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Ministerio y CCAA acuerdan dejar sin efecto las “reválidas” y volver a la selectividad

La prueba final de Bachillerato servirá para entrar en la universidad, será con asignaturas troncales de segundo curso y muy similar a la selectividad, mientras que las de Primaria y ESO no tendrán que hacerlas todos los alumnos, sino una muestra que elijan las comunidades.
RedacciónMartes, 29 de noviembre de 2016
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El Ministerio y todas las autonomías han llegado a este acuerdo, que significa la “eliminación de las ‘reválidas’ como tal”, según enfatizó en declaraciones a la prensa la consejera de Extremadura, Esther Gutiérrez, tras reunirse el lunes la Conferencia Sectorial durante apenas hora y media.

“Es un buen paso, con pasos pequeños se consiguen objetivos grandes”, enfatizó Méndez de Vigo en rueda de prensa, que vio a los consejeros autonómicos “muy comprometidos y con ganas de lograrlos”.

El Consejo de Ministros aprobará un real decreto-ley con esos cambios, que suponen reformar la Lomce, y que después deberá convalidar el Congreso en el plazo de 30 días, explicó Méndez de Vigo.

El ministro precisó también que la evaluación final de Primaria será muestral (no obligatoria para todos los alumnos) y de diagnóstico del sistema, sin perjuicio de que las comunidades decidan que sea censal (para todos los estudiantes) en sus respectivos territorios.

Igualmente, la de ESO, que no tendrá efectos académicos ni siquiera para conseguir el título, será muestral y de diagnóstico. Los alumnos de FP Básica tampoco necesitarán realizar la prueba de ESO para conseguir el título de Secundaria, sino que el profesorado considerará si reúnen las condiciones para ello. Además, el título de ESO será “único”, con los mismos efectos sea cual sea el itinerario académico elegido por los alumnos en cuarto curso.

Acceso a la universidad
La prueba de Bachillerato servirá para regular el acceso a la universidad, será sobre seis asignaturas troncales de 2º de Bachillerato y parecida a la selectividad; se superará con una nota media de 4.

La Lomce, hasta ahora, establecía que los alumnos que quisieran conseguir los títulos de ESO y Bachillerato deberían superar, a partir del curso 2017-18, las evaluaciones finales, por lo que los sectores opuestos a las mismas las denominan “reválidas”.

Méndez de Vigo indicó que el acuerdo consiste en suspender los efector académicos de las evaluaciones mientras se llega a un pacto educativo nacional. En cualquier caso, el Ministerio “sigue creyendo en la evaluación”, ha remarcado.

El ministro quiso precisar que se trata de conseguir los mismos objetivos que propone la Lomce, pero a través del decreto-ley, pues se busca mejorar el sistema educativo a la vez que dar tranquilidad a los alumnos y la comunidad escolar mientras se llega un “gran pacto educativo”.

Méndez de Vigo mencionó la subcomisión parlamentaria que se constituirá para este fin en el Congreso y que comenzará a trabajar el 1 de diciembre y su propia comparecencia en la Cámara este miércoles.

No obstante, las consejeras de Cataluña, Meritxell Ruiz, y del País Vasco, Cristina Uriarte, manifestaron un apoyo crítico al acuerdo por cuestiones competenciales.

Sobre que Cataluña quiera hacer su propia prueba de acceso universitario, el ministro replicó que el currículo de Bachillerato es ahora diferente al anterior y que nadie querrá un examen que no sea válido para ir a cualquier universidad de España.

Para el consejero de Asturias, Genaro Alonso, el acuerdo es un “éxito sin precedentes”. Mayte Pérez, de Aragón, reconoció que la Lomce no se puede derogar ya porque no hay ley alternativa.

El de Navarra, José Luis Mendoza, valoró el cambio de actitud en Educación y abogó por dejar sin efecto todas las cuestiones “pretenciosas” de la Lomce.

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