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Una fuga de cerebros aún muy alta y con pocas expectativas de regresar

Según el último informe Innovacef, un 73% de los jóvenes investigadores españoles presenta altas posibilidades de marcharse al extranjero, mientras que solo un 14% piensa en volver cuando finalice su actual contrato laboral.
Adrián ArcosMartes, 18 de noviembre de 2014
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(Foto: Shutterstock)

¿Sigue viviendo España una fuga de cerebros? ¿Se está recuperando con la salida de la crisis? La Universidad a Distancia de Madrid (Udima) ha elaborado una nueva edición del informe Innovacef, donde se revela que una gran mayoría de jóvenes investigadores que trabajan en España (73%) tiene altas posibilidades de marcharse al extranjero, lo que representa un descenso del 8% respecto al mismo informe de 2013 (82%).

Ese dato podría ser positivo si no existiera el otro lado de la balanza. El porcentaje de científicos españoles que podría regresar en el espacio temporal de dos años o cuando finalice su actual relación laboral disminuye al 14%, lo que supone también una reducción en comparación con el informe anterior, que era del 20%. Además, en 2014 el grado de confianza para los científicos españoles que desarrollan su actividad en el extranjero empata en su máximo histórico con el del año 2010, situándose de nuevo en los 6,3 puntos. Esto muestra una importante brecha de 2,1 puntos con el nivel de confianza de los jóvenes investigadores que trabajan actualmente en nuestro país (4,2).

Todos estos datos continúan revelando un balance negativo de movilidad investigadora para España. Si a estas cifras añadimos las del Proyecto IBGE, que muestran un bajo nivel de colaboración de las instituciones científicas nacionales con los científicos españoles en el exterior, resulta bastante probable que no se esté aprovechando su conocimiento, ni sentando unas bases sólidas para procurar su regreso. El IBGE es un proyecto de investigación realizado también por la Udima sobre la implantación en España de un enfoque brain gain o de ganancia de cerebros científicos como instrumento de atracción del conocimiento investigador.
“Cooperar con los científicos españoles en el exterior supondría una gran innovación para el Sistema Español de Ciencia, Tecnología e Innovación (Secti) y permitiría profundizar en una reforma de la que no se habla, y que es tan importante como cualquiera de las que se han realizado hasta el momento: la mejora de la capacidad innovadora del tejido productivo y empresarial español”, asegura Pedro Aceituno, profesor del Grado de ADE de la Udima e investigador principal del informe Innovacef 2014.

Para Aceituno, “la posible recuperación de la economía española debe cimentarse en la creación de proyectos empresariales sólidos que aporten un valor añadido con el que competir en los mercados nacionales e internacionales y que, además, permitan crear puestos de trabajo estables”. Este mayor valor añadido puede ser proporcionado en una parte muy importante desde la ciencia y, muy especialmente, por dos de sus principales agentes de cambio, como son los jóvenes investigadores y los científicos españoles en el exterior.

Factores motivadores
Por segundo año consecutivo, el informe ofrece datos en relación con los principales factores de motivación científica, en los que tres opciones destacan especialmente sobre el resto. Concretamente, se trata de la mejora de su carrera científica (87,98% para los españoles y 82,69% para los que viven en el extranjero), el crecimiento de sus capacidades científicas (73,22% frente a 80,77%) y la consecución de mejoras en aspectos sociales o medioambientales (39,34% frente al 47,12%). “Estas opciones marcan los aspectos sobre los que tienen que incidir los agentes del sistema nacional de I+D+i para atraer hacia su organización a los colectivos encuestados”, señala Aceituno.

En otros resultados, sin embargo, las diferencias son mucho mayores. Solo el 30% de los que están en España está recibiendo o va a recibir formación, por un muy superior 75% de los que se encuentran en otros países. En cuanto a la satisfacción con la carrera investigadora ofrecida, el 81% de los que viven en el extranjero muestran perspectivas favorables con la misma, por un 37% de los que viven en España.

También el 67% de los investigadores que están fuera tiene expectativas positivas de que se contrate personal investigador para la realización de sus proyectos de I+D+i, por un 23% de los de aquí. Y también podemos observar que el 87% de los que desempeñan su labor en el extranjero está de acuerdo con la financiación percibida, frente al 38% de los que están trabajando en nuestro país.

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