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Niños madrileños ejercen de comisarios artísticos de Tàpies, Picasso y Chillida

El Espacio Fundación Telefónica de Madrid exhibirá hasta el 24 de abril la exposición Sin título. La colección Telefónica como nunca se ha visto.
Estrella MartínezMartes, 9 de febrero de 2016
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Una de las alumnas comisarias posa junto al trabajo realizado con el dibujante Paco Roca.

La peculiaridad de la muestra, donde se pueden ver obras de Picasso, Tàpies o Chillida, reside en que ha sido comisionada por 100 niños de entre 10 y 12 años. “Todo el mundo ha aportado su granito de arena”, dijo Laura Fernández Orgaz, responsable de Exposiciones y Colecciones de Fundación Telefónica, durante la presentación.
“Esto es mucho más que una exposición, es una experiencia educativa innovadora”, explicó Orgaz. “Es de lo más original que hemos hecho con los fondos artísticos de la fundación, es una iniciativa totalmente pionera”, añadió. “Hemos podido fomentar el interés por el arte de los alumnos” de los madrileños CEIP “Francisco de Quevedo” y Colegio “Blanca de Castilla”, añadió Alicia Carabias, responsable de actividades educativas de Fundación Telefónica.

En primer lugar los niños y niñas se acercaron a la colección de la fundación desde sus aulas en el colegio. Trabajaron desde la parte más emocional diciendo lo que les gustaba y no de cada una de las obras, lo que les inspiraba. Posteriormente pasaron a la parte cognitiva, en la que profundizaron en las obras, conociéndolas a fondo tras un proceso de análisis e investigación. Por último, trabajaron el aspecto creativo. “En grupos dieron rienda suelta a su creatividad y crearon su propio discurso y diseño expositivo”, explicó Carabias.

Hecho todo esto, los alumnos visitaron el Espacio Fundación Telefónica y “aprendieron cómo se cuidan las obras, visitaron la exposición Ritmos de luz, vieron cómo se distribuye una obra, cómo se coloca, si tiene o no textos introductorios…”, continuó Carabias. El proyecto concluyó conociendo de primera mano el proceso creativo de un artista. Los chavales hicieron talleres con personalidades de distintas disciplinas artísticas, como el dibujante Paco Roca, que les animó a reinterpretar obras que ya conocían.

Experiencia única
El resultado es una exposición “para todos los públicos”, como recordó Orgaz, donde se nota la mano infantil en detalles como que “los cuadros están colgados a una altura más baja, y que es más sensorial, más experiencial”. Sus visitantes, además, tendrán la oportunidad de realizar talleres vinculados con la fotografía, las performances y distintas disciplinas artísticas.

Mónica Barba, profesora del “Blanca de Castilla”, dio las gracias porque supone “una esperanza, por fin se abre una puerta al diálogo entre cultura y Educación. Gracias a esta experiencia ahora los alumnos miran el arte de otra manera”. Varios estudiantes coincidieron en dirigir sus agradecimientos hacia el hecho de que hubieran ido a sus colegios llevando el arte a sus aulas. David Carmona, por su parte, profesor del “Francisco de Quevedo”, añadió que el hecho de que los alumnos hayan sido comisarios ha posibilitado también “cambiar la perspectiva”, gracias a ellos, ves cosas de una manera “que como adultos hemos ido perdiendo”. Por ejemplo, ellos “veían una escultura de Chillida colgando en el aire, como si fuera un móvil. A mí ni se me había ocurrido, pero ellos lo tenían muy claro, tenía que verse desde todos los lados”.

Visitar la exposición con sus pequeños comisarios es un auténtico placer, corren orgullosos por las salas enseñando el trabajo que les ha llevado tantos meses. Explican con devoción todas las dudas que se les plantean. Están encantados de compartir lo que han vivido y experimentado, además de ejercer como cicerones en el evento. “Yo es que cuando hemos llegado hoy aquí y hemos visto las bombillas… todo… ¡me encantó!”

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