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“Las TIC son un elemento clave y cohesionador para el Claustro”

Analizamos con José Guerrero, director del Instituto “Príncipe Felipe” de Madrid, las claves del proyecto para introducir las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC) en el aula que les ha valido para obtener el Premio Nacional de Educación en 2015.
Estefanía MartínezMartes, 23 de febrero de 2016
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El Instituto madrileño “Príncipe Felipe” ha sido reconocido con el Premio Nacional de Educación 2015 gracias a su proyecto de innovación educativa e implantación de las TIC en el aula. Descubrimos con el director del centro bilingüe, José Guerrero, las claves que les han llevado a obtener el reconocimiento tras seis años formando parte del Proyecto de Innovación Tecnológica de la Comunidad de Madrid.

¿Qué ha significado ganar un Premio Nacional de Educación?
Para nosotros es un reconocimiento al esfuerzo mantenido por el instituto durante los últimos años. De hecho, lo que presentamos al premio era una plataforma con la que mostrar algunas de las cosas que estamos haciendo desde entonces. Es una noticia muy gratificante ya que el proyecto supone el esfuerzo reiterado de mucha gente y, a veces, sin que nadie lo valore.

¿En qué consiste el proyecto con el que habéis ganado el premio?
El proyecto Clic, todo en un click es una plataforma on line que se ha convertido en un elemento vertebrador entre alumnos y profesores, queremos demostrar que las TIC envuelven todo el centro. En ella mostramos proyectos que hemos puesto en marcha como aulas virtuales y blogs específicos para generar permanentemente contenidos y actividades, facilitando el intercambio de experiencias, propuestas y opiniones. Además, participar en el Proyecto de Innovación Tecnológica de la Comunidad de Madrid nos ha permitido, por ejemplo, que todos los docentes se beneficien de la formación que organizamos en el centro, de la sinergia positiva y del cambio metodológico que se está introduciendo en las aulas. Lo que queríamos era dar a conocer todo esto que nos une en el centro. Las TIC se han convertido en un elemento cohesionador de un Claustro de 130 profesores de ESO, FP y Bachillerato. Aunque podamos parecer un centro muy segmentado por la gran cantidad de enseñanzas que impartimos, estamos muy unidos.

¿Qué ventajas ha supuesto para el centro formar parte del proyecto tecnológico de la Comunidad de Madrid?
El objetivo del proyecto no es aprender informática sino llegar a los mismos conocimientos que el resto de centros pero a través de otras herramientas, en este caso las TIC. Además, los alumnos desarrollan unas capacidades tecnológicas que les van a ser más útiles que muchas de las materias que han estudiado. En este sentido, la primera ventaja es la gran dotación en instalaciones que ha supuesto formar parte del proyecto. También están las ventajas de aprendizaje; por ejemplo, los más brillantes pueden continuar el aprendizaje cuando llegan a su casa o abrir un nuevo horizonte y aprender cosas en paralelo, mientras los alumnos que tienen dificultades cuentan con una motivación extra. Por otro lado, nos ha ayudado a cohesionar al Claustro, obligando a los profesores a trabajar de manera colaborativa, ya que no se puede trabajar de otra forma. A la vez te obliga a compartir conocimientos, eso genera una dinámica de trabajo que a la larga es muy favorable. Nos falta un paso más, que quizás es algo que hay que hacer, poder entrar a ver cómo trabaja otro profesor. Creo que lo que más nos ayuda a mejorar como docentes es ver cómo lo hacen otros. Podemos leer en los libros cómo enseñar pero pocas veces hemos visto a otros compañeros trabajar. Se aprende mucho más de las buenas prácticas de un profesor que de muchas horas intentando innovar.

¿Cómo han participado los alumnos en el proyecto?
Tenemos varios programas como, por ejemplo, uno de voluntariado en el que nuestros alumnos ayudan y forman a personas mayores del barrio alfabetizándoles digitalmente. Para ellos, adoptar el rol de profesor supone una mutación que cambia completamente la percepción del aula. Por otro lado, tenemos alumnos que colaboran en el mantenimiento y cuidado de las instalaciones que tenemos en el instituto. Vienen media hora antes al centro voluntariamente para comprobar si funcionan los ordenadores, si todo está en su sitio, si funciona la red, etc. Son elementos fundamentales para el buen cuidado del material, es una labor preventiva y una de las claves para que funcione el proyecto, sino sería incontrolable. Además, se sienten muy valorados, les da un valor añadido grandísimo.

¿Qué retos habéis afrontado durante este tiempo a la hora de implantar las TIC en el aula?
El principal reto es la dependencia tecnológica, es decir, que puedes llegar al aula un día y no tener red o que falle algún ordenador. Esto te obliga a tener siempre un plan alternativo ya que tienes que enfrentarte a una clase y no siempre funcionan las cosas. Además, la puesta en marcha requiere un desarrollo paulatino, mucho tiempo y esfuerzo. No es solo la inversión inicial, necesitas un cambio de mentalidad en los profesores y crear instrumentos de formación mantenidos durante el tiempo. Lleva su dedicación y mucho trabajo, aunque ahora pueda parecer que vaya sobre ruedas.

¿Cómo se ha enfrentado el profesorado a un proceso de cambios como el que habéis vivido?
Ha sido un reto importante, por ello, todos los años realizamos un curso formativo previo para los docentes que se incorporan al programa y no tienen formación sobre el tema. Algunas veces lo realizamos con la autorización del CTIF Las Acacias y otras veces lo organizamos con nuestros propios profesores con un sistema de enseñanza en cascada. De esta forma les damos más confianza, se lo toman de otra forma. Supone mucho trabajo, ya que es gente que está dispuesta a venir a enseñar a otros compañeros todas las tardes sin cobrar nada y sin que se lo reconozcan. Tenemos una comunidad de aprendizaje en la que se comparten recursos, experiencias y saber hacer, algo que no gusta a todo el mundo, ya que hay muchas personas celosas de su trabajo. El principio aquí es que todos aportamos y todos recibimos. La incorporación digital en los centros es un camino sin retroceso posible. Cuando un profesor cambia su metodología en clase, aunque se vaya a otro centro, necesita continuar con este modelo. Trabajar de esta forma repercute en el resto de la comunidad escolar, se multiplica y se difunde en otros entornos.

¿Cómo ha sido la reciente incorporación al bilingüismo?
Este es nuestro primer año como instituto bilingüe, por el momento bien. Los alumnos llegan con un nivel de inglés bastante bueno. En la actualidad contamos con siete grupos en el primer curso de ESO, dos de ellos bilingües. Al margen de sus valores intrínsecos, el Programa Bilingüe es muy exigente, es decir, aquellos alumnos que no pueden seguirlo se salen del programa. En este sentido, los que llegan a Bachillerato es que han pasado un proceso selectivo muy grande y funcionan de maravilla, los que no han podido continuar se han ido descolgando.

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