La OCDE insiste en mejorar rendimiento y bajar la repetición
Son nuestros grandes puntos débiles, que de nuevo aparecen reflejados en el informe Estrategia de competencias de la OCDE: construyendo una estrategia de competencias eficaz para España presentado la semana pasada en Madrid. La OCDE, no obstante, pone el acento en profundizar en el marco competencial de la Educación para acercar la escuela al mundo del trabajo.
El informe detalla que las diferencias de titulación representa una de las mayores desigualdades entre autonomías. Los índices de abandono temprano de la Educación y formación en España “son altos, pero varían mucho entre regiones”. El índice de abandono temprano de la Educación en España (24 %) es el mayor de los 28 países de la Unión Europea. “No obstante, el País Vasco tiene un índice de abandono temprano del 9,9%, que está por debajo de la media de la Unión Europea (12%), es idéntico al de Alemania y no mucho mayor que el de un país con alto nivel de rendimiento como Finlandia (9,3%). Por otra parte, en comunidades como Murcia, Castilla-La Mancha, Canarias y Andalucía entre otras, el índice de abandono temprano de la Educación puede alcanzar el 25% o incluso ser superior”.
Por otro lado, la repetición de curso en España se ha incrementado en cuatro puntos porcentuales entre 2003 y 2012, alcanzando el 32,9% en 2012. Esta cifra es muy superior a la media de la OCDE (12,4%). La OCDE considera que la repetición de curso “no es eficaz para mejorar los resultados, puede contribuir al abandono y puede resultar costosa”. El estudio de PISA estimó que la repetición de curso en España costó unos 20.000 euros por estudiante en 2012.”Estos fondos podrían utilizarse, en cambio, para proporcionar apoyo a los estudiantes que más lo necesitan y mejorar la calidad de la enseñanza, las infraestructuras y los recursos y, en última instancia, las competencias de los estudiantes”, apostilla la OCDE.
La tercera debilidad de nuestro sistema educativo que recoge la OCDE es que “muchos estudiantes españoles terminan los estudios tarde”. El 23% de los estudiantes españoles acaban los estudios hasta dos años más tarde que los demás. Si se omite el año de conclusión de los estudios, el índice de finalización de estos en España (83%) está cerca de la media de la OCDE (87%). “Dicho de otro modo, los jóvenes españoles tienen tantas probabilidades de finalizar sus estudios como los jóvenes de otros países, pero tienden a utilizar más tiempo para hacerlo. El tiempo extra requerido para completar la Educación inicial está relacionado con los dos asuntos: una alta incidencia de repeticiones de curso y una alta incidencia de abandono temprano de la Educación”.
En España, en torno al 30% de los estudiantes de Educación Secundaria inferior no se gradúan con el certificado necesario para acceder a la Educación Secundaria superior. “Para favorecer el éxito de los estudiantes y evitar el abandono, se necesitan medidas que evalúen los déficits de aprendizaje de los estudiantes, fortalezcan la capacidad de los profesores de diagnosticar y afrontar estos déficits y aporten a los profesores el apoyo necesario para lograr estos resultado”, señala el informe. “Para que España pueda alcanzar el objetivo de la estrategia de la Unión Europea 2020 de reducir los índices de abandono hasta el 15% para 2020 deberá prestarse especial atención y dotar de recursos a aquellas regiones que tienen mayores dificultades en esta materia y a aquellos estudiantes que están en mayor riesgo de abandonar, tales como los inmigrantes, entre los que el índice de abandono es del 43,6%”.
Por otro lado, recopila la OCDE, la proporción de estudiantes de Secundaria superior que se gradúan en Formación Profesional es relativamente baja en España.
Formación Profesional
Mientras que en España un 33% de los estudiantes se gradúan en Educación Secundaria superior desde programas de Formación Profesional, en Alemania, un país conocido por su sólido sistema de FP, lo hacen un 45%. “También hay un número considerable de estudiantes que cursan programas de FP de corta duración, pero dado que estos son menos intensos (1.300 horas en lugar de 2.000) y no conceden un diploma, se están quedando desfasados y no se incluyen en los porcentajes de graduación”.
El informe de la OCDE también recoge las reformas que introduce la Lomce en cuanto a FP, especialmente el adelanto a los 15 años en su escolarización a través de la FP Básica. “ Esto introduce un ciclo básico inicial de dos años de FP Básica en el tercer y cuarto cursos de Educación Secundaria inferior. Con ello se pretende dar a los estudiantes opciones de estudio práctico con más antelación para evitar el abandono temprano de la Educación”. Los alumnos que opten por continuar con la FP en un centro formativo cursarán un programa de dos años que les permitirá conseguir un diploma de FP de Grado Medio. Este diploma da acceso a FP de nivel terciario (FP de Grado Superior). Sin embargo, puntualiza la OCDE, “en la práctica, pocos estudiantes que han acabado la FP de Grado Medio han accedido a FP de Grado Superior, ya que muchos de ellos no han estudiado ciertas asignaturas académicas o no han obtenido suficiente nota en dichas asignaturas como para poder superar los requisitos de admisión. En consecuencia, la mayoría de los estudiantes de FP de Grado Superior proceden del itinerario académico”.
La OCDE encuentra un obstáculo para la expansión de la FP el tejido productivo español, ya que “un factor determinante para la proliferación de la FP en España es asegurar el compromiso de los agentes sociales para poder dotar a los estudiantes de oportunidades de formación práctica”. Por eso, apunta la OCDE “uno de los principales retos es el alto porcentaje (89%) de microempresas que hay en España que,con frecuencia, no poseen la capacidad suficiente para formar a estudiantes y colaborar en el desarrollo de sus competencias prácticas”. Añade el informe, “por la misma razón, el nuevo sistema de FP dual también podría tener dificultades para su implantación”.
Otro de los problemas en los que centra su atención este informe es que “España puntúa por debajo de la media en la adquisición de competencias básicas”, aunque de nuevo destaca las diferencias significativas existentes entre comunidades autónomas. Y, además, “no ha habido ninguna mejora en el rendimiento desde 2003”, apunta la OCDE.
El informe aconseja a las autoridades españolas que “debería considerarse la idea de proporcionar apoyo a los profesores y directores de los centros para identificar a los alumnos con bajo rendimiento antes de que se queden demasiado rezagados y facilitar a estos estudiantes programas diseñados para ayudarles a recuperarse”.