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“Hay que ser perro viejo para dar clase, es una enorme responsabilidad”

El doctor en Economía, profesor titular de la Complutense y socio de Analistas Financieros Internacionales (AFI), José Antonio Herce, impartió una clase de Economía a alumnos de 3º de ESO del Colegio “Nazaret Oporto” de Madrid durante el I Día de la Educación Financiera, celebrado el 5 de octubre.
Laura García RuedaMiércoles, 14 de octubre de 2015
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La escuela de finanzas de Analistas Financieros Internacionales (AFI) organizó una jornada de puertas abiertas con motivo del I Día de la Educación Financiera. Entre las actividades celebradas, el centro fue el escenario de una clase magistral sobre Economía para alumnos de 3º de la ESO impartida por José Antonio Herce, socio-profesor de AFI Escuela de Finanzas. En una entrevista concedida a MAGISTERIO, el experto explica su estrategia para lograr interesar a sus improvisados alumnos.

El lunes 5 de octubre se celebró por primera vez el Día de la Educación Financiera, cuyo objetivo es difundir entre la opinión pública y el sistema educativo la importancia de la planificación financiera, el ahorro y el acceso a la información como bases de la toma de decisiones económicas. ¿Cómo valora esta iniciativa?
En AFI llevamos mucho tiempo insistiendo en la necesidad de fomentar la alfabetización y el discernimiento financiero de los distintos agentes económicos, consumidores, familias, empresas… incluso de los propios financieros, ya que muchas veces sorprende cuán centrados están en cosas muy concretas, pero desconocen los elementos transversales de su actividad. De hecho, AFI es una forma de difundir nuestra convicción de que las finanzas hay que respetarlas, conocerlas y hacer un buen uso de ellas entre, por supuesto, el sector financiero, pero también entre la población en general.

Desde hace un tiempo se habla mucho de la Educación Financiera. ¿Los productos son cada vez más complejos o es que la crisis económica ha sacado a la luz nuestras lagunas en la materia?
La crisis lo ha expuesto todo, desde el núcleo de la innovación financiera donde se estaban acometiendo productos cada vez más complejos que ni siquiera muchos de sus gestores llegaban a comprender. Pero ha expuesto sobre todo la supina ignorancia de muchas entidades, que se han convertido en meras correas de transmisión de productos que no entendían y que mucho menos han hecho comprender a sus propios clientes; y también el tercer eslabón, la propia clientela. El discernimiento de los clientes en materia financiera es lamentablemente bajo y eso nos ha llevado no solo a la crisis, sino a una profundización mucho mayor de lo que hubiera sido estrictamente necesario y, como consecuencia, en el plano microeconómico ha llevado a la ruina de muchos hogares. De nuevo es cuestión de recuperar las hemerotecas y ver cómo se han cometido errores de bulto en medio de la relativa ignorancia de quienes les estaban vendiendo esos productos.

Desde su punto de vista, ¿por qué es necesario combatir el analfabetismo financiero entre la población general y, en concreto, por qué resulta clave hacerlo desde edades tempranas?
Especialmente, la alfabetización financiera es importante para los que no quieren dedicarse a esto, porque los que quieren dedicarse a esto no tienen más remedio que pasar por ella. Pero debería haber muchos más módulos de Formación Profesional, no solo Superior, también Básica, en finanzas, contabilidad, etc., y, desde luego, en Bachillerato. Y en el hogar también a través de programas de televisión, de radio o aplicaciones. Además, los hogares, las familias o los padres tienen también cierta responsabilidad en hacer que sus hijos comprendan la esencia del dinero, que es algo que podremos odiar o subir a los altares, pero que más nos valdría respetar un poco más. A quien no respeta el dinero, el dinero no le respeta. Hay que empezar a respetar el dinero y entender que las finanzas son una parte indisoluble de nuestro sistema económico.

¿En el marco de la jornada de puertas abiertas de AFI Escuela de Finanzas, usted imparte una clase sobre Economía a alumnos de 3º de la ESO. ¿Cómo abordar la sesión para lograr suscitar el interés de chicos y chicas de 14 y 15 años en esta materia?
En mi caso, con bastante más temor escénico que las clases del Máster en las que participo desde hace muchos años. Pero, por otro lado, es muy divertido. Preparando la presentación me lo he pasado en grande. Jamás pensé que había unos recursos en internet tan fabulosos para combinar el rigor con un tono más humorístico y desenfadado. Soy consciente de que es muy difícil ponerse a la altura y encontrar el tono adecuado para estos chicos. Cada edad tiene un tono que ellos manejan admirablemente bien porque lo generan. Mi intención es abrir sus corazones y sus mentes para inocularles el virus del interés de la economía y las finanzas porque les van a acompañar durante toda su vida.

En su opinión, ¿qué tres conceptos financieros debe manejar todo adolescente de 14-15 años?
En primer lugar el de producción. Quiero que los chicos entiendan sin ningún tipo de duda que eso es el pan nuestro de cada día. Tienen que saber discernir los elementos de un proceso de producción, la productividad, el empleo, la existencia de empresas.

El segundo concepto es el ahorro. Ahorro asociado al ciclo vital porque cada vez vivimos más y hay que ahorrar para eso.

El tercer concepto es el de rentabilidad y riesgo de las inversiones financieras. Ese binomio que solo se resuelve estando dispuesto a pagar más en términos de riesgo por una mayor rentabilidad. No hay otro camino. Los economistas aprendemos y transmitimos desde siempre que “no hay comidas gratuitas”. Nadie te va a regalar la comida out of nothing. Algo tendrás que hacer. No hay free Big Macs.

¿Cuáles son las barreras a la hora de llevar la Educación Financiera a las aulas de colegios e institutos?
Yo terminé mi formación de posgrado en el año 1976, tenía entonces 25 años y me pusieron a dar Introducción a la Economía en la facultad. Me lo pasé de miedo, lo que no sé es cómo se lo pasaron mis alumnos y, desde luego, ahora me parece una aberración. Ahora es cuando tengo ganas de dar clase a chavales, no antes, porque conlleva una enorme responsabilidad. A estos alumnos hay que explicarles las cosas desde el profundo conocimiento de los temas. Es fundamental que quien se dirija a ellos sea un perro viejo.

Por último, ¿qué consejo da a los docentes que deban abordar la Educación Financiera en una clase de alumnos adolescentes?
Aconsejo a los docentes que se formen, no solamente en las materias que deben impartir, haciendo cursos introductorios y básicos, porque hay una excelente oferta en España para todos los niveles y bolsillos, incluso gratuita. También que se informen en el plano pedagógico, en el financiero y en el de la economía. Tienen que leer The Economist y The Financial Times todas las semanas.

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