El Libro Blanco del Docente estará listo en noviembre, antes de las elecciones

Marina, a quien el ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, le encargó la elaboración de este documento, ha declarado que ese primer borrador estará el próximo mes “con el fin de que los partidos políticos se comprometan a realizar un pacto educativo en nuestro país, independientemente de su capacidad posterior de Gobierno tras las elecciones”.

Según el director de la Universidad de Padres, la primera fase del libro saldrá antes de la campaña electoral porque “si todos coincidimos que es necesario un pacto educativo, los partidos deben comprometerse antes de que lleguen las elecciones, en un momento en el que no saben si gobernarán o no”.
“Hay que preguntar a los partidos si quieren un pacto educativo, con quien lo van a hacer y sobre qué temas consideran que se debe hacer”, ha declarado Marina a Efe.

Autor del primer manual de Educación para la Ciudadanía, la asignatura creada por el anterior gobierno socialista y que el actual Ejecutivo ha eliminado con la Lomce, Marina ha agradecido “la honrada postura del ministro, que me ha dado total libertad para que cuente con los colaboradores que yo considere y enfoque como yo quiera el Libro Blanco del Docente”.

Es preciso, a juicio de Marina, comprobar cómo se han emprendido reformas educativas en otros países donde se tiene muy en cuenta la formación del profesorado y de los equipos directivos de los centros o cómo se organizan las tutorías, equipos de orientación o servicios de inspección que “deben ofrecer, además de un servicio de control, asesoramiento pedagógico y ayuda a los profesores para mejorar su tarea”.

El pedagogo ha opinado, además, que es necesario elaborar un Estatuto de la profesión docente que acoja a todos los profesores, sean funcionarios o de centros concertados, y no solo de la función docente, que solo aglutina a los profesores funcionarios.

Marina cree que el actual sistema educativo español “es mediocre, está estancado y es injusto para nuestros hijos”, aunque ha estimado que, tomando los datos positivos que funcionan en otros países, se podría convertir en un sistema de excelencia y calidad en un plazo de cinco años y con el mismo presupuesto que se disponía para Educación antes de la crisis.

Algo que pasa, ha subrayado, “por reducir el abandono escolar en un 10%, subir 35 puntos PISA, mejorar la proporción de alumnos excelentes que tenemos ahora y elegir cuáles son las competencias del siglo XXI que en todo el mundo se están intentando transmitir a través de la escuela”.
“La reforma educativa debe tener en cuenta la formación del profesorado y su prestigio, y tiene que haber firme voluntad de querer hacerlo bien y de aprender a hacerlo bien, porque la gestión educativa en España ha sido siempre muy mala”, ha zanjado.