fbpx

¿Quién quiere ser profesor?

En los países de la OCDE, solo un 5% de los estudiantes aspiran a trabajar como profesores, un 3% de chicos y un 6% de las chicas. Cuando el salario de los profesores es mayor, se eleva el porcentaje, pero hace falta motivación intríneseca.
Diego FranceschMartes, 26 de abril de 2016
0

“Ningún sistema educativo es mejor que sus profesores”, ese es el eslogan que despliega desde hace años la OCDE en todos sus informes. Sin embargo, el problema es cómo atraer a los mejores a alumnos hacia la profesión docente. La calidad de los profesores aparece repetidamente como el factor más importante a la hora de predecir los resultados académicos de los estudiantes.

En estos últimos años, sin embargo, muchos países están sufriendo una carencia de buenos profesores, en especial de ciencias y de matemáticas. Los sistemas educativos tratan de dilucidar los medios para atraer candidatos motivados y de buen rendimiento a la carrera docente, además de mejorar su formación inicial y de intentar retenerlos en la profesión, una vez comenzada su carrera.

Pero los datos no son alentadores. En 2006, PISA preguntó a una muestra de alumnos de 15 años procedentes de más de 60 países en qué esperaban estar trabajando cuando tuvieran 30 años. De media, el 44% dijeron que esperaban trabajar como profesionales, en ocupaciones que normalmente requieren un Grado universitario; pero solo un 5% de ellos esperaban trabajar como profesores. Esto significa que uno de cada diez alumnos que aspira a estudiar en la universidad se ve haciendo una carrera docente.

Sin embargo, el porcentaje de estudiantes que optan por la enseñanza varía ampliamente según los países. La profesión docente es particularmente atractiva para los alumnos de Indonesia, Irlanda, Japón, Corea del Sur, Luxemburgo y Turquía. Por ejemplo, en Indonesia, Corea del Sur y Turquía, tres estudiantes de cada diez que esperan trabajar como profesionales lo quieren hacer como profesores.

Por el contrario, la profesión docente no es atractiva para los alumnos de Chile, Estonia, Alemania, Hungría, Italia y Portugal.

Feminización docente
Unos dos tercios de los profesores de todas las etapas educativas, desde Infantil a universitaria, son mujeres. La feminización de la profesión docente es motivo de preocupación en muchos países, ya que un número cada vez mayor de chicos desmotivados y de bajo rendimiento podría resultar beneficiado si los referentes masculinos fueran más frecuentes en la escuela.

Si los profesores empleados fueran más diversos, sería más fácil atender a la amplia variedad de las disposiciones y expectativas de los alumnos. Y mientras los países pugnan por encontrar candidatos que estén cualificados para los empleos docentes, atraer hombres a la profesión puede reducir las carencias y acrecentar el número de posibles aspirantes.

PISA revela que cuando el mercado laboral se encuentra segregado por sexos, las expectativas de carreras universitarias también tienden a esta situación. Hay menos chicas entre quienes esperan trabajar en informática o ingenierías, pero más entre quienes desean ser profesores.

En países como Bulgaria, Colombia, Indonesia, Japón y Suiza no hay diferencias de género en el porcentaje de personas que aspiran a ser profesores.

Varios países con buen rendimiento como Finlandia, Corea del Sur y Singapur consiguen una fuerza de trabajo de gran calidad orientando a los mejores estudiantes graduados hacia las instituciones educativas.

Valoración de la profesión docente
Las diferencias entre países en el porcentaje de alumnos que aspiran a trabajar como profesores y en su perfil académico indican que la profesión docente no está igualmente valorada por las sociedades. En la mayoría de los países, la competición por el talento se está intensificando; los más capacitados tienen un mayor abanico de oportunidades de estudio que los menos.

De media entre los países de la OCDE, los profesores de Primaria ganan un 85% del salario de un adulto universitario que trabaja a tiempo completo en otra profesión (incluyendo aquellas que requieren formación universitaria, ya sea de tipo alto, como medicina e ingenierías, o de tipo medio, como enfermería). Los profesores de Secundaria ganan un 88% de esa referencia, y los de Bachillerato, un 92%.

“Los sistemas educativos solo serán capaces de contratar a los mejores, para conseguir una fuerza de trabajo de calidad, si pueden ofrecer salarios parecidos y condiciones de empleo similares a las de otras profesiones y garantizarles una mayor autonomía y elevar el rango social de la profesión docente”, dice la OCDE.

“Es muy probable que los adolescentes no sepan cuánto cobran los profesores, pero sí saben es que el valor social y el salario de los profesores es un buen indicador de clase social”, añade este organismo.

“Los sistemas educativos deben ser más competitivos en contratar –y retener– a los profesores más capaces y motivados. Aunque las ventajas extrínsecas, como el salario, pueden ayudar, los países deberían también promover los valores intrínsecos de la enseñanza”, dice la OCDE.

0