“La Educación es el mejor camino para reducir el riesgo al usar las tecnologías”
El Área de Promoción de la Salud de FUNDACIÓN MAPFRE trabaja en el fomento y la promoción de hábitos de vida saludables. En este marco encaja la campaña sobre adicciones digitales ControlaTIC, que cuenta con la colaboración de Protégeles y Grupo Siena –editor de este periódico–. Esta iniciativa tiene como destinatarios a niños y jóvenes, profesores y padres de toda España, a los que forma para que hagan un uso seguro y responsable de las nuevas tecnologías, o lo que es lo mismo, un uso saludable de las TIC.
¿Cómo surgió la campaña ControlaTIC?
El programa educativo ControlaTIC nace de la colaboración entre el Centro de Seguridad en Internet Protégeles y el Grupo Siena. Los datos que nos ofrece el proyecto de investigación EU-NET-ADB elaborado por el Centro de Seguridad en Internet Protégeles justifican esta campaña. Según este estudio, España, junto con Rumania, se encuentra a la cabeza de los países europeos con mayor desarrollo de conductas adictivas a internet entre los adolescentes de 14 y 17 años. España es, además, el país donde se encuentra el mayor porcentaje de jóvenes “en riesgo” de desarrollar conductas adictivas a internet (21, 3%). Y los adolescentes españoles conforman el principal grupo de uso diario de redes sociales en Europa. Ante esta situación, desde FUNDACIÓN MAPFRE creemos que es necesario sensibilizar a los padres, educadores y jóvenes sobre las consecuencias que puede tener el uso abusivo de las TIC y de las denominadas “tecnoadiciones”, así como promover hábitos saludables de uso.
¿Cómo encaja esta iniciativa en el Área de Promoción de la Salud de la Fundación?
Nosotros trabajamos para mejorar la salud y la calidad de vida de las personas y para ello desarrollamos actividades relacionadas con la promoción del autocuidado y el fomento de hábitos de vida saludables, es en el marco de esta área en la que se encuentra el desarrollo del programa educativo ControlaTIC. Desde nuestra experiencia, la prevención y la Educación son el mejor camino para reducir el riesgo.
A la vista de los datos que manejáis, parece que una campaña de estas características resulta imprescindible.
Internet es un mundo fascinante para los jóvenes, obtienen respuestas a una amplia gama de preguntas, consiguen información de forma rápida y actualizada. Gracias a la Red se relacionan con sus amigos y, por supuesto, se divierten. Pero los adolescentes tienen una personalidad poco definida aún, una personalidad que está en construcción y puede verse alterada por un mal uso de las TIC. ControlaTIC pretende prevenir este riesgo fomentando en los jóvenes el desarrollo de una buena salud digital y dotarles de herramientas para diferenciar entre el uso, el abuso y la adicción, todo con el objetivo de prevenir conductas de riesgo.
Por el momento la campaña ya se ha desarrollado en Murcia y ahora está teniendo lugar en Castilla-La Mancha. ¿Cuáles son vuestros planes de futuro?
En el año 2015 queremos llegar a 30.000 niños en las comunidades autónomas de Andalucía y Cataluña, de esta forma damos continuidad al proyecto que comenzamos este año y que está contando con la participación de casi 16.000 alumnos.
¿Hasta la fecha cuál es la evaluación que hacéis de esta iniciativa educativa?
Tanto en Murcia como en Castilla-La Mancha la evaluación que han hecho los diferentes centros de los talleres con los alumnos y el material que les entregamos a los padres y profesores ha sido muy positiva. Todos valoran la iniciativa y piden que se repita de nuevo. Dado el interés mostrado por los adultos, estamos desarrollando un curso on line gratuito dirigido a padres y profesores que complementa los talleres y el material que hemos elaborado.
Y es que los protagonistas de ControlaTIC son los menores, pero también se dirige a padres y profesores.
Podemos decir que el principal objetivo de nuestras campañas es la sociedad. La escuela tiene el objetivo de conseguir que los más jóvenes adquieran formación y valores necesarios para un uso saludable de las nuevas tecnologías. Pero este trabajo no es único, es preciso que las familias se impliquen. Lo aprendido dentro del entorno familiar y doméstico, principales actores en la transmisión de conocimiento y valores, constituye un referente clave para los hábitos que se adquieren en la edad adulta.