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Europa ya aplica muchas propuestas del Libro Blanco

Alguna de las medidas que poco a poco se van conociendo del Libro Blanco sobre la Profesión Docente que elabora José Antonio Marina han podido sorprender a la opinión pública e incluso, alguna como la evaluación del profesorado, ha sido tachada de imposible o de difícil realización o complejidad. Sin embargo, en buena parte de ellas, no son tan extrañas en otros países de la Unión Europea.
Pablo RoviraMartes, 24 de noviembre de 2015
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Los distintos trabajos de Eurydice, el departamento europeo que recopila y compara las distintas reglamentaciones de los países europeos en los aspectos educativos, recopila ejemplos de cómo se organizan este tipo de aspectos a lo largo de Europa.

Uno de los puntos más polémicos ha sido la evaluación del profesorado, cuestión que está presente en gran parte de los países europeos. En todos los países –excepto Italia, Finlandia, el Reino Unido (Escocia) y Noruega– existe algún modelo regulado de evaluación individual del profesorado. No obstante, en Finlandia, algunos directores de centro convocan debates o evaluaciones anuales sobre el funcionamiento del centro, pero no se centran en la evaluación del desempeño pasado, sino que tienen más bien un carácter prospectivo. En Escocia, aunque no existe una evaluación formal valorativa de los profesores a título individual, el equipo directivo lleva a cabo anualmente una revisión del desempeño profesional así como entrevistas con los profesores.

En la mayoría de los países, la responsabilidad de la evaluación del profesorado recae en el director del centro y en más de la mitad de los países europeos esta evaluación se lleva a cabo regularmente.

En 17 países de la Unión Europea son evaluadores externos los encargados de llevar a cabo la evaluación del profesorado, ya sea de forma regular o únicamente en circunstancias específicas. En cambio, la autoevaluación de los profesores no parece una técnica de evaluación muy extendida en los países europeos. Solo se utiliza en siete países y en todos los casos, excepto en Irlanda e Islandia, convive con otro procedimiento.

Además, según Timms 2011, “muchos directores de centro de todos los países europeos participantes respondieron afirmativamente a la pregunta de si el rendimiento de los alumnos se tenía en cuenta en la evaluación de la práctica docente de los profesores. Solo en Portugal, Finlandia y Noruega el porcentaje de estudiantes de 4º de Primaria cuyo director respondió que ese no era el caso era superior al 30%”.

Contratación docente
En cuanto a la contratación del profesorado, señala Eurydice, el “procedimiento de selección suele ser responsabilidad del centro, en ocasiones en colaboración con la Administración local”. El proceso de cubrir los puestos docentes vacantes con los profesores que están buscando empleo se realiza centro por centro. “La gran mayoría de los países europeos funciona con un sistema de contratación abierta. Por ejemplo, en los Países Bajos, los centros o los consejos escolares ponen en marcha sus propios procedimientos de selección para la contratación de su personal. Cualquiera que posea un título de docente puede optar a un puesto para ejercer la docencia en la etapa educativa o para las materias para las que está cualificado. El gobierno no realiza planificación alguna para distribuir los docentes entre los centros de forma adecuada. Los profesores tienen libertad para optar a cualquier puesto que deseen y cambiar de trabajo si lo estiman conveniente”, apuntan los informes europeos.

En cambio, en una minoría de países, principalmente en el sur de Europa, se organizan concursos competitivos, es decir, concursos públicos organizados a nivel central al objeto de seleccionar a los aspirantes a la carrera docente. Este es el único método utilizado para la contratación de docentes en España, Grecia, Francia, Malta, Liechtenstein y Turquía.

Es igualmente frecuente en Europa que los diferentes niveles de la Administración (central, regional, local y de centro) tengan la responsabilidad de contratar a los profesores.

Fase de prácticas
En todos los países, a excepción de Bélgica, Lituania, Rumanía y Turquía, existe un período de prueba. En general, este periodo han de pasarlo todos los nuevos docentes que pretenden acceder a la profesión, con independencia de si son funcionarios de carrera o contratados. En casi dos tercios de los países, los docentes noveles que trabajan en centros públicos tienen acceso a una fase estructurada de prácticas con formación adicional, ayuda personalizada y asesoramiento. Normalmente, este apoyo específico dura un año y puede incluir distintos tipos de actividades, como tutorías, reuniones planificadas con la dirección del centro o los compañeros, así como evaluaciones entre iguales. En los países en los que existe una fase de inducción, generalmente es obligatoria. En esta fase de prácticas, el apoyo de mentores está disponible en casi toda Europa. “Esto confirma que tener un mentor se considera principalmente una medida para los docentes noveles”. El apoyo de mentores se lleva a cabo generalmente por docentes con más experiencia, señala Eurydice.

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