Algunas dudas en torno a la Lomce
La Lomce ha echado a andar, no ha pasado nada y todo parece indicar que no va a pasar nada, pese a los malos augurios de los adversarios por la derecha y por la izquierda. El otoño caliente que se nos había prometido está resultando bastante templado. En la gira de entrevistas que venimos publicando con consejeros de Educación, unos y otros nos aseguran que ha sido uno de los comienzos de curso más tranquilos que se recuerdan.
Esta tranquilidad en las calles permite la reflexión serena en torno a una ley que suscita algunas dudas planteadas por quienes tienen que aplicarla: ¿Dónde irán a parar aquellos alumnos que no tienen el nivel suficiente para acceder a la FP Básica? Es hermoso eso de que la FPB dignifica los PCPI y de que ya no se trata de un programa especial para chicos especiales, sino de una etapa educativa con todas las de la ley. Bien, pero no todos dan el nivel; de hecho, como se presentará en breve, algunas comunidades están matriculando menos alumnos en FPB de los que matriculaban en PCPI.
Pero la Lomce tiene otros limbos. ¿Dónde quedarán aquellos alumnos que aprueben la ESO y no superen la “reválida” (con perdón)? Los más optimistas piensan que este limbo estará vacío ya que el sistema se autorregula por sí mismo. Los profesores no permitirán pasar a alumnos que no estén bien preparados y los evaluadores no suspenderán a alumnos con la ESO aprobada. ¿Por qué? Porque sí. Otra de las dudas que suscita la Lomce. ¿Se publicarán los resultados de las evaluaciones por centros, los terribles rankings? En la mesa de representantes de la comunidades, organizada por CECE, pude saborear el desacuerdo en este punto. Las dos únicas comunidades, que me conste, dispuestas a facilitar esa información a las familias son las que ya lo vienen haciendo desde hace años, Madrid y Comunidad Valenciana. El resto tiran de paternalismo y se los guardan, eso sí, por nuestro bien (sic).
Finalmente, queda saber cómo evolucionará la tasa de abandono con la Lomce. ¿Aceleraremos el ritmo de mejora o lo mantendremos? Por cierto, señores del Ministerio, la reducción de ocho puntos de los últimos años hay que apuntársela, en todo caso, a la LOE. Seamos justos.