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El abandono escolar sigue creciendo entre los más desfavorecidos

En España, el 43% de los niños del 20% más pobre abandona prematuramente sus estudios. Así lo refleja Save the Children en su informe Necesita mejorar. Por un sistema educativo que no deje a nadie atrás, presentado recientemente, en el que denuncia que el origen socioeconómico es cada vez más determinante en el éxito escolar.
Pablo RoviraMartes, 11 de octubre de 2016
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Tanto es así que, según recoge esta organización no gubernamental, en España, el impacto que el nivel socioeconómico tiene sobre los resultados educativos ha aumentado un 24% de 2003 a 2012, según datos de la OCDE.

Ya queda en el olvido aquellos primeros informes PISA en los que se destacaba que el sistema educativo español era, junto al finlandés, el más equitativo del mundo. Más que cambiar los números, ha cambiado la percepción sobre la equidad, de tal forma que no queda tanto ligada al rendimiento académico que mide la comparativa de la OCDE sino a las titulaciones que esos rendimientos permiten. Y ahí España siempre se ha llevado la palma negativa. No solo por ser el país –o de los países, según el año– con mayor abandono educativo de Europa, sino que a mismo nivel de rendimiento en PISA, las posibilidades de repetir o abandonar los estudios de un alumno desfavorecido son mucho mayores que las de un alumno socioeconómicamente aventajado.

“La Educación es clave para reducir las desigualdades sociales y romper el ciclo de la pobreza entre padres e hijos, pero para cumplir su papel no basta con que sea accesible para todos los niños, también debe ser equitativa. Es decir, el sistema educativo debe tratar a cada alumno en función de sus necesidades –sociales, económicas o físicas– para que todos tengan las mismas oportunidades y posibilidades de éxito”, afirma Andrés Conde, director general de Save the Children.

El coste de este abandono supone entre el 5,9% y el 10,7% de nuestro PIB. “Pero el fracaso escolar no significa que los niños no sean capaces de aprender, se trata una cuestión de igualdad de oportunidades que dependen del origen social, de la etnia o de si el niño tiene alguna discapacidad y es un problema fundamentalmente de justicia social”, añade Conde. Al respecto, Save the Children traza un perfil socioeconómico del alumno que abandona prematuramente sus estudios. “Mayormente niños varones, de menor renta y, en muchos casos, de minorías étnicas o de origen extranjero constituyen el grueso de quienes salen peor parados”, señala este informe reciente.

Por nivel socioeconómico, “quienes más expuestos están al abandono educativo prematuro son quienes provienen de los hogares con menor renta: de los dos primeros quintiles de renta, el equivalente al 40% más pobre de la población, un 69% abandonaba prematuramente sus estudios según datos de 2015”. Y lo que es más preocupante, durante la crisis, las diferencias en abandono entre niños y niñas de hogares de renta distinta se han agudizado de manera impactante.

Así, “el abandono educativo prematuro ha caído para todos los grupos de renta, excepto para el 20% más pobre, en el que un 43% de las niñas y niños abandonan. Por tanto, sí, el abandono educativo prematuro ha caído significativamente entre 2008 y 2015, pero la forma en que ha ocurrido hace que hoy sea un fenómeno mucho más ligado al origen socioeconómico de la niña o niño que al comienzo de la crisis”.

De hecho, el informe de Save the Children ‘culpa’ de esta situación a dos aspectos: los recortes presupuestario y la Lomce. “Por un lado, las políticas de austeridad presupuestaria, que han afectado mucho más que en otros países al sistema educativo y que en particular a las familias en peor situación socioeconómica. España invierte menos que la media europea en Educación (un 3,7% frente a un 4,6%) y el gasto de las familias ha aumentado en un 28,8% entre 2008 y 2015”. Por otro lado, señala esta organización, “la aprobación de la Lomce, que a medio y largo plazo puede tener un grave impacto en el aumento de la segregación educativa y en la rigidez del currículum y evaluación, dificultando la atención a la diversidad”. Sin embargo, responsabilizar a la reforma educativa de los datos anteriores de abandono educativo queda algo forzado, en el sentido de que todavía es pronto para mesurar los efectos de la Lomce en las titulaciones, más en un indicador que, recordemos, se refiere a la población de entre 18 y 24 años. Es decir, que los alumnos de Obligatoria que ya estudian en sistema Lomce todavía no aparecen, al menos en gran número, en esa cohorte de edad.

En lo que se refiere a la población extranjera, un 41,6% del alumnado extranjero entre 18-24 años había abandonado los estudios prematuramente el pasado 2014. Mientras que de los jóvenes de etnia gitana de entre 18 y 24 años, un 63% de chicos y un 64% de chicas había abandonado los estudios de forma prematura.

Save the Children tampoco deja de lado que existe una desigualdad territorial. Así, País Vasco (9,4%) y Cantabria (10,3%) son autonomías que ha han alcanzado el objetivo europeo mientras que otras comunidades, como Andalucía (27,7%) o las Islas Baleares (32,1%), están muy lejos de alcanzar dicho objetivo.

 

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