estaban encantados de estar en este proyecto. Patricia, una de las participantes, reconocía que sí tiene práctica cocinando y añadía que lo más complicado "es ponerse de acuerdo los del grupo".

Jesús Sánchez, maestro de ceremonias en esta iniciativa, ha señalado a Efe la íntima relación que a su juicio une a la cocina y a la creatividad. Eso sí, sin defraudar ni engañar, porque un propuesta creativa basada en un plato tradicional "siempre tiene que aportar algo". "No tiene sentido una creatividad que no supere lo tradicional. No se puede hacer una variación creativa de un cocido montañés que no sea mejor que el cocido montañés", advierte. Y para este experimentado cocinero, que lleva 25 años en fogones cántabros, ser creativo abarca otros campos, como por ejemplo buscar la rentabilidad en estos tiempos de crisis.

Al inicio de la prueba, Jesús Sánchez confiaba en que los alumnos apostaran por buscar pinchos más elaborados y un leit-motiv que sirviera como base para sus propuestas. Se trata de capitalizar y poner en valor esa creatividad que propugna en todos los rincones la Fundación Botín, una entidad con la que Jesús Sánchez ha consolidado una relación que empezó hace tres años.

El próximo paso que darán juntos será dar forma a la propuesta gastronómica del Centro de Arte Botín, que próximamente se inaugurará en Santander. Jesús Sánchez explica que este centro albergará una aula de cocina y además se quiere fomentar "una gastronomía cercana" y abierta a todos los públicos, en la que se dé una vuelta de tuerca hacia la diferencia.

Este máster de Educación Emocional es un título propio de la Universidad de Cantabria, único a nivel internacional, que ofrece la posibilidad de obtener a la vez una doble titulación junto a la de Grado. Está dirigido a estudiantes en curso del Grado de Magisterio y pretende mejorar la capacitación de los futuros docentes en el aula al tiempo que los prepara para el éxito en la vida personal y laboral.