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“El pacto tiene que buscar puntos de encuentro desde los principios”

El nuevo consejero riojano, Alberto Galiana, cree que el diálogo político para el pacto educativo debe ser sincero, es decir, desde un referente lógico que es la ideología de cada partido. A partir de ahí, ha de buscarse el acuerdo al servicio de esos principios.
José Mª de MoyaMartes, 17 de enero de 2017
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Alberto Galiana.

El nuevo consejero de Educación de La Rioja, Alberto Galiana, aborda en esta entrevista las posibilidades de alcanzar el pacto educativo y las líneas rojas que el PP no estaría dispuesto a traspasar. Además, opina sobre las “reválidas” de la Lomce, los conciertos educativos y otras cuestiones.

En primer lugar quería preguntarle por las posibilidades reales de llegar a un pacto educativo en España.
Es una pregunta complicada. Me gustaría tener la clave para dar una respuesta acertada pero es difícil. Tengo esperanza de que lleguemos a un acuerdo con visos de estabilidad en el tiempo. Yo creo que tenemos que buscar algo con vocación de permanencia. No podemos permitirnos eternos vaivenes en esta materia. Yo creo que la sociedad nos lo demanda y nos tenemos que poner a ello. Además, se dan unas circunstancias a nivel nacional, a nivel político, que nos obligan a hacer de la necesidad virtud. Tengo esperanza, pero también tiene que haber voluntad por parte de todos, no solamente del Gobierno. Existen muchas barreras por la desconfianza creada durante tanto tiempo, y eso hay que ir desarmándolo.

¿Ve en otros partidos una disposición sincera al pacto o hay un poco de postureo?
Hay de todo. Hay gente en la que aprecio un interés sincero y hay otros que se aproximan a lo que denomina postureo. Pero verdaderamente esa es la lucha, que se imponga el criterio de lo que creemos necesario frente a aquellos que piensan que es una pose ideológica más. En cualquier caso, me parece que el diálogo que tenemos que establecer entre las diferentes fuerzas políticas en esta materia tiene que ser sincero, y eso implica que sea desde la identidad. Eso se asienta en los principios, que en su praxis tienen que ser consensuados. Tienen que buscarse puntos de encuentro entre los principios.

Son los contenidos o los principios los que hacen bueno el pacto, no es el pacto el que hace bueno unos malos principios.
Absolutamente, es que para que haya un pacto tiene que haber un referente lógico, para que haya ese referente tiene que haber ideología. Y luego tiene que haber una praxis que tiene que estar al servicio de esos principios.

¿Cuáles deben ser esas líneas sobre las que tenemos que ponernos de acuerdo?
En primer lugar, yo creo que tendríamos que apostar por una Educación que esté al servicio de la persona, que tenga como centro al alumno y que sea respetuosa con la familia, y a su vez que apueste por la calidad y excelencia sin complejos. Eso no quita que deba ser un sistema inclusivo. Pero, desde luego, lo que no debería aceptarse es una visión estatalista. O creemos en la libertad o creemos en la imposición, creo que es la gran disyuntiva ante la que nos encontramos.

Para algunos, con la reforma de las “reválidas” se ha renunciado a la cultura de la evaluación, se vuelve al punto de partida, a la LOE.
Desde luego, cuando se habla de “reválidas” no es baladí, y es algo que debemos combatir porque no lo eran. La Lomce no planteaba “reválidas”. Aparte de eso, se da una muestra de gran generosidad por parte del Ministerio, de querer llegar a un acuerdo. Ese paso incide en la suspensión, no en la derogación, lo que significa que si en este tiempo de tregua no se produce un acuerdo, obviamente las evaluaciones entrarían otra vez en vigor. No es tanto una dejación de esos principios, sino una retirada táctica temporal. Ese sería en el análisis jurídico. Otra cosa es el análisis político.

¿Usted estaría cómodo con unas evaluaciones que no tuvieran valor académico pero que sí fueran censitarias?
No sería mi máximo grado de comodidad pero sería aceptable. Sí que es verdad que lo importante al final es que la cultura de la evaluación cale.

¿Le gustaría que tuvieran valor académico?
Creo que con respecto al valor académico, en algún momento deberíamos establecer algún tipo de filtro, porque es necesario dotar de un listón que mida el grado de conocimiento a nivel nacional. Es necesario que haya unos mínimos estatales de conocimiento en todas las comunidades que progresivamente se vayan acercando.

¿Qué otras cuestiones le parece que pueden ser motivo de cesión por ambas partes?
Yo creo que la propia distribución de las asignaturas es un tema de conflicto. Unos apuestan por la troncalidad, otros por más especialidad. La lengua vehicular, en las comunidades con lengua propia, es un tema de conflicto. La introducción del bilingüismo, no tanto porque las comunidades no estemos de acuerdo en avanzar, sino en cómo se avanza. Yo creo que deberíamos avanzar a través de la política de personal, un futuro Estatuto docente que permita tener unos conocimientos altos de inglés u otras lenguas.

¿Le parece que está fallando la formación inicial de los docentes?
Sí, sin duda. No en el mismo grado, unas van más avanzadas que otras, pero tenemos que reformar las escuelas de Magisterio. No podemos aspirar a tener un sistema como los nórdicos si no tenemos la sensibilidad hacia la carrera de Magisterio que tienen los nórdicos. Eso es un síntoma de madurez de la sociedad española, necesitamos que valore a sus docentes, pero para ello los docentes tienen que hacerse dignos de reconocimiento.

¿Cómo se hace ese cambio de mentalidad?
Es un proceso gradual. Pero también pienso que no debe ser desarrollado solo por las administraciones públicas. Es una tarea de las familias, de los medios de comunicación, de las asociaciones… Tenemos un tejido asociativo enormemente débil en España, es necesario que eso se potencie. El camino contrario, el de la imposición, me parece un camino equivocado.

¿Por ejemplo la ley de autoridad del profesor?
Es un magnífico ejemplo. Esto es transformar la realidad a golpe de BOE. La realidad es tozuda y el BOE no deja de ser una carcasa importante pero que no es útil si no encuentran un receptáculo adecuado en la sociedad a la que sirve. Las leyes deben ayudar pero si no hay consenso general no se consigue nada.

De todas maneras, socialmente en los últimos años han ido calando conceptos que hace años eran impensables: la pedagogía del esfuerzo, autonomía de los centros, etc. Los tiempos de la Logse.
Posiblemente, en algunos temas estemos más cerca de lo óptimo. En los 90, cuando se implantó la Logse, ya era antigua. Gran Bretaña había abandonado la escuela comprensiva cuando se implantó aquí. En ese sentido la Logse nació vieja, realmente si caló en cierta medida fue porque la sociedad estaba atrasada. Ahora la sociedad española está más preparada. Pero también es verdad que existen cantos de sirena asociados a un victimismo populista que también pueden tirar para atrás esta progresión.

En este debate en torno al pacto, la relación público-privada, ¿cómo puede quedar?
Dentro del abanico de principios básicos irrenunciables está la libertad de elección. Siempre he defendido la complementariedad de ambas redes, por tanto, debemos trabajar para que un alumno, independientemente del centro, tenga las mismas oportunidades. Las administraciones están al servicio de las familias, y las familias eligen la Educación para sus hijos. El pluralismo educativo actual es pluralismo social. Este es un aspecto de potencial conflicto, aunque confiamos en llegar a un acuerdo. Hay diferentes posturas, desde los que creemos en la libertad hasta los que dicen que la Educación es un método al servicio de la revolución.

¿Qué opina sobre el debate acerca de suprimir los deberes?
Eso forma parte de los que creen que se puede transformar la realidad a través del BOE sin tener en cuenta a las familias. La hipertrofia legislativa no conduce a nada, o a todo lo contrario. Desde le punto de vista de fondo no soy partidario de que desaparezcan, ni siquiera en Primaria. Hay que generar hábitos. Es muy importante que esta tendencia a suprimir los deberes no oculte una abdicación de las familias en la responsabilidad de la Educación de sus hijos.

¿Habría que modificar el estatus actual de los conciertos educativos?
Puede haber algunas mejoras técnicas, pero es un sistema que ha demostrado un funcionamiento razonablemente bueno durante sus 31 años de vigencia. Es verdad que hay una falta de financiación endémica en estos centros. Ya la LOE establecía la creación de una comisión de trabajo para mejorar la financiación. Si no se da esa financiación tenemos dos posibilidades, o que se vuelvan elitistas, cosa que no queremos, o que mueran. Los módulos están totalmente desvinculados de la realidad.
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¿Ha habido abusos en la aplicación de los conciertos?
Hasta donde soy consciente no. Realmente quizá el mayor abuso ha sido la falta de financiación de estos centros. Ese ha sido el abuso por parte de las administraciones. Basta ver un colegio concertado para saber que las instalaciones son bastante peores que las de centros públicos. Y lo mismo en materia TIC. Los medios de los concertados son bastante inferiores a los públicos. Que haya habido un abuso por parte de un concertado, no lo sé, quizá. Pero existen mecanismos dentro de la propia ley para corregirlos.

En el caso de Ciudadanos, que al principio manifestaron dudas con respecto a los conciertos. ¿Cómo están ahora?

Tienen dos almas. Una liberal y otra de corte socialdemócrata. En este caso son menos proclives a los conciertos. También llevan una batalla interna pero no son absolutamente coherentes en todos sus planteamientos, depende con quién hables.

¿Cree que puede existir conflicto en torno a la Religión?
Yo creo que no hay cabida legal para ceder en ese punto. Ahora es optativa, a nadie se le impone. Debe ser un tema pacífico.

¿Cómo ha evolucionado La Rioja en PISA?
Los resultados en PISA han sido buenos, aunque no debemos caer en la autocomplacencia. Debe haber una legítima tensión para mejorar los resultados. La Rioja ha salido muy bien retratada en matemáticas pero en lectura está en un nivel intermedio. No es fácil averiguar lo que ha pasado porque las mediciones a lo largo del tiempo se hacen con unos contextos diferentes. También es verdad que la realidad social y demográfica era muy distinta en 2006 a la actual. Hemos pasado de un 7% de alumnado inmigrante a un 17% entre los años 2012 y 2015. Además, el porcentaje de ese alumnado con lengua materna diferente a la española ha aumentado, y eso es una dificultad objetiva. Yo siempre defiendo que la inmigración es una riqueza para La Rioja. Estamos consiguiendo que estos alumnos hayan subido más de 20 puntos en ciencias.

No obstante, no se conforman con estos resultados…
Los resultados de los inmigrantes no difieren mucho de los españoles. Pero hay que seguir peleando para mejorar estos datos. Prefiero tener estas dificultades a tener un invierno demográfico. Somos una sociedad dinámica que afronta unas dificultades importantes de integración pero con razonable éxito. Porque todavía seguimos teniendo resultados muy por encima de la media. Por eso mi valoración es optimista, no autocomplaciente.

¿Estamos un poco obsesionados con PISA?
Es importante no caer en un análisis superficial. Aporta mucha mas información el indicador socioeconómico. Un análisis superficial podría lanzar mensajes equivocados.

¿Y qué opina de los resultados en relación al gasto?
En algunas comunidades el gasto está más relacionado con lo ideológico.

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