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“El cambio metodológico tiene que dirigirse hacia la formación docente”

Violeta Miguel, directora del Centro Nacional de Innovación e Investigación Educativa (Cniie), reconoce que tenemos una buena formación docente en nuestro país, aunque advierte de que hace falta mayor refuerzo de la competencia digital y realizar una análisis de cómo debe ser un profesor en el siglo XXI.
Adrián ArcosMiércoles, 4 de mayo de 2016
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Violeta Miguel.

Insiste en que desde las administraciones educativas se tiene que hacer todo lo posible para proporcionar todas las herramientas y recursos necesarios a los profesores, con el fin de que apliquen nuevas metodologías en el aula. Violeta Miguel Pérez es directora del Centro Nacional de Innovación e Investigación Educativa (Cniie) y nos cuenta cómo ve la innovación educativa en nuestro país.

¿Qué hace falta para que nuestras escuelas sean escuelas del siglo XXI?
Lo que hace falta es un cambio metodológico. Yo creo firmemente que tenemos uno de los mejores equipos de profesionales de Europa. Hay profesores que se apuntan a un bombardeo, y lo que realmente necesitan son las herramientas para apuntarse a ese bombardeo. Desde las administraciones educativas tenemos la obligación y el deber de proporcionarles todas esas herramientas para que esa dedicación sea lo más eficiente posible. Lo que nos dicen las evaluacio-nes –tanto las que estamos haciendo en España como las internacionales– es que debemos hacer un cambio metodológico efectivo dirigido a una sociedad del conocimiento, sobre todo para que los alumnos se adapten a la sociedad en la que les va a tocar vivir.

¿Cómo debe producirse ese cambio metodológico?
El cambio metodológico tiene que encaminarse fundamentalmente hacia la formación del profesorado. Tenemos gente muy buena en España, y realmente debemos reforzar esa formación docente, tanto la inicial como la permanente.

¿Cree que la formación inicial y permanente del profesorado carecen ahora mismo de esas nuevas metodologías?
Creo que la formación de nuestro profesorado es muy buena, aunque es verdad que deberíamos hacer un análisis competencial de lo que debe ser un profesor del siglo XXI. Ahora mismo tenemos que fijarnos en la competencia digital y ver cómo desde la Administración la podemos proporcionar. Pero vaya por delante que tenemos uno de los mejores equipos profesionales de Europa, y de eso nos damos cuenta cuando en el Cniie analizamos las experiencias y los sistemas educativos que tienen otros países de nuestro entorno.

A veces se advierte de que los alumnos van por delante de los profesores en competencia digital. ¿Cree que esto conlleva algún peligro?
Pues yo no creo que en España el alumno esté por encima del profesor. Es una realidad que esta generación es completamente digital. Y también es verdad que mi generación ha tenido que hacer un esfuerzo importante para adaptarse a las nuevas tecnologías. Pero creo que en lo que se debe incidir es que el profesor sepa enseñar a tener un uso responsable de esas nuevas tecnologías. Está claro que son unas herramientas clave para el procesamiento de la información y el conocimiento y que, bien aplicadas, son muy eficaces para el aula, pero nuestros jóvenes deben tener una Educación responsable en su uso.

Precisamente en el uso de las TIC, los profesores necesitan cada vez más recursos digitales. ¿Tiene el Ministerio alguna solución para que los docentes puedan acceder a esos recursos educativos?
A través de los planes de cooperación territorial, el Ministerio siempre ha hecho llegar todas las necesidades que las comunidades autónomas nos han ido pidiendo. Tanto en el Cniie como en el Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado (Intef) hay un elenco de actividades y programas dirigidos a la didáctica y la enseñanza en nuevas tecnologías que es realmente digno de valorar.

¿Cómo valora el programa Escuela 2.0 en el que Gobierno decidió dotar de un ordenador a cada alumno?
También hay que recordar que el programa contaba con un plan de formación del profesorado. Y en ese momento hacía falta apostar por las nuevas tecnologías y el Ministerio debe ir en paralelo a los cambios que la sociedad va exigiendo. Evidentemente el mundo de la tecnología avanza tan rápido que los dispositivos se van quedando obsoletos en poco tiempo. Por eso yo creo que hay distinguir dos apartados: por un lado la didáctica y la formación en nuevas tecnologías; y, por otro, la necesidad de disponer de los recursos digitales. Por ejemplo, en niños con autismo o con dificultades de aprendizaje, realmente las nuevas tecnologías les han abierto una puerta y unas oportunidades que antes no tenían. Y ahí tiene que estar el Ministerio para garantizar la igualdad de oportunidades de todos los alumnos.

¿Debería ponerse las pilas la Administración para reforzar la competencia digital de alumnos y profesores?
Es verdad que siempre debemos mejorar, independientemente del Gobierno que tengamos. Creo que la Educación está por encima de todo y siempre debemos adaptarnos a los nuevos modelos y a las nuevas necesidades de estos tiempos en los que suceden cambios tan rápidos. Sí es verdad que estamos pendientes de cumplir los objetivos de la Estrategia 2020, y en cuanto a competencia digital no solo se trata de facilitar los recursos sino de disponer de las estrategias para que esos recursos sean eficaces. Al final, todo tiene que ir encaminado a mejorar la calidad en la Educación y, específicamente, en el aula.

Ya que el Cniie se ocupa también de aspectos como la atención a la diversidad, ¿cómo se encuentra este tema actualmente en nuestro país?
Ahora mismo tenemos experiencias europeas en las que España está siendo puntera. Nuestro país ha mejorado mucho y todas las leyes educativas que hemos tenido han trabajado por y para la diversidad. Y al final eso ha dado sus frutos, ya que esos criterios de inclusión y de normalización en las aulas han llevado a la integración efectiva de los alumnos con necesidades educativas especiales. Al final, hemos visto que no es un problema, sino una fuente de enriquecimiento que lleva a todo el mundo a desarrollar su potencial, independientemente de las distintas capacidades. Y otra vez me reafirmo en la idea de que desde la Administración ofrezcamos todas las herramientas a los profesores para que puedan conseguir que sus alumnos alcancen su máximo potencial y que tengan una vida plena y feliz.

Es verdad que los informes internacionales advierten de que el niño discapacitado tiene mas vulnerabilidad al acoso escolar –y aun más las niñas–, pero creo que en España hay que seguir trabajando en la prevención y, de hecho, ahora mismo no se registra ningún tipo de problema relacionado con este tema. Al contrario, hoy todo el mundo acoge al niño discapacitado en el aula, se ponen en marcha todos los recursos personales y humanos para que estos niños estén bien atendidos, lo que demuestra que la inclusión es efectiva.

¿Cómo ve el futuro de la innovación educativa?
Yo lo veo con mucha esperanza e ilusión. Porque mi experiencia como docente me ha enseñado que hay muchas buenas prácticas en el aula y que tenemos profesores extraordinarios que están haciendo auténticas maravillas en el aula.

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